La retirada de andamios deja al descubierto la restauración de la cabecera de Santa María
Los benaventanos aplauden el resultado de la rehabilitación, que ha supuesto un coste de 370.000 euros
I. REGUILÓN
Domingo, 3 de febrero 2008, 02:05
Las obras de restauración de la cabecera y crucero de la iglesia de Santa María han concluido y los operarios han iniciado la retirada de los andamios que durante más de un año han cubierto los ábsides románicos, la parte más peculiar del edificio medieval.
Con la mayoría del andamiaje ya retirado, los benaventanos se paran en la plaza para contemplar el resultado de los trabajos, que de forma unánime consideran muy positivos, dado el buen aspecto que presenta ahora el templo románico y la mejoría obtenida al sustituir la teja mozárabe que remataba la cubierta de los ábsides por piedra plana del mismo color que el resto del edificio.
La Fundación del Patrimonio de Castilla y León ha asumido la mayor parte de la restauración que afecta a toda la cabecera y crucero del templo y que prácticamente se solapa con la realizada en la cubierta de la nave y los muros exteriores.
Esta última ha supuesto una inversión de 370.000 euros, de los que la fundación aportaba 308.951 euros, mientras que la parroquia contribuyó con 36.640 euros y el Ayuntamiento de Benavente con 24.426 euros.
La principal aportación de este proyecto es la restauración de las cubiertas de los ábsides, así como los brazos del crucero y el primer tramo del presbiterio, además de la mejora en los muros de piedra Los criterios generales de la intervención han tendido a recuperar en la medida de lo posible los materiales originales, como en lo referente a las cubiertas de los ábsides. Cuando no era posible esta recuperación por causa del deterioro, se han aplicado las técnicas constructivas más compatibles con la época de construcción, el siglo XII.
Como trabajo complementario, aprovecharon andamios y otros medios auxiliares para estudiar los muros, lo que servía para recoger documentación sobre las marcas de cantería y conocer las fases constructivas del edificio, datos que permitirán acercarse más a su historia.
Previamente a la intervención se hizo el análisis de la piedra utilizada en la construcción para conocer sus características y sus procesos de degradación.
Estos análisis contribuirán a disponer de un sistema más específico en el mantenimiento del edificio para asegurar su conservación.
Queda por restaurar la torre, para la que se demandaba también una intervención.
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