Un gol de Maroto devuelve al Real Valladolid Juvenil a la senda ganadora

El Real Valladolid Juvenil de División de Honor se hace fuerte en los Campos Anexos, donde no da tregua. Si en la primera jornada se deshizo de la Cultural Leonesa como local, este domingo recuperó el paso ganador frente al CD Leganés, después del borrón de la segunda jornada en su desplazamiento al campo del Alcorcón. Un gol de Maroto resultó suficiente para situar a los futbolistas de Julio Baptista en la cumbre de la clasificación. El Juvenil blanquivioleta sigue en fase de adaptación, con cambios en la zona del ataque, pero empieza a emitir señales de equipo sólido.

Baptista dejó ayer de inicio en el banquillo a Isailovic, cuyo puesto en el once inicial lo ocupó Arroyo, secundado por Maroto. El choque no tuvo un dominador claro durante los primeros minutos, en los que los dos equipos se tantearon. Baroa dispuso de la primera ocasión clara para el Leganés, en un mano a mano ante Aceves, pero se enredó de mala manera y la vaselina que intentó se quedó en un churro que el guardameta del Pucela atrapó sin despeinarse. A esa acción respondieron los locales, con un robo rápido de Arroyo ante Lalo y una bala malgastada por Popi a puerta vacía, en una ocasión salvada en la raya por los defensores pepineros.

Las subidas de Diego Moreno por la izquierda crearon muchos problemas a los madrileños, que se vieron muy expuestos. Miguel, magistral por momentos en la medular, se sacó una jugada personal de la chistera para internarse en el área y servir en bandeja el gol a Maroto, que no perdonó el 1-0.

El gol aceleró a un Leganés precipitado que no acertó a encontrar la pausa necesaria ni pudo solventar las superioridades que los pucelanos crearon en el césped. El Real Valladolid Juvenil aguantó bien las embrolladas embestidas pepineras y en la segunda parte no pasó excesivos apuros ante la lluvia de balones colgados.

El Leganés logró hacerse con la posesión de la pelota, mientras su técnico, David Bohega, movía el banquillo en busca de soluciones, lo que incluyó la sustitución de los dos laterales. La realidad es que Aceves no pasó muchos apuros y resolvió los envíos aéreos sobre su área.

Los madrileños, improductivos ofensivamente, no llegaron a inquietar nunca de manera real al fiable Juvenil blanquivioleta. Alguna tímida internada de Alberto Cruz quedó abortada por la defensa local. Así, sin perder la tensión competitiva, el equipo de Baptista certificó un nuevo triunfo.