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A veces parece que juega a esconderse. Que se agacha entre las nubes para huir de las decenas de ojos que se elevan en su búsqueda. Si estas desaparecen –o se elevan–, dejándole al descubierto, opta por cambiar de traje. Camaleónico por naturaleza, se viste de blanco cuando caen las nieves del invierno, y se queda desnudo según se acerca el sol a sus 2.117 metros.
Cuando las hojas del calendario avanzan, el verde pintará sus collados y praderas de un colorido especial, conseguido a base de mezclar los primeros rayos de la primavera berciana. El pico Catoute, emblema de la comarca, considerado para la mayoría como el «techo» de su hogar con 2.117 metros –aunque la cumbre más alta sea la vecina Vadeiglesias, con 2.134–, goza de la fama y se ha convertido en una de esas rutas indispensables en Castilla y León.
La ruta de ascensión al Catoute está perfectamente señalizada mediante balizas con marcas blancas y amarillas (pequeño recorrido) bajo la denominación de ruta PR-LE 45.
Aunque existen otras alternativas, para esta ocasión escogeremos como punto de partida el pueblo de Colinas del Campo. Una curiosidad, el nombre completo... (Colinas del Campo de Martín Moro el Toledano). Precisamente, el nombre, en un gigantesco cartel te saluda al llegar a a la población, perteneciente al municipio de Igüeña -en estas fechas, también recomendable un chapuzón en la piscina fluvial del río Boeza-.
Tras cruzar bajo el arco de la ermita nos encontramos con el puente sobre el río Boeza y nada más atravesarlo giramos a la derecha para tomar un camino donde comienza la ruta del Catoute (hay un cartel indicativo, con el inicio de la ruta).
El camino se desarrolla en esta primera parte con el río a la derecha y abundante vegetación, que sobre todo en verano se agradece para protegerse del sol.
Cuando dejamos el río Boeza, nos acercamos al río Susano. La ruta entre dos ríos también se agradece en época estival, porque baja la temperatura y dota de frondosidad al camino.
Seguimos remontando el valle de Susano por un camino cómodo en contínua pero suave subida hasta que éste se va estrechando y desemboca en las Praderas de Susano. Justo antes de entrar en dichas praderas, abandonamos el camino para tomar un sendero que sale a nuestra izquierda y donde veremos un cartel que señaliza la subida al Catoute. Hasta éste punto llevaremos aproximadamente entre cuarenta minutos y una hora de ruta.
A partir de aquí comienza la parte más dura del recorrido pues ya no dejaremos de subir un fuerte desnivel hasta la cumbre y todavía nos queda entre una hora y media y dos horas para alcanzarla.
Ahora el camino se convierte en senda que en un primer tramo transita entre una jara de gran altura que hace muy estrecho el camino. A medida que vamos ganando metros, la espesa vegetación va clareando y aparece ante nosotros un circo que tendremos que remontar para alcanzar el primer collado. La subida a lo alto de éste circo requiere de esfuerzo pues superaremos un buen desnivel por un duro sendero en zig-zag. En éste tramo cruzaremos la Fuente de los Gallones donde podemos hacer una parada para refrescarnos con su fría agua (merece la pena).
Una vez superado el circo, el sendero nos deja en un collado desde donde podemos ver nuestro objetivo perfectamente señalizado con balizas e hitos de piedra. Tendremos que superar un primer tramo de pedreras muy incómodo de caminar hasta llegar a un rellano de la antecima donde comienza la ascensión al cono terminal del pico.
Superadas las incómodas pedreras, la senda nos sitúa en el rellano de la antecima donde solo nos queda remontar el último tramo hasta la cumbre. Es un tramo con un 30% de inclinación que sin nieve no ofrece mayor dificultad.
Como curiosidad, el Ayuntamiento de Igüeña instaló hace dos años, en 2019, un banco «contra la despoblación». La forma de subir el banco y su duración en la cumbre (apenas unas semanas)... se mantienen en el anonimato.
Toca bajar, y si para el ascenso se emplean unas tres horas; el descenso, sobre todo en el inicio y en la parte de la pedrera, puede llevar el mismo tiempo. Hay que recordar que superaremos en apenas 14 kilómetros más de 2.000 metros de desnivel acumulado.
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