El túnel de Piqueras permite ahorrar 15 minutos de viaje y 12 kilómetros de curvas
La nueva infraestructura, en funcionamiento desde ayer, une Soria con La Rioja a través de 2,4 kilómetros de longitud que pueden atravesarse en tan sólo tres minutos
ANDREA DÍEZ
Sábado, 4 de octubre 2008, 03:28
Ya, por fin, después de años de espera, pasan los vehículos y sobran las curvas. El túnel de Piqueras se abrió ayer al tránsito de automóviles una vez superados los escollos administativos y las promesas incumplidas sobre el calendario. El nuevo túnel de Piqueras, la infraestructura que comunica Soria con La Rioja, tiene una longitud de 2,4 kilómetros, discurre La Póveda (en la provincia soriana) y Lumbreras (en La Rioja), y permite a los conductores ahorrarse un cuarto de hora de trayecto de curvas. Doce kilómetros menos. Tres minutos bajo tierra para superar el puerto. El Ministerio de Fomento ha invertido 75.368.738 euros en una obra que no sólo incluye el túnel, sino también un tramo de 4,7 kilómetros de la Nacional-111.
De esta forma se cumple con una reinvindicación histórica que data de 1948. Las máquinas no comenzaron a trabajar hasta el año 2002 con la previsión de que los trabajos finalizaran en el 2005. Al final, han tardado tres años más de los previstos. Tres. El delegado del Gobierno en Castilla y León, Miguel Alejo, aseguró que «la obra pública hay que hacerla con seguridad y que este túnel ahora es más seguro», explicó en el corazón de la infraestructura.
Hace tres años, cuando estaba a punto de concluir la obra, los técnicos se percataron de que no se había contado con el tendido eléctrico, lo que obligó a rehacer el proyecto e incluir también la construcción de una galería de evacuación paralela, cumpliendo con la normativa de seguridad europea aprobada en el 2004. En la construcción del túnel paralelo de 2,5 kilómetros se han invertido cerca de 20 millones de euros y está conectado al principal mediante once ataques perpendiculares situados cada 200 metros.
Alejo justificó los retrasos de la puesta en funcionamiento de la obra incidiendo en el cumplimiento de la normativa de seguridad. «Luego, cuando ocurre un accidente nos lamentamos, queremos que todo se haga, pero hay que hacerlo con seguridad». El delegado del Gobierno de La Rioja, Jose Antonio Ulecia, señaló que «esta obra facilita la conexión de La Rioja y Soria. Ha sido un paso muy importante. Es un día para estar de fiesta porque se ha terminado además bien y pronto, dentro de lo que es posible».
Una obra de dos siglos
Y ya era hora. No sólo por los últimos retrasos, sino porque la obra ha bailado por los despachos de los políticos desde hace casi un siglo. Casi nada. Se trata de una infraestructura a caballo entre dos siglos: demandada, proyectada, prometida y olvidada durante el siglo XX y hecha realidad, definitivamente, en el XXI. Las referencias en las hemerotecas sobre este túnel son innumerables. Las primeras se remontan hasta los años 20, en el régimen de Primo de Rivera, cuando las autoridades de entonces ya aludían a la importancia de la obra y a los compromisos para ejecutar una intervención de estas dimensiones. El proyecto comenzó a perfilarse en 1948 por el entonces gobernador civil en Soria, Jesús Posada, padre del ex ministro de Administraciones Públicas con Aznar y ex presidente de la Junta de Castilla y León, Jesús Posada.
Sin embargo, el túnel cayó en el olvido pasando de gobierno en gobierno. Ni siquiera la llegada de la democracia contribuyó a rescatar esta infraestructura que, aún así, continuaba en el punto de las reivindicaciones de las localidades situadas a ambos lados del puerto como el único modo de sacarles de la incomunicación.
El malestar por los continuos retrasos llevó incluso a la constitución de la plataforma ¡Soria ya!, que a través de diversas movilizaciones exigía la puesta en marcha de una obra condenada a acumular polvo en el cajón de los proyectos. El día de la puesta de la primera piedra (invierno del 2002) muchos vecinos de la zona (algunos hijos e incluso nietos de los primeros que reclamaron el túnel) acudieron al acto. Con una sensación compartida: por fin, conseguían salir del túnel. Ayer, los representantes de Soria Ya volvían a situarse a pie de carretera. Alrededor de una decena de integrantes de este colectivo se acercaron con una pancarta reivindicando agilidad con la autovía del Duero, según apuntó Gregorio Alonso, portavoz de la plataforma vecinal. «Creo que es un día histórico y le infunde a uno un poco de esperanza dentro de la situación de gravedad que tenemos en la provincia. Esta obra ha salido adelante gracias al impulso de la presión ciudadana». El delegado del Gobierno, Miguel Alejo, conversó con los manifestantes: «Me han pedido que sigamos trabajando porque hace cuatro años había muchos proyectos y muchas voluntades de hacer algo en Soria, pero es este Gobierno el que cumple sus compromisos», concluyó.
«De tapadillo»
El presidente riojano, Pedro Sanz, lamentó que una obra «tan largamente reivindicada» como el túnel de Piqueras se hubiese puesto en marcha de «tapadillo» y que no se hubiera hecho una inauguración como «se merece cualquier obra que hace cualquier administración en cualquier lugar».
Eso sí, aunque en principio no estaba prevista una inauguración oficial, sino sólo la puesta en servicio del túnel, al final los políticos no han podido evitar la tentación y acudieron a la inauguración atraídos por el olor a miel del rico panal. Los dirigentes del PP de Soria que asistieron a la cita en el Centro de Conservación de la boca sur (el ahora diputado del PP por Soria y ex ministro de Fomento, Jesús Posada), aseguraron que se trata de «un día muy feliz. Nos damos cuenta de los retrasos de esta obra, que por fin está terminada». El senador del PP, Efrén Martínez, manifestó su desacuerdo con la justificación dada por Alejo. «Es una satisfacción, pero en el 2002 Álvarez Cascos puso la primera piedra y fue un acto en el que me emocioné. Pero en los retrasos se ha querido involucrar a instituciones cuando todo el mundo sabe que no ha sido así». En esta línea, Martínez dijo que «seis años después es una alegría porque esté abierto, pero ahora tenemos que afrontar otras preocupaciones: la N-122, que no se nos quede atrás, y la Alta Velocidad». ¿Y cómo es el túnel? La pendiente máxima es del 3,21% en el exterior y el 1,08% en el interior. Se puede atravesar a una velocidad máxima de cien kilómetros por hora. La anchura es de 12 metros. Tiene dos calzadas de 3,5 metros cada una, dos arcenes de un metro y una mediana, también de un metro, además de las aceras. Dispone de sistemas de evacuación de vertidos y filtraciones, postes SOS, dispositivos de detección y extinción de incendios, ventilación, iluminación y circuito cerrado de televisión.
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