Un muro como estigma invisible
Pese a los avances médicos y psicosociales, la enfermedad mental encuentra aún obstáculos sociales
CONCHI VICENTE-ICAL
Domingo, 11 de octubre 2015, 18:26
La reforma psiquiátrica en España promovida con la Ley de Sanidad de 1986 supuso un revolucionario cambio en la visión que hasta entonces se tenía de las personas con enfermedad mental. Hombres y mujeres encerrados muchas veces en condiciones infrahumanas pasaron a ser considerados ciudadanos con derecho a recibir un tratamiento adecuado, igualándose de este modo a cualquier otro enfermo. Los llamados manicomios fueron clausurados y los pacientes regresaron a sus hogares. 29 años después los avances médicos y tratamientos psicosociales han evolucionado hasta el punto de dar pasos de gigante en el duro camino hacia la normalización de las personas con enfermedad mental. Una evolución que, no obstante, no ha corrido pareja a la aceptación de una sociedad que aún mira con temor y prejuicios a las personas con enfermedad mental.
«A nivel social queda todavía queda mucho por hacer; el estigma es nuestra asignatura pendiente», afirma rotunda Ana Martín Villamediana, coordinadora de la Asociación de Familiares y Personas con Enfermedad Mental (Feafes) de Palencia, que este año cumple su vigésimo quinto aniversario de vida.
Pese a que una de cada diez personas sufrirá una enfermedad mental que requerirá apoyo profesional a lo largo de su vida, que supone en Castilla y León el 12,5% de todas las patologías por encima del cáncer o de los trastornos cardiovasculares, y que es la segunda causa de incapacidad, es una enfermedad sobre la que no se habla, ni se ve ni se oye. «Solo cuando se produce algún suceso», se lamenta Ana Martín, que argumenta el dolor que produce en los diagnosticados que se les vincule con hechos violentos.
Según datos de la Estrategia de Salud Mental del Sistema Nacional de Salud, el 1% de la población está diagnosticada de esquizofrenia, el 9% sufre algún tipo de trastorno mental y un 15% de los españoles, más de seis millones de personas, padecerán en algún momento de su vida alguna enfermedad de este tipo. «Sin embargo, mientras que todos conocemos gente que ha sufrido cáncer, que tienen una incapacidad física o algún trastorno cardiovascular, es muy difícil saber de alguien que reconoce sufrir enfermedad mental porque sigue provocando dudas y temores infundados en buena parte de la población», valora Martín.
Así pues, casi tres décadas después, todavía se erigen muros ante las personas con enfermedad mental; los de los manicomios han sido sustituidos por los invisibles del estigma y los prejuicios. Los datos hablan por si mismo: el 75% de la personas con enfermedad mental reconoce haberse sentido discriminada en algún momento de su vida por su dolencia y el 44% afirma haber sufrido discriminación laboral.
Ponte en mi lugar
El Día de la Salud Mental que ayer se celebró bajo el lema Ponte en mi lugar. Conecta conmigo persigue visualizar y dar a conocer a la sociedad la verdadera cara de estos pacientes para tratar de arrancarle la venda de los prejuicios que no le deja conocer a las personas que hay por encima de la enfermedad. «Una persona con enfermedad mental que tome correctamente su tratamiento puede tener una vida totalmente normal; trabajo, casa, amigos... y cumplir y relacionarse como cualquiera», dice Martín. Numerosas actividades se celebran, pero quizás la que más repercusión vaya a tener será la proyección de una película-documental realizada por la compañía farmacéutica Jansen en la que participa un usuario de Feafes Palencia y que recoge los testimonios de varias personas con diagnóstico de esquizofrenia que llevan una vida completamente normal. La cinta, titulada #di_capacitados ha sido preseleccionada para los Premios Goya como mejor Película-Documental, se estrenó el 5 de octubre en Madrid y está previsto que se pase por todos los cine de España. Acabar con el estigma es la asignatura pendiente, pero hay muchas otras que estas personas están logrando aprobar con excelentes notas durante los últimos años gracias al apoyo médico y del movimiento asociativo.
Avance farmacológico
Desde el punto de vista farmacológico, desvela Rosa María Gómez, presidenta de Feafes Palencia, ya existen inyectables mensuales con tratamientos sin efectos hipnóticos e invalidantes que les permite llevar una vida totalmente normal. En el ámbito de la inserción social y laboral, también se han logrado importantes avances. Feafes Palencia ofrece a sus usuarios una amplio abanico de servicios que pasan desde la consulta psicológica hasta talleres ocupacionales y de ocio que contribuyen al desarrollo de las habilidades sociales y domésticas muchas veces olvidadas en el transcurso del desarrollo de la enfermedad.
Ana Martín recuerda que, cuando se creó Feafes Palencia hace 25 años, la asociación estaba enfocada a servir de apoyo a una familias que veían como sus hijos regresaban a sus casas de los centros pisquiátricos sin tener ninguna preparación para atenderlos. Siempre contando con el apoyo de las administraciones, especialmente de la Gerencia de Servicios Sociales de la Junta, reconoce Martín, Feafes fue abriendo nuevos recursos que ahora permiten una atención integral a los usuarios
Con 164 socios entre familiares y personas con diagnóstico, Feafes Palencia ha atendido en lo que va de año 776 consultas y acoge diariamente en su sede a más de 60 personas que realizan diferentes talleres y actividades cuyo objetivo prioritario sigue siendo la normalización e integración.
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