Leche cisterciense para todos

El monasterio de San Isidro de Dueñas, popularmente conocido como de La Trapa, distribuirá leche en tetra brik como una apuesta por subsistir. Los religiosos redirigen así la producción de la granja de San Isidro creada en 1953 y amplían la vida de su producto, hasta ahora limitado a la leche fresca y a la venta a mayoristas. «Es una forma de salir adelante con los pocos medios que tenemos», ha explicado este jueves el abad de La Trapa, Juan Javier Martín.

La instalación palentina produce unos 5.500 litros diarios. «Hasta ahora utilizamos 1.000 litros para la comercialización de leche fresca», ha comentado el abad, quien ha añadido que la nueva iniciativa pretende servirse de esos 4.500 litros restantes para ser envasados y distribuidos en tetra brik. «Todo bajo la garantía de calidad de los productos del monasterio y bajo la marca Tierra de Sabor de la Junta», ha incidido Juan Javier Martín.

La leche de la orden cisterciense tiene tres líneas de producto: leche entera (símbolo rojo), semidesnatada (azul) y desnatada (verde). Los religiosos admiten que esperan que antes de finales de año, parte de la producción diaria pueda destinarse a la creación de otros productos lácteos, como el queso fresco y yogur líquido de distintos sabores. El tratamiento y envasado se realiza en una planta de Soria, aunque la leche enseguida se devuelve al centro eldanense.

La idea de los trapenses es mantener la distribución a hospitales, residencias, conventos y tiendas de alimentación. «Es una apuesta a medio plazo por poder sacar la granja adelante con productos propios del cerrato palentino», ha concluido el representante del monasterio en relación a los tres años de pérdidas que acumula la granja de San Isidro.