La gabarra del Athletic triunfa en una boda de Segovia
Las amigas de Celia Castillejo, aficionada del conjunto rojiblanco desde la adolescencia, sorprendieron con una embarcación de cartón, un gesto que el propio club ha agradecido
Si hubo que esperar cuatro décadas para ver desfilar la gabarra del Athletic Club por la ría que une Getxo con el Ayuntamiento de Bilbao, un buen aficionado rojiblanco recordará 2024 igual que el año de su boda. «Poder decir que me he casado el mismo año que el Athletic ganó la Copa es algo increíble. La gente lo estaba esperando desde hace tantísimos años. Poder ver cómo se saca la Gabarra...» Las amigas de Celia Castillejo se encargaron de que ambos recuerdos quedaran eternamente unidos y le hicieron el favor de no tener que elegir entre mamá y papá. Porque uno de los derechos de un grupo de amigos de máxima confianza es entregar el dinero a su deseo, un híbrido entre cariño y penurias. Ellas optaron por crear una embarcación de cartón decorada al detalle con 200 euros en monedas. Así se adueñaron del banquete, con el paseíllo de rigor, las banderas del Athletic y ese himno centenario que el pasado sábado también fue nupcial.
Su hermana, Susana Castillejo, fue la autora intelectual. Escribió en El Norte y ahora es 'wedding planner'. La primera «putadilla» que contempló el grupo fue meter dinero en una pala de pádel, pues Celia es jugadora habitual, pero tras la victoria del Athletic en Copa tuvieron prácticamente un mes para cambiar de idea. La tradición familiar también ayudó en la elaboración, pues un tío suyo tenía una empresa de cartones, así que la materia prima y el diseño estaban asegurados. También el transporte, aunque el tamaño desbordó las expectativas iniciales. La idea original era llevarla en el propio autobús que trasladaba a los invitados de la boda, pero necesitaron un vehículo más amplio, una furgoneta grande que puso a disposición una vecina.
Una vez en el convite, la puesta en escena fue sencilla porque la entonación del himno, ese inicio de estruendo con el nombre del club, lo puso en bandeja. Apareció la gabarra y empezaron a ondear servilletas blancas. En su desfile, las amigas repartieron algunas banderas rojiblancas que habían preparado para la ocasión, así que el resto de invitados se sumó sin dudarlo a la fiesta. Consiguieron los dos elementos clave en una 'putadita' de bodas: que nadie supiera nada, pues la escondieron en la zona de cocinas de una amplia nave, y desvelarla en el momento adecuado.
La gabarra llevaba dentro unos 200 euros en monedas de 1, 2 y 5 céntimos pegadas de una en una con silicona, lo más laborioso del proyecto. Con todo, las amigas fueron clementes, pues la cantidad pudo ser mucho mayor. La tradición segoviana está llena de bromas pesadas con bastante más dinero en circulación.
La pasión de Celia por el Athletic es espontánea, pues ellas son segovianas y la familia de su padre es de Vitoria, fiel al Deportivo Alavés. «Hace muchos años que me empezó a gustar al equipo. Por la afición que tenían, era muy seguidora de Muniain». Sus padres llevaron a aquella adolescente al viejo San Mamés para un Athletic–Valencia. Y el paso de los años estrechó el vínculo desde la distancia. «Te atrapa un poco cómo la afición sigue al equipo, los valores que tienen de apoyarles siempre. En la final de la Copa, el equipo movió Bilbao hasta Sevilla. Es un club humilde que no se gasta millones en traer a un jugador de fuera, siempre tira de la cantera». Del viejo templo al nuevo, pues acudió al remodelado estadio para un partido contra el Alavés. También ha aprovechado la cercanía con Madrid para ver a los rojiblancos en el Calderón o en el Bernabéu.
A sus 28 años, Celia es la primera del grupo de amigas en casarse, así que el protocolo estaba sin escribir. «Lo he visto en otras bodas, pero no sabía si iban a hacer algo o no». Se casaron en su pueblo, Valverde del Majano, para hacer el banquete en Otero de Herreros. Cuando llegó el momento, alucinó: «Estaban sirviendo los cafés, y de repente, empieza a sonar el himno. Vi que mis amigas no estaban en la mesa. ¿Que habrán liado? ¿Por dónde van a salir? No me esperaba nada» Segovia es una provincia muy vinculada al club rojiblanco, así que no sorprendió que en la boda hubiera una familia militante que se sumó a la iniciativa como si fuera su propio banquete. No fue la única donación creativa de los invitados: el novio recibió dos botellas de anís llenas de monedas y un indeterminado líquido marrón.
Pese a la apariencia liviana del cartón, la gabarra engaña. «Pesaba más de lo que parecía, hubo un pequeño lapsus y casi acaba encima de nuestra mesa». Así que la desmontaron y se quedaron con los cartones, que esperan en casa a su regreso del viaje de novios, pues Celia y Ricardo, alias 'Pichu', están en Nueva York. «Yo me la quería llevar, pero claro, ¿qué hago con ella? Es bastante grande, ¿dónde la pones? Ojalá en la habitación», plantea sonriente, una decisión que podría poner en peligro su incipiente matrimonio, pues su marido es madridista. «Y no va a cambiar»,
Cuatro días después visita los rascacielos de la Gran Manzana con la camiseta del Athletic en la maleta y la ilusión por las nubes. «El mejor regalo de boda que he tenido es el vídeo de mis amigas, cómo se ha difundido, cómo las redes sociales del propio club te han compartido. No me lo estoy creyendo. ¡Soy yo!»
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