Hontanares descubre el secreto de su juventud

Aunque pueda parecer un anuncio de cremas antiedad, es la realidad que vive Hontanares de Eresma. El pueblo ha reunido un conjunto de circunstancias que lo hacen único. Mientras el resto de los municipios españoles luchan por sobrevivir a la temible agonía demográfica, esta localidad a 13 kilómetros de la capital segoviana se ha convertido en un oasis de esperanza rural.

El pasado diciembre el Instituto Nacional de Estadística (INE) hacía públicos los datos de población en España. A la cabeza de toda Castilla y León estaba Hontanares. El municipio alberga una edad media de 33,4 años con 1558 habitantes, cuando la comunidad está diez puntos por arriba, llegando hasta los 43,3.

Los municipios castellanos y leoneses envejecen y algunos tienden a la desaparición. El pueblo soriano de Torreblacos posee una edad media de 75,3 años con 26 habitantes censados en 2022. El envejecimiento y la despoblación ahogan a estas localidades. Hontanares de Eresma no fue una excepción tiempo atrás.

Luis Llorente es un vecino del pueblo, como dice él mismo, de «toda la vida». Lleva 57 años residiendo en el municipio. Con 13 años empezó a vivir en Hontanares, aunque él nació en Los Huertos. «Me acuerdo de que hace veinte años casi perdimos el ayuntamiento. Tenía que haber como mínimo cien habitantes y siempre estábamos bailando entre noventa y cien. Yo vivía entre semana en Segovia con mi mujer, así que nos llamó Justo, el alcalde de entonces, para que nos empadronáramos aquí. Nos llamó a 10 o 12 y así ya nos mantuvimos, si no habríamos pasado a ser dependientes de Valseca o Valverde del Majano», explica Luis Llorente mientras pasea con un grupo de niños, entre los que se encuentran sus nietos.

Por la carretera principal de Hontanares pasa esporádicamente algún coche. Los niños que acompañan a Luis Llorente corren de un lado a otro por el campo aledaño al municipio. Ambos vienen paseando por la Vía Verde, donde antes pasaba el ferrocarril. Desde este lugar se aprecia una vista lineal de la localidad. En el centro está el casco urbano donde se encuentran las casas más antiguas y lo que siempre fue Hontanares de Eresma.

A la izquierda y derecha del centro se extienden dos urbanizaciones principales que se integran a la perfección. Esta vez construidas de forma ordenada y contigua. A un lado, y separado por unos vestigios romanos que impiden su unión, está la pedanía La Estación. Lo componen las urbanizaciones de Alameda del Eresma, El Canto y La Atalaya. En esta parte residen la gran mayoría de vecinos. Al otro lado del centro, y esta vez unido a él, se encuentra otra urbanización más.

Los datos del INE hablan de 1.158 habitantes censados, aunque Javier García, alcalde de la localidad, reconoce hasta dos mil habitantes en el municipio. «Oscilamos bastante, pero hay muchos niños empadronados en Segovia capital para poder optar a los colegios de allí», explica el primer edil del municipio.

Como Javier García reconoce, Hontanares de Eresma reunió un conjunto de características que facilitaron las posibilidades de llegada de la población joven. En 2001 el pueblo solo contaba con 173 habitantes. «La principal característica es la cercanía a la capital. Después, y por este motivo, hubo quien tuvo la iniciativa de probar suerte y promocionar viviendas, salió bien porque la gente compraba. Luego ya se interesaron todas estas megaconstructoras como 'Espiral'. En el barrio de la estación se construyeron 305 chalés en cuestión de un par de años. Había un plan para la construcción en la otra zona del pueblo de hasta 600 viviendas. Ya explotó el boom y se vino todo abajo», explica el alcalde.

Pero la cercanía a la capital y las nuevas viviendas no solo fueron y son las razones por las que los jóvenes eligen Hontanares. «El punto limpio va pasando por las casas recogiendo lo que los vecinos quieran tirar. La panadería igual, tú dejas el dinero y ellos te dejan el pan o lo que quieras. Está el colegio y luego por la tarde hay dos monitoras que se pueden quedar con los niños totalmente gratis. Si un día sales más tarde del trabajo sabes que tus hijos tienen con quien quedarse», señala Blanca Martínez, concejala de Juventud en la localidad.

«En otros pueblos a lo mejor tienen hogar del mayor o un sitio dedicado a ellos que muchas veces luego se utiliza para los jóvenes. Aquí es al revés, esta tarde van a venir los señores mayores a jugar la partida a la biblioteca», añade Javier García.

Este lugar de lectura tiene varios ordenadores y unas mesas donde se hacen actividades. El lugar está justo al lado del ayuntamiento. La misma plaza comparte el único bar del municipio donde también ponen un pequeño mercadillo. «El otro día fue impresionante. Recuperamos el pasacalle con los niños del colegio. Además, coincidió con el mercadillo, el bar de Pedro estaba lleno. Se ha hecho mucha piña aquí», explica emocionada Ana Arévalo, representante de la Asociación de Vecinos del pueblo.

Tanto Ana, como alcalde y concejala, destacan la calidad de vida por encima de todo como el valor más positivo. También los tres coinciden en lo más negativo: «El transporte es lo peor. No hay una buena red de autobuses. Cuando estos niños llegaban con sus padres a vivir había un servicio de búho, claro iba y volvía todas las noches solo. La junta decidió quitarlo y ahora vendría fenomenal porque ellos ya son mayores. Tiene que haber una buena red de transportes. Eso es primordial para los pueblos, así se acortan distancias y crecen los municipios. Hontanares si estuviera más lejos de Segovia no hubiera crecido. Aquí hay una red establecida, es una piña cerrada y es difícil moverlo de ahí. Las poblaciones están en continua fluctuación y tiene que haber mayor facilidad de cambio», explica Ana Arévalo.

«Nosotros estamos interesados sobre todo en dar servicios y no convertirnos en un pueblo dormitorio. Ofertar e impulsar oportunidades de negocio para la gente. En el centro comercial que construyeron está el supermercado, hemos habilitado dos salas de punto joven. Pronto se instalará un cajero automático y también se está viendo para poner una farmacia», añade Javier García desde la alcaldía.

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