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El ganador del Concurso de Sumilleres, José Quindós (segundo por la izquierda), junto a los finalistas Simón de Francisco (i) y Eduardo De Pedro (d) y el presidente de la Asociación de Sumilleres./ R. HERNÁNDEZ
AVILA

No hay dos sin tres

El leonés José Quindós representará a Castilla y León en el Concurso Nacional de Sumilleres de Mijas

IRENE SANZ

Martes, 30 de septiembre 2008, 03:41

El sumiller José Quindós Martín-Granizo, del restaurante Formela del hotel Quindós, de León, será el responsable de representar a Castilla y León en el Concurso Nacional de Sumilleres que se celebrará en Mijas, Málaga, el 20, 21 y 22 de octubre.

El leonés se proclamó vencedor en el X Concurso de Sumilleres de Castilla y León, que se celebró en el hotel Cuatro Postes de la capital abulense. El segundo premio recayó en Simón Francisco Contreras, de Soria, del establecimiento El Figón del Salvador, y el tercero fue para Eduardo de Pedro López, de Segovia, del restaurante Di-vino. Quindós recibió el premio de manos del teniente de alcalde de Cultura del Ayuntamiento de Ávila, Aureo Martín, y prometió poner todo de su parte para lograr un buen resultado en el Concurso Nacional.

En la entrega de premios Pablo Martín, presidente de la Asociación de Sumilleres de Castilla y León, reconoció el mérito de los concursantes y de las nueve asociaciones de sumilleres de la región presentes en el concurso, así como su esfuerzo por formar a los profesionales que las conforman. Además, recordó que Castilla y León está a la cabeza en esta disciplina a la par que Cataluña, y que hasta el momento existen dos campeones de la región que se han proclamado ganadores nacionales. Se mostró ilusionado con la presencia futura del ganador de esta edición que podría conseguir ser el tercer castellano y leones que lograra ese mérito.

El ganador explicó que el concurso regional «es una parte teórica de codos, de estudiar, y otra en la que tienes que representar el quehacer diario, atender a un cliente que es el jurado».

La dificultad mayor que tuvo que superar fueron sus nervios porque, según manifestó, «pesan mucho, a la hora de esperar a que te toque el turno y a que te den la puntuación» y, matizó, «es un vía crucis».

Dijo que los vinos del concurso eran «difíciles y además te bloqueas mentalmente por los nervios», y explicó «de hecho me han dado a probar después el vino en el que he equivocado y me he dado cuenta del que era». Sobre su participación en el concurso nacional de Mijas manifestó que es consciente de que tiene que prepararse mucho.

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