Juan Cruz Aragoneses dimite como concejal por la denuncia contra su vivienda del valle del Eresma

Un emocionado abrazo con el alcalde ha puesto punto y final a la trayectoria como concejal de Juan Cruz Aragoneses en el Ayuntamiento de Segovia. Quien es la mano derecha de Pedro Arahuetes al frente del grupo municipal del Partido Socialista Obrero Español (PSOE) y del equipo de Gobierno ha anunciado que renuncia a su acta de edil, que se va, aunque con la cabeza bien alta y la conciencia tranquila después de siete años trabajando por los ciudadanos en la distintas áreas que ha ocupado. El también portavoz de la formación en el Consistorio y teniente de alcalde dimite por coherencia personal y política, según expuso en una comparencencia por sorpresa ante los medios de comunicación.

Con el gesto serio y adusto aunque sereno, esbozando tímidas sonrisas de complicidad con el regidor, quien se mantuvo sentado a su lado durante el difícil trago del anuncio de la renuncia, Juan Cruz Aragoneses leyó íntegramente su discurso de despedida, escrito en un papel de su puño y letra y que sacó del bolsillo de su americana cuando soltó la bomba ante los periodistas. La intervención estuvo cargada de emotividad y de agradecimientos a quienes han sido y serán sus compañeros. Ha sido una suerte recorrer este viaje en un equipo imbatible, dijo en la retahíla de reconocimientos hacia los que han colaborado en su quehacer como concejal durante este tiempo.

A la hora de explicar los motivos que le han llevado abandonar su escaño aludió a hechos ajenos a mi voluntad. Expuso que no quiero aferrarme al poder, como otros. Asimismo, justificó su decisión de renunciar a su cargo en circunstancias personales que me impiden continuar como concejal. En esta línea, Juan Cruz Aragoneses explicó que esa situación que vive y que ha forzado su dimisión no quiero que condicione el funcionamiento del equipo de Gobierno municipal. Ha sido una decisión meditada y voluntaria que ha sido aceotada con resignación, pesar y tristeza por el alcalde, Pedro Arahuetes, quien alabó el valor y la valentía de su compañero de filas y amigo.

El edil pidió respeto para no ahondar en esas razones personales que le han hecho dejar su puesto, aunque en el trasfondo de su abandono subyace y late la demanda presentada el 1 de junio en la que un aparejador y un arquitecto denunciaban posibles irregularidades en la rehabilitación de una casa en el valle del Eresma, emplazada junto al monasterio de San Vicente el Real. Este conflicto desencadenó que Arahuetes relevara de forma provisional, el 5 de junio, a Juan Cruz Aragoneses al frente del área de Urbanismo para no interferir en el expediente de investigación abierto para dilucidar si las posibles responsabilidades del edil en relación con la denuncia presentada. La resolución de la investigación incoada estará lista lenm unos días, ha declarado el propio regidor segoviano. Existe un compromiso verbal con el jefe de Urbanismo para terminar dicho expediente la próxima semana y a raíz de lo que dictamine se adoptarán las pautas de actuación necesarias, agregó Pedro Arahuetes.

Cabe recordar que la denuncia interpuesta en su día sobre la casa de la discordia hablaba de supuestas anomalías en la rehabilitación y arremetía contra propio Juan Cruz Aragoneses y Felisa Torrego, a quien se relacionaba sentimentalmente en la demanda con el concejal, teniente de alcalde y portavoz del PSOE municipal. Fue Torrego la que, a través de un escrito remitido al regidor, asumía toda la responsabilidad de las posibles irregularidades cometidas en la rehabilitación de la vivienda y eximía de ellas a quien había sido su pareja. En este sentido, fue explícita ale specificar que «no estamos casados ni somos pareja de hecho, tenemos en común un hijo y hemos hecho varios proyectos juntos, pero la obra la emprendo yo», añadió, y «Juan Cruz Aragoneses no tiene ninguna responsabilidad civil sobre Felisa Torrego».

Arahuetes defendió la presunción de inocencia del concejal dimisionario hasta que el expediente no aclare las supuestas ilegalidades y las responsabilidades de cada uno. El alcalde segoviano, haciéndose eco del sentir del resto del grupo municipal socialista, comentó que todos insistimos en que no lo hiciera y que debería permenecer en el puesto. No tenía que asumir más responsabilidad que la que le correspondería asumir, sentenció Arahuetes con respecto a la decisión adoptada por su compañero. Asimismo quiso desvincular el expdiente abierto de las motivaciones personales que han llevado a Juan Cruz Aragoneses a renunciar a su cargo. Lo ha dado todo y podría haber seguido perfectamente, agregó.

Durante su defensa, el regidor se deshizo en elogios y alabanzas hacia el edil: Es gente grande, de gran corazón, gran valor y gran categoría. También ensalzó el gesto de dejar su escaño para no interferir ni condicionar el funcionamiento de la formación: Le honra y stá lleno de generosidad y de valor, no sólo con el grupo municipal, sino con la ciudad

Por su parte, la agrupación socialista en el Ayuntamiento lamentó la dimisión de su compañero y apuntó que en nuestro equipo nadie es imprescindible, pero todos somos necesarios, por lo que sentimos que nos abandone en estos últimos meses de legislatura, aunque sabemos que lo hace porque considera que el lo mejor para él mismo y para el equipo. Tanto el PSOE como el alcalde declararon que la persona que se incorpore en su lugar se integrará en un grupo serio, dinámico, trabajador y cohesionado. No existen individualidades, sino un trabajo común, manifestó la viceportavoz, Clara Luquero.

El regidor eludió hablar de remodelación en el organigrama de gobierno, anque la salida de Juan Cruz Aragoneses abre la entrada de la primera reserva, Ana Sanjosé. En las próximas reunones que mantenga el grupo municipal del PSOE se tratará la distribución de delegaciones, añadió Pedro Arahuetes.