El fiscal pide 2 años y 3 meses de cárcel para un soldado de la UME de León por 'robar' la nómina a un compañero

El Juzgado número 1 de lo Penal de León sentará en el banquillo el próximo 20 de septiembre a un soldado de la Unidad Militar de Emergencias (UME) de León acusado de un presunto delito continuado de estafa informática. Según recoge el escrito del fiscal, los hechos se remontan a septiembre de 2010 cuando el acusado, al parecer, utilizando las claves personales de su compañero con ánimo de obtener un beneficio ilícito, accedió al portal de la intranet del Ministerio de Defensa y modificó el número de cuenta al que le era ingresada la nómina a la víctima sustituyéndolo por el suyo. Esta modificación tuvo lugar el 15 de septiembre de ese año y el día 28 del mismo mes el acusado habría recibido en su cuenta el salario mensual del compañero que ascendió a 1.285,05 euros, cantidad que fue sacada de la misma entre el día 29 y el 1 de octubre.

Además, siempre según las calificaciones fiscales, el 14 de octubre, una vez restablecidos los datos correctos, el supuesto autor del delito volvió a hacer uso de las claves personales de la víctima con el objetivo de repetir la operación aunque en este caso el denunciante se percató unos días después, antes de que se hiciera efectivo el pago de la nómina de octubre.

El Ministerio Público considera que los hechos constituyen un delito continuado de estafa informática por el que procede imponer al acusado una pena de dos años y tres meses de prisión. Además, en concepto de responsabilidad civil solicita el pago de una indemnización a la víctima por importe de 1.285,05 euros, la cuantía correspondiente a la nómina de septiembre de 2010 presuntamente sustraída.

Sin embargo, la defensa se muestra disconforme con el relato del fiscal y niega los hechos. Según la versión del acusado, éste y el soldado que ha denunciado la estafa participaron juntos en las labores de extinción de un incendio que tuvo lugar ese mes de agosto de 2010 en Pontevedra donde aporta detalles acerca de las 72 horas que pasaron sin dormir para extinguir el fuego y asegura que en ningún momento vio ni reconoció las claves de usuario de su compañero, por lo que no pudo hacer la modificación del número de cuenta del que se le acusa.

Señala además la defensa que cuando su cliente vio el ingreso pensó que se trataba de dietas por incendios ya que ese verano realizaron varias intervenciones y todos los soldados recibieron distintas cantidades por ellas. Y añade que, a su defendido, el jefe de cobros la avisó de que tenía que devolver a principios de octubre la cantidad que le había sido ingresada, algo que, según su abogada, no pudo hacer porque no disponía en ese momento de dinero.

La defensa esgrime, por tanto, que lo que se produjo fue un fallo en el sistema de Pagaduría de Haberes del Ministerio de Defensa que habría abonado dos nóminas en la cuenta de su representado sin que existiera por su parte ánimo alguno de hacerse con dinero ajeno. Un error que, indica, se volvió a producir a mediados de octubre. En este sentido niega que exista ningún delito por parte de su defendido por lo que pide para él libre absolución.