Álvaro Robles 'Gori': «Me encanta el cocido por encima de todo»

Álvaro Robles Cantalapiedra, alias Gori, es un productor vallisoletano de espectáculos de comedia con su empresa Gori Producciones. Antes de ponerse a ese lado del negocio, fue mago y se dejó ver por la asociación de malabaristas y circo e incluso hizo cursos de actor. Gastronómicamente se define como muy fan de la Thermomix y del cocido, en especial del maragato. Tampoco se olvida de un plato que le maravilla, las croquetas.

–A un hombre tan polifacético como usted no le ha dado por la cocina.

–La verdad es que no. Cocino con la Thermomix. Me lo hace todo, la Thermomix y mi madre.

–Mejor su madre.

–Eso es lo que le digo a ella para que me siga suministrando táper (risas).

–Veo que no se atreve con los fogones.

–La verdad es que no. Con la Thermomix investigo, pero siempre según lo que marca el manual. Soy muy estricto con las medidas. Mi novia se enfada conmigo por ello. Si dice 100 gramos de arroz, no echo ni un gramo más ni uno menos. Si pone 100, no voy a echar 101.

–¿Cuál es ese plato que le encanta?

–El cocido, sin duda, por encima de todo. El maragato me gusta mucho por el orden inverso de los platos, pero el cocido en general. En segundo lugar, las croquetas.

–Como mago que ha sido, ¿le han hecho magia en algún restaurante?

–Un montón de veces. Aquí en Valladolid con el Tigretostón de Los Zagales, que te sorprende con su sabor. La croqueta de El Corcho o la de El Ángel, o el montadito de solomillo de La Tasquita. Son elaboraciones que de repente te pones a pensar cómo han sido capaces. Yo junto en mi casa los mismos ingredientes y el resultado no es el mismo (risas).

–¿Lo más extraño que ha probado en su vida?

–No soy mucho de cosas raras. Lo más extraño que he probado fue comer un pez cuando yo no como pescado. Lo probé porque lo habíamos pescado. Me vi obligado por haberlo conseguido pescar con mis propias manos.

–Ese recuerdo gastronómico que siempre le acompaña es...

–Las croquetas de huevo de mi tía.

–¿Se atreve con casi todo en la mesa?

–No, como muy mal. El pescado ni lo pruebo. Será un trauma de la infancia o algo así. A nivel de carnes, voy a muerte. No le hago mucho caso al ministro Garzón.

–¿Cuál es para usted el producto estrella de la gastronomía de Castilla y León?

–El lechazo, que es de lo que más me gusta.

–¿Vino o cerveza?

–Vino, sin duda, y Ribera del Duero. Es el vino que más me gusta, quizá porque es al que estoy más acostumbrado a tomar.

–¿Cuál es ese restaurante que siempre recomienda?

–En Valladolid, El Ángel sin duda. Forma parte de la oficina. Yo curro en casa y es donde trabajamos, pero también donde festejamos o donde terminamos comiendo cuando el aperitivo se lía más de la cuenta. Es casi como una segunda casa.

–¿Cuál sería su aperitivo favorito?

–Para mí, el aperitivo ideal sería una montadito de solomillo al roquefort de La Tasquita, unos calamares del Aljarafe, las patatas del Málaga y, como colofón una croqueta de El Ángel. Todo ello acompañado por un mosto o un vino.

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