Con el culito prieto hasta el final

El otro día comentaba que esta temporada hemos visto al Real Valladolid jugar muy buenos partidos. Ya sabéis que creo que esta plantilla está muy por encima de la situación en la tabla que tenemos y que no deberíamos pasar agobios. Dije el día que empezaba la temporada que esto era una liga de chinos en la que había al menos 10 equipos con una calidad muy similar. Venir de Segunda con un equipo conjuntado y con inercia ganadora hace que en muchas ocasiones los recién ascendidos hagan una buena temporada tras su regreso a la liga. Y eso pensaba. Bueno, decía que había visto al Pucela jugar muy buenos partidos y que esto sólo lo arreglábamos jugando como en nuestros orígenes. Aguado, Mesa, Plano, extremos... Y pese a la relajación del Barça volvimos a ver a ese equipo valiente que ha ganado partidos en casa y que nos ha divertido muchos días (incluso sin ganar como los partidos ante Betis y Osasuna, por ejemplo, que con dos 0-0 nos lo pasamos muy bien en el campo).

Ahora hay que refrendar lo que hemos visto el martes. En Almería, ni más ni menos. Un campo que no es que se nos dé mal, es que ahí he visto cosas como aquel gol de Negredo de falta o que nos remontasen para perder un partido que íbamos ganando con 2 jugadores más que el Almería en el campo. Pues si unimos eso a los petardazos que pegamos fuera de casa, especialmente después de un buen partido en casa, veo que nos tocará sufrir. Fuera euforia, fuera exceso de confianza, fuera agresividad innecesaria. Sólo fútbol, convencimiento, unión y concentración. Y valentía. Capacidad de sufrimiento y fútbol.

No sé las posibilidades matemáticas que hay, entre otras cosas porque cuando estoy escribiendo esto no se ha jugado el Mallorca-Valencia. No sé quién tiene mejor calendario, porque eso siempre me ha parecido una tontería. Muestra de ello es esta jornada. Solo sé que si pensamos en que sabemos hacer las cosas bien hay muchas posibilidades de hacerlas bien. Pues al lío.