Melchor Mauri contra todos y Rominger en plan arrollador

La Vuelta a España de 1991 y la de 1994 tuvieron un punto de conexión. El vencedor en la cronometrada de Valladolid fue también el ganador absoluto de la ronda española. Así sucedió con Melchor Mauri, primero, y con Tony Rominger, después.

La decimonovena y antepenúltima etapa de 1991 sobre 53 kilómetros se disputaba en forma de contrarreloj en la ciudad de Valladolid. Viniendo de León, la capital del Pisuerga estaba dispuesta a dictar sentencia sobre quién iba a ser el vencedor final. Y Melchor Mauri, con 1:06.15, fue el que mejor registro logró en la línea de meta. A un minuto y seis segundos, Miguel Induráin entraba segundo, y tercero, Eric Vanderaerden.

Curiosamente el ganador en la general fue Mauri y también en segundo lugar se clasificó Induráin, corriendo por el Banesto. Lo cierto es que Mauri entró triunfal en Valladolid dando pedaladas a más de 48,181 km. Arrasó en la crono defendiendo su 'sufrido' jersey amarillo y aumentando la ventaja en más de un minuto con el navarro Miguel Induráin. Tercero en el global de la meta de Madrid fue Marino Lejarreta y aquí, en esta terna, fue donde esta vuelta tuvo algo más de chicha.

Manolo Saiz era el director del equipo ONCE en el que corrían tanto Mauri como Lejarreta. Porque: ¿se puede ganar una gran ronda sin que tu propio director de equipo confíe en ti? Mauri había sido el dominador en las tres contrarreloj que tuvo esa edición. Por tríos, por equipos y en la individual. De hecho, se había convertido en el imprevisto líder invitado de la prueba desde el primer día en la crono de Mérida. Y eso que, sin embargo, en la cabeza de su jefe, Manolo Saiz, estaba que esa vuelta sería para Lejarreta ya que a Mauri no le iba a dar su capacidad para aguantar los finales en montaña. De hecho, algunos de los planteamientos tácticos del equipo de la ONCE fueron en esa línea y en mantener a Lejarreta como segundo por si acaso el catalán Mauri flaqueaba. De ahí los ataques en los Lagos de Covadonga y en el alto del Naranco. Sin embargo, Melchor Mauri corrió esa vuelta por todos y contra todos y se alzó con el triunfo en una carrera con podio íntegramente español.

La única duda es qué hubiera pasado si la montaña de Pla de Beret, la etapa reina de ese año, no se hubiera suspendido tras la nieve que provocó la imposibilidad de subir la Bonaigua en Pirineos. Pero Mauri, en estado de gracia, ganó a Induráin con 2,52 de ventaja (antes de que este encadenara cinco victorias en el Tour de Francia), y 3,11 sobre Marino Lejarreta, el líder de esa escuadra para Saiz, aunque no pudiera decirlo en público.

La última vez que la contrarreloj se disputó en Valladolid fue hace 29 años. La primera etapa de la ronda española partía de aquí el 25 de abril de 1994 en una crono sobre 9 kilómetros. El suizo Tony Rominger iba a sacar su golpe de pedal para vencer con 10 minutos y 35 segundos, por delante de Alex Zulle (ONCE), vencedor de la prólogo del año anterior en A Coruña, y de Melchor Mauri (Banesto).

El ganador de las dos últimas ediciones de la vuelta, Rominger, empezaba ya con buen pie en la prueba de Valladolid. Tal y como sucediera tres años atrás, el corredor de Mapei se alzó también con el triunfo final en la general después de 21 días, seguido de los 'Banestos' Mikel Zarabeitia y Pedro Delgado que componían un verdadero equipazo.

La Vuelta ya se veía en 82 países con 240 millones de personas. Por su parte, en Valladolid se iban a juntar 150000 personas en el recorrido y el tráfico estuvo cortado durante seis horas. Al día siguiente la carrera marchaba hacia Salamanca con salida desde el Campo Grande.

Ha habido que esperar, pero Valladolid será el escenario de una nueva contrarreloj de la vuelta el 5 de septiembre. Supondrá la octava vez en la historia en la que los ciclistas transitarán las calles de Valladolid en un recorrido de 25 km.

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