César de la Hoz, rigor táctico y experiencia
En el difícil reto de enfrentarse a la Segunda División, el Real Valladolid incorpora al centrocampista cántabro, un seguro defensivo en la medular
Miguel Ruiz
Valladolid
Lunes, 31 de julio 2023, 00:32
Dicen con acierto que la experiencia es un grado. Y el de César de la Hoz es un ejemplo perfecto para argumentar que la ... frase parece ser cierta. Jugador nacido en 1992 en el municipio de Orejo, a menos de diez kilómetros de la cantábrica playa de Somo, su currículum parece haber animado al Pucela a pagar para servirse de su experiencia como guía en Segunda, por tener a las espaldas 170 partidos en la categoría de plata (entre Racing de Santander, Albacete y Almería). Es en el conjunto indálico donde De la Hoz ha conseguido brillar de manera constante, sumando como un habitual y consiguiendo, no sólo acrecentar su experiencia, sino sumar el debut en Primera.
Mediocentro defensivo, con posibilidades para ocupar la posición de central en caso de urgencia, en la 22-23 logró jugar en el Almería 18 partidos como titular en el centro del campo, superando los 1.600 minutos siendo capitán en muchos de ellos. Muy destacado en labores de despeje, su porcentaje de acierto en duelos ganados por alto y en intercepciones son muy positivos. Un futbolista con talento para posicionarse y leer la jugada para tratar de anticiparse y evitar faltas innecesarias (sólo 21 en toda la 2022-23) y con un alto número de recuperaciones, superando el 50% de éxito en entradas realizadas durante toda la competición.
Seguro en el pase (mejor en corto que en largo), sin ser un centrocampista distribuidor, sí es un elemento a tener en cuenta dentro de la circulación de balón en la base de la jugada. Posicionalmente en el inmediato escalón superior de la línea defensiva, César de la Hoz sabe ser receptor casual del inicio de la jugada y elegir con acierto el devenir del siguiente nivel. Esa tranquilidad en esa zona caliente (el éxito en el pase en campo propio roza el 90%) puede dotar de tranquilidad a quienes lo necesiten para despejar la presión o buscar que la jugada continúe.
Su capacidad para leer el juego posicionalmente y colocarse en virtud de lo necesario para el equipo es otra de sus grandes virtudes. Como eje no termina de ser un gran baluarte organizativo, pero sí sabe cómo utilizar el espacio para frenar el juego ofensivo rival y tratar de cruzarse en la trayectoria del balón en envíos cruzados, buscando siempre darle continuidad a cada robo, iniciar una posible jugada ofensiva al contragolpe o asegurar el esférico y reorganizar la disposición de los compañeros.
Es, por tanto, un jugador de valor diferencial para una función muy preciada para Pezzolano. En su etapa brasileña, el entrenador uruguayo solía servirse de un dibujo con dos futbolistas en la base. Esto facilita las opciones de César de la Hoz para entrar en los planes del entrenador con facilidad, añadiendo un perfil diferente de los utilizados la pasada campaña, más creativos que defensivos y con menor sentido táctico de la posición a la hora de defender.
Recuperar posición
Ni Kike Pérez ni Monchu parecían sentirse del todo cómodos en un rol que exigía, no sólo la frescura para tratar de superar líneas de presión, sino viveza para recuperar posición con asiduidad cuando hace falta. En ese campo, César de la Hoz parece sentirse como en casa, por lo que su rol y su experiencia parecen encajar en esa idea que debe ir asentando Paulo Pezzolano en los jugadores para tratar de asaltar el reto del ascenso.
El Real Valladolid se hace con un líder para la medular. Un mediocentro defensivo experimentado y de garantías, que posee criterio asociativo pero que destaca ante todo por su rigor táctico y su desempeño defensivo para acoplarse a un sistema que, previsiblemente, aún tendrá mucho que engrasar a la espera de que las ideas calen del todo en los jugadores y de que puedan llegar nuevas piezas.
Semana clave
Con dos semanas escasas para dar comienzo a la temporada, el Real Valladolid aún tiene muchos aspectos sobre la mesa que tratar y cerrar convenientemente. En lo que se refiere a lo deportivo, el primer equipo acelera esta semana para progresar en su puesta a punto y limar determinados aspectos que han chirriado en sus tres primeros amistosos de pretemporada. Pezzolano mantiene su detallada programación en busca de llegar al día 11 de agosto en las mejores condiciones posible para debutar con garantías ante el Sporting de Gijón.
Y en lo que respecta a los despachos, la secretaría técnica continúa trabajando para cerrar no pocas salidas que abran la puerta a incorporaciones que se antojan necesarias en el esquema de Pezzolano. Todo apunta a que el club apurará el mercado hasta última hora.
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