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Que hay sitio, defendía Manuel Saravia para cargar de razones el nuevo Plan General de Ordenación Urbana. Que en los huecos de la ciudad, de la 'mancha urbana', «todavía caben veinte mil viviendas», suficientes para una ciudad que, con el Plan anterior, contemplaba construir ochenta mil, buena parte de ellas incrustadas entre ambas rondas e incluso más allá. Y al ver las promociones en marcha, dentro de la Feria Inmobiliaria que se celebra estos días, se comprueba que es así. Aún más. Que esos espacios del centro, esos huecos enlos que se puede construir obra nueva, son apetecibles. Lo confirmaba Alberto Vara, de Valleres, al hablar del edificio que van a construir en Mantería con José María Lacort. «Es un ejemplo de esa cuestión. Esto es un hueco que lleva muchos años ahí, que necesitaba una salida y hemos dado una solución para que la gente pueda tener una vivienda en el centro y a un precio asequible».
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Porque esa es otra cuestión que contribuye a reactivar el centro, y el entorno más inmediato, como zona de atractivo para los clientes.El precio. Aunque sin chollos espectaculares, promotores y constructores hablan de que ahora los precios son «razonables». Miguel Palmero, director general de Libra, promotora recién desembarcada enValladolid tras 18 años en Madrid, considera que ya no hay vuelta atrás en esto del precio contenido. «En Valladolid la gente quiere centro o áreas que sean muy próximas. En el Plan General se insiste en la zona de los Talleres de Renfe, los cuarteles de la zona de La Rubia… Hay una tendencia muy clara a que el centro vuelva a revitalizarse siempre y cuando se mantengan unos precios razonables. Lo que vivimos antes de la crisis fue un boom espectacular que ahora se vuelve a vivir en algunas zonas de Madrid y Barcelona, pero creo que no tiene mucho sentido que se vuelva a esos 12.000-15.000 euros por metro cuadrado en esas capitales», asevera.
Dolores Tasis, de Real 28, admite que «sí se nota que la gente quiere acercarse un poco a la ciudad, el hecho de estar cogiendo coche y lo que pasó con el boom, de tener que marcharse por precio de la ciudad… Ahora la gente quiere retornar», aunque localidades comoArroyo oLaguna tienen ya una demanda elevada por su propia entidad como municipios.«Arroyo va a seguir como está y Laguna tiene ya 25.000 habitantes y eso genera una demanda interna propia del municipio. Es un pueblo que tiene todos los servicios y a cinco minutos de Valladolid porque además la entrada de Laguna es directamente al centro», dice.
Lo del precio, como siempre, va en función de posibilidades. Alberto Vara pone cifras a sus pisos de «tres dormitorios, con garaje y trastero», en Mantería. «En régimen de comunidad de propietarios vamos con precios muy asequibles, tres habitaciones por unos 340.000 euros aproximadamente», señala.
Quienes tienen presupuestos más limitados tienen otras opciones que también están presentes en la Feria y que suponen un cierto cambio en la manera de operar.Así, por ejemplo, Esperanza Lorenzo, de la inmobiliaria Espacio, presentaba la que será su cuarta fase de viviendas de protección oficial en Los Viveros. «El sorteo de Viveros 3 se hizo hace tres años y nos costó bastante sacarlo adelante, pero hoy por hoy se ha vendido casi todo y solo nos quedan cinco viviendas de 91 y ahora mismo estamos entregándolas. A lo largo de noviembre haremos el sorteo de Viveros 4, que son 82 viviendas de 2, 3 y 4 dormitorios.
Es la cuarta fase que hacemos en esa zona», señala. Ylas perspectivas son muy buenas, porque asegura que esa querencia a acercarse al núcleo urbano es palpable. «Como las nuestras son de protección oficial hay que cumplir una serie de requisitos de ingresos, no tener vivienda en propiedad y estar apuntado en la lista de demandantes. Tengo clientes que han vendido sus viviendas de pueblos para venirse a Valladolid. Y Los Viveros está relativamente cerca del centro para ser vivienda de protección oficial», explica.
Otros que buscan fórmulas alternativas son Francisco Capellán (Real Estate Vision) y Agustín González (AG3). Su modo de actuar es algo distinto. «Nos hemos asociado también con AG3 para hacer una cooperativa al contrario», dice Capellán. Y lo explica: «Recopilamos personas que quieren vivienda». Es decir. «Tenemos, por ejemplo, doce personas que quieren vivienda en la zona sur de Valladolid. Vemos qué buscan, localizamos solares, sondeamos el mercado, hacemos el proyecto, vamos a por las personas, 'tenemos el solar a este precio y las viviendas saldrían a este otro, ¿vamos a por ello?'. Y si hay más se promociona para intentar buscar clientes y construimos para ellos. Ya no se pone el edificio y esperamos a que se llene, sino que vamos a ver dónde hay necesidad real». ¿Y dónde han detectado que existe esa necesidad real? Pues sí.De nuevo, dentro de esa famosa 'mancha urbana':«En Villa de Prado, Covaresa, Zona Sur».
Agustín González, de AG3, su compañero en este viaje, explica con cifras parte del porqué de este cambio. «El barrio Villa de Prado era propiedad en un 95% de la Diputación Provincial, lo desarrolló el Ayuntamiento en un esquema de gestión mixta, con un 40% de vivienda protegida que se vendió, mientras que en vivienda libre se llegó a vender la mitad. Ahora mismo quedan viviendas libes que en su momento fueron carísimas, de un precio de 300.000 a 360.000 euros en dos y tres dormitorios y ahora hablamos de un coste de oportunidad. Hacemos adosados casi al 50% de lo que se hicieron en su momento, porque estamos comprando suelo a menos de la mitad y los costes aún no se han disparado», explica.
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