Álvaro Aguado, la inesperada estrella emergente del Real Valladolid
El mediocentro, que pensaba que saldría del equipo en verano, marcó su primer gol en Liga como blanquivioleta y brilló a un gran nivel ante el Alcorcón
Álvaro Aguado no esperaba ser, a estas alturas de la temporada, una de las estrellas emergentes del Real Valladolid. El mediocentro jiennense volvió a ... los Anexos este verano después de una cesión poco productiva en el Fuenlabrada (320 minutos) y, según sus propias palabras, pensaba que tenía «los dos pies fuera» en el nuevo proyecto de Pacheta. Sin embargo, el fútbol ofrece asideros inesperados: Aguado se ganó un hueco en la accidentada pretemporada del equipo y, en el inicio de la competición, ha tenido minutos en todos los partidos hasta alcanzar la titularidad hace dos jornadas en Girona y destapar a lo grande el frasco de las esencias el pasado domingo frente al Alcorcón. Aguado, con su imagen inconfundible de medias bajas y pernera subida, ha empezado a crecer exponencialmente. Su último partidazo en Zorrilla dibuja a un futbolista ambicioso, dotado para la creación, vertical y hasta con nuevas habilidades goleadoras (ante el Alcorcón marcó con maestría su tercer tanto en 68 partidos en categoría profesional y el primero en Liga como blanquivioleta).
El triunfo por 2-0 frente al colista ha servido al Pucela para recuperar una alegría colectiva. Aguado, que había apostado la pasada semana por «enganchar al público desde el primer minuto», se mostró este lunes muy satisfecho por la comunión con la grada. «Es el mayor valor para conseguir los tres puntos y lo conseguimos. Ya desde el calentamiento notamos el ánimo y el apoyo de la afición. Eso ayuda para que las cosas salgan bien, individual y colectivamente».
En los últimos noventa minutos disputados, Álvaro Aguado ofreció 74 pases, con una efectividad del 88%, toda una muestra de cómo canalizó el juego blanquivioleta junto a Roque Mesa, también muy acertado. Su único tiro a puerta cristalizó en el primer gol del Real Valladolid y su cuenta realizadora pudo ser incluso mayor. Sin embargo, el centrocampista no quiere mecerse en la loada actuación individual y apunta al éxito coral. «Creo que estuve en la línea del equipo. Cuando todos vamos a una, somos valientes y atrevidos, las cosas salen más fluidas. Ante el Alcorcón fue un buen partido de todo el grupo», remarcó.
Esta versión estelar de Aguado es nueva, ya que el mediocentro no había emitido un brillo parecido en sus cesiones consecutivas al Numancia (solo ocho partidos jugados) y Fuenlabrada (participó en 12 encuentros). «Son circunstancias. Ya comenté la pasada semana que cada temporada es un mundo. No achacaré a nadie por qué no he jugado en otras campañas. Si fue culpa de equis personas o fue culpa mía. Yo estoy en el día a día y mirando hacia adelante. No miro nunca atrás».
Álvaro Aguado admite que los últimos años han sido «complicados personalmente», con mucho «sufrimiento» de su familia, al observar cómo se estancaba su carrera. «Lo del Alcorcón fue un alivio para todo el mundo y para mí supuso una alegría marcar en Zorrilla».
La debilidad que mostró el colista no empaña la mejoría que experimentó el Real Valladolid, aunque el vestuario blanquivioleta sabe que tendrá que refrendar todas las buenas sensaciones el próximo viernes en Ponferrada. «Hay que hacer el mismo partido contra otros rivales, pero no veníamos precisamente de ganar los últimos tres encuentros, sino todo lo contrario. Es cierto que jugábamos contra el colista, pero veníamos de perder tres encuentros. Se daba por hecho que era un partido fácil y hoy se ve todo muy bonito, pero era un partido trampa. También se daba por hecho que ganaríamos los anteriores choques y el Burgos nos metió tres goles fácilmente. Mientras demos la talla y estemos centrados, da igual quién tengamos delante».
Por eso, Aguado apuesta por mantener la versión «enchufada» mostrada ante el Alcorcón. «Si no estamos como debemos estar, cualquier equipo te puede poner las cosas difíciles. El Burgos, en teoría, tampoco es un equipo llamado a estar en la parte alta y nos metió tres», insistió el mediocentro.
El nuevo dibujo 4-4-2 ha encontrado aceptación en el vestuario después del exitoso partido frente al Alcorcón. Aguado admite que «cuando se gana, todo se ve bien», pero va más allá al señalar que el Real Valladolid ha encontrado la potencia de fuego ofensiva que se le venía negando con el esquema de tres centrales. «Atacando, estuvimos más ordenados y eso hace que defensivamente no sufriéramos tanto. Es verdad que los esquemas los hacemos buenos los futbolistas, pero también es verdad que en los partidos anteriores no nos encontrábamos del todo cómodos atacando y dejábamos mucho espacio detrás de los mediocentros. Lo sufrían los defensas, pero, bajo mi punto de vista, era culpa de los atacantes».
El Real Valladolid desplegó ante el Alcorcón toda su furia ofensiva (19 lanzamientos totales, ocho a portería) y pudo firmar una goleada más allá del 2-0 final. En el vestuario, la prioridad pasaba por «cortar la racha» de derrotas. «Así lo hicimos. Queríamos disponer de muchísimas ocasiones y ser un equipo valiente porque veníamos de no serlo. No teníamos ni media ocasión por partido. Ante el Alcorcón pudimos acabar cinco o seis a cero. Quedamos 2-0, así que nos lo guardamos para otro partido», declaró Aguado con una sonrisa.
Pacheta tiene el mérito de haber espoleado a un futbolista como Álvaro Aguado y el propio jugador agradece que tanto el entrenador «como todo el cuerpo técnico» le hayan tratado «como a uno más desde el primer día». «Yo tengo muchísima confianza de por sí, pero eso ayuda a que estés más fluido en el terreno de juego y que salgan las cosas. Si fallas, no tienes ese miedo para que, a la mínima que cometas un error, prescinda de ti. Pacheta es un entrenador más de los que he tenido y aprendo con él como con el resto», apuntó Álvaro Aguado, sin criticar a anteriores técnicos que le concedieron menos oportunidades.
El buen partido ante el Alcorcón llevará a Pacheta, previsiblemente, a calcar el mismo once titular el viernes en El Toralín ante la Ponferradina (21 horas). Aguado está listo para seguir brillando. «Yo siempre voy a estar preparado para intentar hacerlo lo mejor posible, si el míster me da la oportunidad. Creo que todo el equipo le puso las cosas muy difíciles ante el Alcorcón. Este fin de semana tiene una buena papeleta porque todos hicimos un gran trabajo y eso es una buena señal».
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