Zubeldía y Bilardo, dos sueños imposibles del Real Valladolid
Cuando parecían dispuestos a aceptar la oferta, su fichaje se frustró
José Miguel Ortega
Viernes, 3 de noviembre 2023, 18:07
Con Gonzalo Alonso recién llegado a la presidencia, el entonces secretario técnico del Real Valladolid, Ramón Martínez, le expuso la conveniencia de fichar a un gran entrenador extranjero que creyese en la política de cantera marcada por el club para dar el salto de calidad con el que soñaban.
Ramón Martínez era un buen conocedor de los mercados sudamericanos gracias a su suscripción a la revista 'El Gráfico', una especie de biblia del fútbol argentino que al final de la década de los setenta se ocupaba en un amplio reportaje de Oswaldo Zubeldía, el entrenador que había convertido en campeón sudamericano al Estudiantes de la Plata y pretendía hacer lo mismo con el Nacional de Medellín en la Liga colombiana.
A través de la gestión de un prestigioso periodista criollo, José María Otero, el secretario técnico blanquivioleta consiguió contactar con Zubeldía para hacerle llegar una oferta del Real Valladolid. El que entonces estaba considerado el mejor entrenador de toda Sudamérica escuchó respetuosamente pero no pareció suficientemente interesado en venir a España para hacerse cargo de un equipo de Segunda División.
La cosa quedó ahí pero Ramón Martínez y Santi Llorente seguían empeñados en la contratación de quien consideraban poco menos que una pieza indispensable para sus planes de crecimiento del equipo. Y así hasta que la agencia EFE distribuía una noticia fechada en Medellín que decía: «El argentino Oswaldo Zubeldía ha revelado que está dispuesto a viajar a España para hacerse cargo del Valladolid, si el Atlético Nacional de Medellín logra recuperarse de su delicada situación actual».
Volvieron a la carga los técnicos vallisoletanos pero se encontraron con que el entrenador argentino no quería dejar tirado al equipo que había confiado en él. Poco después en el domicilio social del club blanquivioleta se recibió una carta por Zubeldía y su ayudante, el preparador físico Carlos Omar Cancela, en la que expresaban su pesar por el hecho de que no pudiera cristalizar el interés del Real Valladolid.
Un año más tarde, 'El Gráfico' recogía unas declaraciones de Oswaldo Zubeldía que abrían el horizonte de la esperanza: «Esta temporada dejo al Nacional arriba y me voy». Esa manifestación tan tajante parecía dar opciones al interés vallisoletano, especialmente cuando logró el objetivo de hacer campeón colombiano al Atlético Nacional, de modo que se reanudaron las conversaciones que, entonces sí, parecía que iban a tener un final feliz.
El 17 de enero de 1982 llegó a España la peor de las noticias: «El prestigioso entrenador argentino de fútbol, Oswaldo Zubeldía ha fallecido a consecuencia de un infarto».
Triste final a la ilusionante historia del sueño blanquivioleta de contar con los servicios de uno de los más reconocidos entrenadores del mundo. Pero lejos de renunciar, y menos aún cuando el Valladolid ya estaba en primera división, Ramón Martínez comenzó a dar vueltas a la opción de fichar a otro argentino muy de moda en 1983, Carlos Salvador Bilardo.
Bilardo, a quien apodaban 'El Narigón' por el tamaño de su apéndice nasal, había sido un destacado jugador del Estudiantes de la Plata cuando, dirigido por Zubeldía, consiguió tres títulos argentinos y otras tantas Copas Libertadores de forma consecutiva, además de una Copas Intercontinental tras derrotar al Manchester United.
Después, como entrenador, Bilardo fue continuador en Estudiantes de los postulados de Zubeldía, circunstancia que reforzaba el interés del Real Valladolid con una oferta lo suficientemente atractiva para que 'El Narigón' se comprometiera a estudiarla y dar una respuesta a la mayor brevedad posible.
Unos días después, llamada telefónica desde Argentina que hizo subir el ritmo de las pulsaciones de Ramón Martínez: «Soy Bilardo y he recibido una oferta del presidente de la AFA, Julio Grondona, para hacerme cargo de la selección argentina. Cuando conozca los términos vuelvo a llamarle y le doy una respuesta».
En efecto, unos días después, Carlos Bilardo volvió a telefonear para decirle al secretario técnico que agradecía su interés, pero que había firmado con la Asociación Argentina de Fútbol parta hacerse cargo de la selección albiceleste, con lo que hacía realidad la ilusión de su vida. También le dijo que agradecía mucho el interés del club vallisoletano y que para demostrarlo, la selección argentina jugaría un partido amistoso en el estadio Zorrilla completamente gratis.
El encuentro tuvo lugar el 28 de mayo de 1983, con estas alineaciones. Argentina: Pumpido, Messina, Jorge, Ruggeri, Alves; Insúa, Martino, Gasparini, Rinaldi; Gareca y Urruti.
Real Valladolid: Fenoy; Pastor, García Navajas, Santos, Sánchez Valles; Pepín, Duque, Minguela; Yáñez, Oviedo y Jorge.
El resultado fue de 2-0 favorable al conjunto blanquivioleta, siendo Oviedo y Juan Manuel, que salió en la segunda parte, los autores de los goles que certificaban la derrota argentina, una derrota que fue mucho más allá de lo previsto, con fuertes críticas de César Luis Menotti a Bilardo por exponer el prestigio de Argentina en un amistoso sin ningún interés.
Pese al triunfo sorprendente del Valladolid, se cerraba así el doble sueño del club blanquivioleta por contar con dos entrenadores de primera fila mundial, Zubeldía y Bilardo, mitos del Estudiantes de la Plata y del futbol sudamericano.
Aún así el empeño de Ramón Martínez por hacerse con los servicios de un entrenador sudamericano de primerísimo nivel siguió vivo y dos años después se hizo, por fin, realidad. En la próxima entrega de esta serie nos ocuparemos de ello.
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