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Dos empleados de Chocolates Trapa, que cuenta una plantilla de setenta trabajadores.

Chocolates Trapa aúna la tradición con la incorporación de nuevos sabores

Europraliné ha puesto en marcha una línea sin gluten y trabaja en otra para alérgicos a la lactosa

LUIS ANTONIO CURIEL

Lunes, 25 de agosto 2014, 12:18

La empresa Europraliné adquirió en 2013 la emblemática fábrica de Chocolates Trapa, en Dueñas, y desde entonces trabaja en el diseño de una nueva imagen, con el fin de levantar el negocio y buscar su viabilidad. Los resultados de este año van por buen camino y ya se está trabajando en la campaña de Navidad, en la que se espera duplicar el volumen de negocio del año anterior. En estos momentos, Trapa cuenta con setenta empleados en plantilla. Esta empresa nacional, entrañable, vuelve otra vez a salir adelante. Y al final, como en todos los negocios, es fundamental recuperar la confianza entre los proveedores y los clientes. «Desde el primer momento, hemos querido mirar hacia adelante y hacia el futuro para cambiar de etapa y demostrar que somos diferentes, que somos nuevos y hacemos las cosas de otra manera. Lo que nos importa es el negocio y los clientes. Seguir hacia adelante, trabajar con ilusión y empeño y liderar con el ejemplo. Hemos venido a trabajar y a hacer buen chocolate para dar gusto y placer a nuestros consumidores. Somos una empresa cercana y amable que transmitimos lo que somos», afirma con énfasis Carlos Monzón, director general de Europraliné.

En estos primeros meses, Europraliné ha recuperado las condiciones básicas de los equipos, adaptándolos a nuevos formatos. También está trabajando en la elaboración de un plan industrial para desarrollarlo a partir de enero de 2015, lo que permitirá recuperar el área de elaboración más clásica; además de mejorar la partes de investigación y desarrollo, para las que se están buscando nuevas líneas de ayuda, así como la posibilidad de firmar algún convenio con alguna universidad regional o local, y el desarrollo de nuevos productos y sabores.

En el área comercial se ha realizado una nueva tienda en planta, que sustituye al antiguo quiosco, y se ha abierto una nueva tienda en León. Un modelo que continuará con la apertura de otras tiendas y que tiene un marcado carácter didáctico. Este plan industrial permitirá realizar nuevas inversiones en la planta chocolatera y se prevé un crecimiento de la plantilla.

Trapa está vinculada profundamente a sus raíces palentinas,al tratarse de su mercado natural y de origen. «La empresa chocolatera ha crecido junto con la población palentina y está muy arraigada en ella. Todos hemos disfrutado de compartir un chocolate Trapa en familia», asegura Jon Hernandorena, director comercial de Europraliné.

La marca Trapa está muy enraizada en la sociedad, lo que se refleja en el elevado índice de notoriedad entre los consumidores españoles. Es una marca con un sabor a tradición, que se identifica con el buen hacer de los monjes, que fueron los iniciadores de la actividad chocolatera en Palencia en 1891. Ellos trajeron el cacao de las misiones de América, pues el cacao entraba en Europa por España. Ese hacer artesanal de unos grandes maestros chocolateros ha dejado recetas que aún hoy se siguen elaborando. De hecho, Palencia tiene a gala que el primer bombón industrial que se elaboró en España se hizo en la Trapa en la década de los sesenta. «Mantenemos unas relaciones muy estrechas con los monjes, no sólo por la proximidad, sino porque ellos siguen preocupados por el negocio, y además colaboramos con la comunidad en varios negocios, comercializamos su leche y nos visitan con frecuencia, al igual que nosotros acudimos al monasterio», agrega Carlos Monzón.

Los chocolates calientes y fríos que se sirven en el quiosco están realizados con leche de las vacas de los monjes. La fábrica cuenta con un sabor tradicional importante. Junto a una moderna maquinaria, Trapa conserva y utiliza parte de las máquinas que empleaba la comunidad cisterciense hasta la venta de la fábrica en 1960. También es curiosa la talla de San José presidiendo la fábrica y que es muy querida entre los empleados.

Materias primas

El cacao procede de Centroamérica, Costa de Marfil y Ghana, principalmente. Trapa intenta buscar las mejores calidades y sobre todo el sabor del chocolate y su intensidad. Además, la empresa emplea en muchos de sus productos frutos secos, que son tostados en la propia fábrica, por lo que se está muy pendiente de todo el proceso de fabricación. Es el caso de los pralinés, que se realizan de forma artesanal, mientras que las cremas y los rellenos también se elaboran en la propia planta. Todos los procesos son muy naturales.

La fábrica permite visitas con el fin de dar a conocer el chocolate, los beneficios que tiene y así ofrecer una forma nutricional sana, para que los niños y adultos conozcan las ventajas de este alimento tan beneficioso. El tema de salud es algo que la empresa chocolatera lleva a gala, consciente de la importancia que tiene cuidar al público infantil, por lo que todos los productos son elaborados a partir de ingredientes naturales. Trapa también está desarrollando una línea completa de productos sin gluten, aptos para celiacos, y que ya están en el mercado. Además, Trapa trabaja en una gama de productos para los alérgicos a la lactosa. «El chocolate tiene que ser un placer sin complejos, por lo que es muy importante emplear materias primas de calidad», agrega.

Nuevos productos

La nueva dirección de Chocolates Trapa mantiene la línea clásica de producción, como los Cortados tradicionales y los clásicos Bombonísimos, a la que se han incorporado nuevos modelos y formatos. «El mercado está en constante evolución y necesita dinamismo, porque los gustos del consumidor cambian y varían de una forma rápida. En esta línea estamos trabajando con bombones como El Tararú que sacamos en Semana Santa, la nueva gama Trapa Kids, orientada al público infantil y juvenil, o los bombones con nuevos sabores y rellenos, pero siempre basándonos en la calidad y en la materia prima. Para nosotros es fundamental la línea de salud», añade el director general de Europraliné.

Los Cortados cuentan con una tradición muy importante y son uno de los productos más queridos entre los consumidores, que se elaboran con mucho mimo. El formato de elaboración es difícil, pues forman un cofre de chocolate que contiene varias capas de relleno que hay que elaborar en varias fases.

El proceso de elaboración del cacao cuenta con varias fases, como la limpieza del cacao en grano, el tostado, el descascarillado, el molido, el refinado, el temperador, los trenes de moldeo para tabletas y bombones, el empaquetado y el almacenado. Un proceso que permite controlar los distintos pasos hasta obtener las tabletas y bombones en unas condiciones óptimas.

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