El abandono del medio rural, gasolina para los montes
Agricultores, ganaderos y forestales señalan que aumenta el riesgo de incendios por la falta de relevo generacional en el campo y porla poca inversión en conservación
Mientras los responsables de las administraciones se intercambian acusaciones e insultos por los incendios que asolan España señalando a la «emergencia climática» y a los «pirómanos», la realidad se muestra más compleja que esta simplificación. El abandono del medio rural ocasionado por el éxodo de las población a las ciudades junto con la dejadez de los gobernantes, ha propiciado que la tercera ola de calor más larga de la historia haya encontrado en los montes el combustible ideal para expandirse a velocidad de vértigo. Ganaderos, agricultores y servicultores, las personas que cuidan y cultivan el arbolado forestal, coinciden en señalar como al abandono del medio rural junto con la falta de relevo generacional para desarrollar las labores en el campo, como un caldo de cultivo perfecto para los incendios.
La Asociación Forestal de Segovia (Asfose) cuenta con 355 socios que representan a más de 1.300 propietarios. Marta Cebrián es técnico de esta entidad y destaca que «lo que más les demandan los socios son las líneas de ayudas que convoca la Junta de Castilla y León, la principal es la de prevención de daños a los bosques». Estas convocatorias salen cada cinco años, la próxima será en 2026, y la previsión es que la cantidad sea la misma que en 2021, 30 millones de euros, aunque posteriormente se amplió hasta los 41 millones para toda la comunidad. Esta subvención va destinada «a lo que se llama limpieza de montes, que es hacer clareos en masas jóvenes, podas y en algunos casos mejora de caminos».
«Aunque se vaya limpiando una parcela dentro de un pinar, si el resto no lo están no es efectivo»
Marta Cebrián
Asociación Forestal de Segovia
Asfose considera que hace falta incrementar la partida presupuestaria en este apartado ya que «al margen de los monte públicos que necesitan más inversión, en el caso de los privados que gestionamos nosotros no se cubren todos los expedientes que solicitan las ayudas económicas, con lo cual hay fincas que necesitan limpieza que no llegan a recibir el dinero para poder llevar a cabo estos trabajos». Teniendo en cuenta la situación que se está viviendo este verano solicitan que «no se haga recorte en prevención, si con 41 millones no ha dado para todos los expedientes, no se puede volver a sacar 30 millones como se hizo inicialmente».
Se pueden solicitar subvenciones para superficies de al menos 25 hectáreas, por lo que en algunos casos tienen que ir aglutinando a varios propietarios. Marta Cebrián destaca que «aunque se vaya limpiando una parcela dentro de un pinar, si el resto no están limpias, no es efectivo para prevenir incendios o plagas». Sobre la excesiva burocratización para poder realizar recogida de piñas, ramas muertas o matorrales, el 31 de marzo la Junta aprobó el Decreto 5/2025 sobre los aprovechamientos forestales, para simplificar la petición de permisos. Actualmente no hay que presentar la solicitud de autorización o la declaración responsable para recoger piña abierta, piña cerrada menor de cinco kilos o el matorral inferior un 1,50 metros de altura de especies no arbóreas.
El pastoreo
David Sancho García, de 45 años de edad, lleva un lustro como pastor en Matabuena. Trabajaba como cocinero hasta la pandemia cuando se quedó en el paro. En aquel momento decidió retornar al campo, al oficio que habían desempeñado en su familia desde sus tatarabuelos. Solicitó las ayudas de la Junta para poner en marcha estas explotaciones ganaderas a los menores de 40 años, unos fondos económicos que pocos aprovechan. La provincia de Segovia cuenta con apenas medio centenar de pastores con una edad media de 60 años, los que tienen menos de 45 años se cuentan con los dedos de una mano. Empezó con 140 ovejas y ahora tiene unas 400 con la idea de seguir ampliando en los próximos años. Este pastor considera que el problema de la limpieza de los montes no se debe tanto a las trabas que se pueden poner desde las administraciones sino al abandono del campo porque no hay relevo generacional.
«Cualquier animal que esté 365 días al año en el campo hace un trabajo indispensable para la limpieza del terreno»
David Sancho
Pastor
Una oveja come unos dos kilos de materia seca al día, por lo que como indica David Sancho «debería haber más rebaños por los campos porque al ir caminando y constantemente sobre el terreno evitan el pasto alto con el que se propagan los incendios. Aunque inevitablemente cada vez va a hacer más calor y los incendios serán mayores, estos rebaños hacen cortafuegos naturales», declara. Si los animales están comiendo, pisando y tumbándose sobre el terreno, el pasto no arde como se ha puesto de manifiesto en algunas de las zonas donde ha habido los recientes incendios de este verano.
Este pastor considera que para desarrollar el pastoreo el principal problema es el sacrificio, «porque no son solo ocho horas diarias, los periodos de vacaciones y tampoco hay un volumen de negocio que te permita tener a mucha gente y eso hace que no se sea un trabajo muy tentador». En Segovia actualmente puede haber alrededor de 100.000 ovejas, una cifra que se sitúa por debajo de la media regional o nacional. David Sancho destaca que «vacas, ovejas, cualquier animal de ganadería extensiva que esté 365 días al año en el campo hace un trabajo indispensable para la limpieza del terreno».
«La falta de relevo complica que haya agricultores y ganaderos que puedan mantener todas las zonas limpias»
César Monjas
Asaja
La presidenta de la Asociación Forestal de Segovia, Marta Cebrián, incide en este planteamiento destacando que «muchos de nuestros socios son ganaderos y no tienen reemplazo, los hijos no van a dedicarse a eso salvo algunas excepciones». En la zona de la sierra tienen algunos asociados que «cuando se jubilen no va a continuar nadie con este trabajo lo que va a implicar más problema porque donde no haya ganado va a haber más matorral y esto es muy difícil de gestionar en incendios como se ha visto en el Bierzo».
Más medidas de prevención
Los sindicatos agrarios también muestran su preocupación por la prevención de los incendios. César Monjas, presidente de Asaja Segovia, destaca que «al no haber relevo generacional se complica que haya agricultores y ganaderos que puedan mantener todas las zonas limpias como se venía haciendo hasta ahora con la ganadería extensiva ovina, que eran desbrozadoras naturales». La organización agraria también pone en valor el apoyo que están prestando los agricultores en la extinción de incendios con sus herramientas de trabajo en determinadas zonas en las que conocen el terreno a la perfección.
Sobre las informaciones difundidas recientemente que indicaban que los agricultores deben dejar un porcentaje de las tierras sin cosechar por normativa de la Unión Europea, Asaja corrobora esta afirmación indicando que «se trata de unas ayudas que permiten recibir una mejora económica bajo la denominación de espacios de biodiversidad que establecen que hasta el 1 de septiembre no se puede recolectar un porcentaje de los cereales de invierno y un mes después el de girasol». César Monjas destaca que han solicitado que «se pueda segar un poco antes para evitar la proliferación de incendios ya que vendría bien limpiarlos cuanto antes porque en un rastrojo el fuego corre muy despacio y se controla fácilmente, mientras que en un día de calor con aire en una tierra sin cosechar va a toda velocidad». Quienes quieran acogerse a esta ayuda deben dejar sin cosechar un 7% en secano y un 4% en regadío.
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Cuando los veranos son tranquilos y no hay incendios considerables, César Monjas considera que se descuida la prevención hasta que hay grandes tragedias como hace unos años en la sierra de la Culebra. Las administraciones toman más medidas en estos casos, aunque con el paso del tiempo se olvidan nuevamente. Consideran que «debe haber una prevención porque incendios va a seguir habiendo por unos motivos o por otros, unos años serán más o menos graves, pero cuando vemos lo que está pasando este verano, que el fuego ha llegado a pueblos, ganaderías, cultivos o árboles centenarios, eso es irrecuperable». Monjas añade que en Asaja Segovia creen que se puede hacer algo más y recuerda que en una región tan extensa como Castilla y León «hay muchas zonas de pasto salvaje por la falta de ganadería y de agricultores donde es más fácil que corran más los incendios, deberían mirar más para que los montes estén limpios y se hagan cortafuegos para evitarlos».
Sobre la actitud de los políticos, recuerda que están manteniendo reuniones a nivel regional con la Junta de Castilla y León para gestionar la situación para que esto no se vuelva a repetir: «escucharnos nos escuchan, luego nos harán caso o no pero nuestra labor es trabajar con los que tengan el poder para indicar cómo trabajar mejor y colaborar entre todos».
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