La Agenda de Población considera un tópico que Castilla y León sufra despoblación
El documento advierte de que esta consideración negativa es un “peligro” porque puede constituir un caldo de cultivo que vaya contra la propia capacidad de crecimiento demográfico
ICAL
Martes, 18 de mayo 2010, 11:47
La Agenda de la Población, cuyo acuerdo de aprobación recoge hoy el Boletín Oficial de Castilla y León (BOCyL), sostiene que la percepción negativa acerca de la situación demográfica de la comunidad es, más que una realidad, un conjunto de tópicos que, además, supone un peligro ya que se puede construir un caldo de cultivo que opere en contra de nuestra propia capacidad de crecimiento demográfico.
En este sentido, el documento explica que si la residencia en un determinado territorio está condicionada a decisiones personales, la existencia de una visión negativa de ese territorio, o el sentimiento de inferioridad en el mismo, no puede ser favorable en ningún caso. Por ello, considera esta percepción social negativa como parte del problema de la población en la comunidad y aboga por que el reto que enfrente la Junta no sea tanto de luchar contra la despoblación como el de mejorar nuestra evolución demográfica, algo que considera una prioridad para Castilla y León, así como para la gran mayoría de regiones europeas.
Desmontando mitos
De este modo, la Agenda de la Población comienza efectuando un diagnóstico de la situación, en el que intenta rebatir algunos de estos tópicos. Así, frente a la idea de que la propia existencia de la despoblación, contrapone el hecho de que la Comunidad haya ganado 84.403 habitantes en la última década y ocupe la posición 137 entre las 292 regiones europeas en crecimiento demográfico, si bien reconoce la existencia de importantes desequilibrios territoriales en la distribución y evolución de esa población, especialmente en el medio rural.
También rebate lo que considera otro tópico: que el envejecimiento sea el problema. El texto admite que Castilla y León está entre las regiones con un mayor porcentaje de población de más de 65 años de Europa, si bien en los últimos años se ha estabilizado. Sin embargo, parte de la idea de que el envejecimiento es la evolución deseable de las sociedades humanas y que la atención a los mayores es la responsabilidad de una sociedad solidaria. El envejecimiento de la población es, qué duda cabe, un reto de futuro, pero no podemos decir que las personas mayores sean el problema, continúa la Agenda, que sostiene que el problema no es que haya mucha gente mayor, sino que la estructura demográfica cuente también con más población joven.
En tercer lugar, se refiere al tópico de la despoblación rural como problema específico de Castilla y León y sostiene que aunque es cierto que la pérdida de población afecta al medio rural, también ocurre lo mismo en otros territorios con dinamismo demográfico y lo achaca a las características de la producción agropecuaria, los estilos de vida o la libertad de movimiento de los ciudadanos. No obstante, mantiene que este fenómeno esté afectando a Castilla y León de forma diferente a otras regiones de España.
Por último, intenta desmontar la idea de que emigran los jóvenes y señala que los saldos migratorios de los últimos años arrojan un crecimiento de la población en todos los grupos de edad. Asimismo, sostiene que las fuentes estadísticas no permiten afirmar que los que decidan salir de la comunidad sean los más preparados.
Razones de la percepción negativa
Por ello, la Agenda reflexiona sobre las razones para que exista una percepción tan pesimista de la evolución demográfica de la Comunidad y cita tres factores: el peso de la historia, ya que Castilla y León sufrió una sangría migratoria en la segunda mitad del siglo XX; las condiciones sociodemográficas consecuencia de esta emigración masiva con que inicio la etapa autonómica; y el menor crecimiento relativo de la población que la media de España.
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