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Real Valladolid

Los goleadores vallisoletanos se cuentan con los dedos de las manos

Solo nueve jugadores nacidos en Valladolid alcanzaron los diez goles con la camiseta blanquivioleta

J. C.Cristóbal y Francisco González

Martes, 18 de noviembre 2025, 07:14

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¿Valladolid es futbolera? Si hacemos una encuesta callejera, la respuesta mayoritaria sería un sí. Los más jóvenes lo justificarían con que acuden al Zorrilla casi veinte mil aficionados a ver partidos de Segunda División; con que son docenas los partidos que se disputan los fines de semana en los barrios de la capital y los pueblos de la provincia; y los más viejos recordarán con nostalgia esos duelos, con las bandas a reventar de público, en el campo de la Federación anejo al Zorrilla del Paseo de Zorrilla, en el solar donde se levantó El Corte Inglés.

Hasta que llega el tío Paco, el de la rebaja, y sacude ante nuestros ojos las hojas con la relación de futbolistas nacidos en Valladolid que han vestido de blanquivioleta en Primera o Segunda; unos folios que se reducen a octavillas cuando aplica el filtro y reduce la lista a la de goleadores pucelanos, y es que sólo nueve futbolistas, en noventa y siete años de historia, pueden hablar del placer de festejar un gol con la camiseta del equipo de su niñez.

Los 10 máximos goleadores vallisoletanos del Pucela

56

goles

Gerardo Coque

Valladolid

45

goles

Gregorio Fonseca

La Seca

35

goles

Luis Miguel Gail

Valladolid

26

goles

Lorenzo

Valladolid

18

goles

Eusebio

La Seca

18

goles

Javi Díez

Villanubla

17

goles

Tejedor

Pedrajas de San Esteban

12

goles

Cardeñosa

Valladolid

11

goles

Onésimo

Valladolid

8

goles

Sánchez Vallés

Valladolid

Los 10 máximos goleadores vallisoletanos del Pucela

56

goles

Gerardo Coque

Valladolid

45

goles

Gregorio Fonseca

La Seca

35

goles

Luis Miguel Gail

Valladolid

26

goles

Lorenzo

Valladolid

18

goles

Eusebio

La Seca

18

goles

Javi Díez

Villanubla

17

goles

Tejedor

Pedrajas de San Esteban

12

goles

Cardeñosa

Valladolid

11

goles

Onésimo

Valladolid

8

goles

Sánchez Vallés

Valladolid

Los 10 máximos goleadores vallisoletanos del Pucela

56

goles

Gerardo Coque

Valladolid

45

goles

Gregorio Fonseca

La Seca

35

goles

Luis Miguel Gail

Valladolid

26

goles

Lorenzo

Valladolid

18

goles

Eusebio

La Seca

18

goles

Javi Díez

Villanubla

17

goles

Tejedor

Pedrajas de San Esteban

12

goles

Cardeñosa

Valladolid

11

goles

Onésimo

Valladolid

8

goles

Sánchez Vallés

Valladolid

Los 10 máximos goleadores vallisoletanos del Pucela

56

goles

Gerardo Coque

Valladolid

45

goles

Gregorio Fonseca

La Seca

35

goles

Luis Miguel Gail

Valladolid

26

goles

Lorenzo

Valladolid

18

goles

Eusebio

La Seca

18

goles

Javi Díez

Villanubla

17

goles

Tejedor

Pedrajas de San Esteban

12

goles

Cardeñosa

Valladolid

11

goles

Onésimo

Valladolid

8

goles

Sánchez Vallés

Valladolid

Siempre fue así, también en 1928, cuando el Real Valladolid nació de la fusión del Real Unión y el Español. Las plantillas de entonces, y también las de años posteriores, se nutrieron de jugadores nacidos en el arco cantábrico, muchos de ellos estudiantes que conocieron el Pisuerga en sus paseos desde la Universidad de Valladolid. Las estrellas de los años treinta y cuarenta procedían de Asturias (los hermanos San Miguel), Cantabria (Sañudo) y, sobre todo, País Vasco (Barrios, Anduiza, Gabilondo o Busquet), en especial Vizcaya; apenas había un puñado de vallisoletanos por esas fechas, Cimiano es el único que se asoma a la tabla de goleadores, porque no vamos a caer en la trampa de incluir a Pablo López, criado en Valladolid, pero nacido en un pueblo de Ávila.

Hace 30 años

De ahí la sorpresa de que el Real Valladolid 24-25 de Almada, por definir si pisará la palestra del ascenso o se estancará en la mediocridad, ya haya alineado a cinco futbolistas de la provincia: David Torres, Iván Alejo, Garriel, Chuki y Maroto, los dos últimos con la etiqueta de goleadores; si se les une alguien más, el Real Valladolid alcanzará una cifra a la que no llega desde hace treinta años, en la temporada 95-96, cuando marcaron como blanquivioleta Benjamín, Fonseca y Rubén Baraja.

La Liga 91-92, de infausto recuerdo, y la 77-78, en Segunda, atesoran el mayor número de goles pucelanos: 18; con Fonseca (14), Onésimo (3) y Pereira (1), en la primera de ellas; y Javi Díez (10), Toño (3), Gail (2), Aragón (2) y Borja (1), en la segunda; y la plantilla que aparece con más nombres es la de la campaña 84-85, justo después de la Copa de la Liga, con Sánchez Vallés, Gail, Fonseca, Eusebio, Duque y Fernando Lázaro, del filial, que marcó en la jornada de huelga del fútbol profesional.

Pichichi pucelano

Al frente de la lista sigue, y lo hará por muchos años, Gerardo Coque, el primer futbolista de Valladolid y del Real Valladolid en vestir la camiseta roja de España. Sus 56 goles se concentran en seis temporadas, desde la del primer ascenso a Primera hasta la de su marcha al Atlético de Madrid; con 22 años marcó 19 goles en la 50-51, su mejor marca, y volvió a jugar un puñado de partidos en una segunda etapa, recién entrado en la treintena, cuando su carrera como futbolista se perdió por la borda en su fuga a las Américas con Lola Flores. Muchos años después, cuando el Real Valladolid cumplió 75 años y homenajeó a sus leyendas, Coque recordaba con picardía cómo la afición colchonera unas tardes le quería pasar a hombros por las calles de Madrid, y otras lanzarle al Manzanares. Genio y figura.

Goyo Fonseca, el segundo rey de La Seca, le sigue en el podio con 45 goles, todos en Primera, en tres etapas distintas que se desgranan en diez temporadas, marcando gol en todas y cada una de ellas. Hace unos días, con motivo del España-Bulgaria, se recordó que Fonseca es el último jugador vallisoletano que, militando en el Pucela, jugó con La Roja en Zorrilla, en el 2-0 contra Estados Unidos. El delantero encadenó dos campeonatos con 14 goles en la 90-91 y 91-92, en esta marcó al Athletic el que para muchos es el gol más bonito de los que se han marcado en Zorrilla.

El tercer peldaño del escalafón lo ocupa Luis Miguel Gail, que tiene un doble honor en la historia del Real Valladolid. El de ser, con 16 años y 8 meses, el más joven en debutar de blanquivioleta; Paquito le incluyó en el once titular que goleó al Zaragoza, en noviembre del 77, junto a tres locales más: Javi Díez, Toño y Borja. También el de ser el último goleador en el viejo Zorrilla con un cabezazo sobre la salida de Basauri en un Valladolid-Osasuna de febrero del 82. Gail jugó once temporadas en el Real Valladolid y su mejor marca goleadora, con 12 dianas, fue la del ansiado ascenso a Primera en el 80.

El resto del listado es tan corto como lleno de talento. Lorenzo desdobló muchas pañoladas en las gradas del viejo Zorrilla, no todas de gloria porque fue un jugador discutido, nada tribunero, un centrocampista con alma de delantero que llevaba 11 goles en la 73-74 cuando fue traspasado al Granada a mediados de noviembre; se despidió con el cierre de la cuenta de un 5-1 al Rayo. Los 26 goles de Lorenzo fueron en Segunda; no cuajó como debía en Granada, donde se recuerda cómo tumbó a Benito para marcar el 0-1 en el Bernabéu.

De Eusebio Sacristán hay poco que decir, el mejor futbolista nacido en la provincia de Valladolid, el jugador de campo con más partidos hasta que fue superado por Raúl, Raúl García y Joaquín; un medio de toque de los que apenas pisaban el área y que encontró espacio para marcar 18 goles de blanquivioleta en sus diez temporadas en el Real Valladolid, dos etapas de cinco cursos, los primeros de formación, los últimos de magisterio.

De La Seca a Villanubla, los dos municipios unidos por los 18 goles, que son los que consiguió Javi Díez. El extremo, de fina estampa y gran velocidad, marcó 10 goles en la temporada 77-78 que le valieron para firmar con el Español y ser internacional sub 21 en la generación con Alexanco, Gordillo, Goikoetxea o Canito. Regreso a Valladolid, ya al nuevo Zorrilla, para marcar cuatro goles como blanquivioleta en Primera.

A Tejedor, fallecido el pasado mes de junio, le tocó afrontar la larga travesía en el desierto del Real Valladolid en Segunda; es dos temporadas hizo 17 goles, suficientes para que llamara a las puertas de Pedrajas el Real Zaragoza, que por entonces disfrutaba de la leyenda de sus Cinco Magníficos, y donde jugó un papel bastante secundario.

No fue el caso de Cardeñosa, quizá la mejor zurda del fútbol español en los años ochenta con la camiseta del Betis. Fue la cabeza visible de una notable generación de canteranos del Europa Delicias, y aunque su relación con el gol quedó embarrada en el césped de Mar del Plata, consiguió 12 goles de blanquivioleta en sus tres temporadas en Segunda. Tampoco fue un hombre de área Onésimo, su territorio de caza era la banda, por no decir la línea de cal, allí se convirtió en uno de los futbolistas con más fantasía en el regate que pervive en la memoria de los aficionados, para los que era una leyenda desde su etapa juvenil, cuando acudían entre las ruinas del viejo Zorrilla a deleitarse con la delantera que formaba con Pereira y Bernal. 11 goles firmó en sus cinco temporadas de blanquivioleta, interrumpidas por su paso eléctrico por el Cádiz de Mágico González y el Barça de Cruyff.

A dos pasos de alcanzar la decena de goles se quedaron Sánchez Valles y Toño. Uno, lateral izquierdo que destacó como delantero en el fútbol juvenil; otro, un centrocampista de pelea, de los que salían si había barro, que despertó más de una lágrima cuando se anunció su fallecimiento hace apenas unos meses. El resto de goleadores blanquivioleta ya queda muy atrás, uno de ellos es Chuki, que con 5 goles está en condiciones de ser el décimo artillero en el listado pucelano.

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