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Obras de la autovía a Villanubla / G. Villamil
VALLADOLID

La autovía a Villanubla entra en su recta final tras cinco años desde su adjudicación

Zaratán pide una rotonda para acceder a la A-60 sin necesidad de atravesar el centro comercial

J. ASUA

Sábado, 3 de noviembre 2012, 18:51

Alrededor de cuarenta operarios de la empresa Acciona trabajan, a día de hoy, en los 16 kilómetros del tramo vallisoletano de la A-60, más conocida como la autovía a León, que unirán Valladolid capital con el aeropuerto de Villanubla. La obra con una inversión de 47,6 millones de euros (los mil metros de carretera salen a 2,97 millones) se encuentra al 75% de su ejecución y aún no hay fecha para su puesta en servicio. En julio de este año se dijo que se abriría antes del 31 de diciembre de 2012. Ahora, sin embargo, se vaticina que los coches puedan circular entorno a la próxima primavera. Oficialmente, nadie quiere dar pistas. Y es que el inicio del invierno, cuando la lluvia y la niebla son habituales, puede complicar unos trabajos que, eso sí, presentan un aspecto muy avanzado.

Este tajo, que El Norte de Castilla pudo recorrer el pasado martes en coche, cuenta con cuatro enlaces. El primero, de unión con el municipio de Zaratán, a través del centro comercial Equinoccio; el segundo, de acceso con el polígono industrial de San Cosme en Villanubla; un tercero en dirección al aeropuerto y el final de la obra, donde se conecta con las carreteras a Peñaflor de Hornija y a Villalba de los Alcores. A partir de ahí, este canal de cuatro carriles, con dos calzadas de siete metros de anchura, se vuelve a fundir con la N-601. Un recorrido por las obras permite comprobar el impulso que han recibido en los últimos meses, después de varios años de planos, declaraciones de impacto, retrasos y más retrasos. Los 16 kilómetros se adjudicaron a Acciona en septiembre de 2007 por 39,6 millones, un presupuesto que ahora ha crecido hasta los 47,6. En este momento, la mayor parte de los pasos superiores e inferiores están o bien concluidos o en proceso, prácticamente todo el trazado está asfaltado, ya se están colocando los quitamiedos y en algunos puntos se puede ver la señalización.

Sin la peligrosa herradura

El dibujo de esta autovía discurre en paralelo a la 601 hasta el enlace con el polígono industrial de Villanubla, el mismo que lleva al núcleo urbano. Desde ese punto, la nueva carretera se separa de la 'antigua' formando un arco que salva la conocida 'herradura' de la base aérea, uno de los puntos a favor de esta tramo, que mejorará la seguridad del tráfico de salida y entrada a Valladolid. Pasado el aeropuerto, el tronco de la A-60 vuelve a acercarse a la nacional para concluir en el cruce del desvío a Peñaflor y a Villalba. El principal hito de este tajo es el desmonte de más de un kilómetro realizado para superar la subida al páramo. Por lo demás, se trata de una obra relativamente sencilla en su ejecución.

¿Quién gana con la apertura de este tramo? El alcalde de Villanubla, Félix Velasco, asegura que su municipio está esperando «ansiosamente» la entrada en servicio de la vía. «Va a quitar mucho tráfico pesado y, especialmente, los camiones del vertedero que ahora tienen que dar el giro para regresar a Valladolid en la rotonda del polígono, con los consiguientes trastornos en la circulación, además del peligro que supone», explica. Según los datos del Ayuntamiento de Valladolid, cada día 105 vehículos de gran tonelaje acceden a la planta de tratamiento de residuos de la capital. Actualmente, tras salir del centro de basuras tienen que llegar a la intersección del área industrial de San Cosme para poder girar hacia la ciudad. Cuando se concluya la obra, se ejecutará una intersección en el paso superior de acceso al vertedero, que permitirá el cambio de sentido y por lo tanto no será necesario llegar al enlace del polígono.

No obstante, estos camiones tendrán que seguir circulando por la Nacional. Aún así, según matiza Jesús Enríquez, concejal de Desarrollo Sostenible de la ciudad, «nos permitirá ahorrar dinero y tiempo» en las operaciones de transporte.

Félix Velasco apunta otras dos ventajas. La primera, el impulso que puede suponer para el polígono industrial. Ahora, la ocupación de la primera fase es del 60%, mientras que en su ampliación apenas se llega al 25%. «Sabemos cómo está la situación, pero tras la apertura esta zona industrial puede sumar atractivo», argumenta. A esto añade que los viajes entre la capital y el aeropuerto de Villanubla ganarán en fluidez y en seguridad.

Rioseco, a la espera

En Zaratán, en cambio, creen que el proyecto «no satisface las expectativas del pueblo». José Luis Revuelta, máxima autoridad municipal, se reunirá el lunes con el subdelegado del Gobierno, José Antonio Martínez Bermejo, para trasladarle una petición que ya escuchó Cecilio Vadillo. «Nos va a dejar más aislados porque no hay una conexión directa con el núcleo urbano, sino que para cogerla hay que atravesar el centro comercial», explica. Para Revuelta con una pequeña obra en la rotonda se solucionaría, aunque ya le han adelantado que el proyecto está «cerrado» en diseño y en dotación económica.

En Medina de Rioseco, su alcalde, el popular Artemio Domínguez, también espera que cuanto antes se corte la cinta inaugural y los coches puedan comenzar a circular por la autovía. Para su municipio, con un padrón de 5.000 habitantes, este tramo es necesario «vital», lo califica él para incrementar la seguridad en los desplazamientos entre esta localidad y Valladolid y también desde el punto de vista económico. «Va a hacer más fácil en que los vecinos que trabajan en la capital puedan seguir viviendo en Medina de Rioseco», subraya el regidor.

Sin licitar el grueso del trazado

La pasada semana se abría el primer tramo en la punta leonesa de esta conexión, concretamente los siete kilómetros entre León y Puente Villarente, donde se han gastado 39,2 millones de euros. Está previsto que las obras en aquella provincia continúen hasta la localidad de Santas Martas, otros veinte kilómetros de carretera donde el Ministerio invertirá 107,5 millones más. Está pendiente de sacar a licitación el grueso de la infraestructura: nada menos 92 kilómetros entre Villanubla y Santas Martas, valorado por encima de los 365 millones. Si algún día concluye esta obra, ambas capitales estarán a poco más de una hora en coche cuando en este momento por la N-601 se tarda en completar el recorrido dos horas y veinte minutos.

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