El sanatorio maldito de Guardo

El terror y el miedo recalaron en la noche del miércoles en la Escuela de Música, Danza y Teatro de Guardo, donde catorce actores participaron en la representación de la Casa del Terror organizada con motivo de Halloween. Un grupo de actores, integrado por alumnos de la especialidad de teatro, la profesora y dos actores profesionales, desarrollaron la historia de un sanatorio maldito.

La representación hizo disfrutar a más de 200 personas, que se agolparon desde las 20:00 horas a las puertas de la Casa del Terror, ubicada en el edificio de la Escuela de Música.

Tal fue el éxito de participación, que desbordó todas las previsiones de la organización y las representaciones se tuvieron que alargar hasta casi la media noche, ya que los pases se organizaban para grupos de entre 8 y 10 personas con una duración de diez minutos por pase.

Las instalaciones del centro educativo se transformaron en un antiguo hospital lleno de camas, sala de espera, habitaciones de enfermos y una sala de operaciones con manos y frascos con ojos, entre otros muchos objetos terroríficos. En ella se relataba una historia de una niña llamada Inés, que ingresó en dicho hospital en el año 1891 por un brote de tuberculosis. Allí el doctor Murray le atendió y le puso un tratamiento.

El 31 de octubre Inés escuchó ruidos en la habitación de al lado y cuando salió, todos los pasillos estaban llenos de sangre. Descubrió al doctor cortando el brazo a un enfermo y, al verla, la persiguió encerrándola en la habitación, al mismo tiempo que prendió fuego al hospital quemándola viva.

Inés pedía a los participantes que le ayudasen a salvar su alma, pero al final no lo consigue y se queda en el hospital por siempre. Además, también aparece en escena el doctor, y los pacientes y enfermeros asesinados cobran vida, asustando al paso a todos los participantes.

Un casa muy bien ambientada con luces, sonido y diversos efectos, en la que los guardenses pudieron disfrutar de una tarde terrorífica que sin duda habrá quitado el sueño a más de uno, ya que algunos de los participantes tuvieron que abandonar la casa aterrorizados sin haber terminado la representación.

Desde la organización han mostrado su satisfacción, ya que a la salida de los pases «recibimos numerosas felicitaciones, pero trabajo nos ha costado, ya que hemos invertido 15 horas en el montaje de las instalaciones».