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Modelo del tren Talgo s-130 con ejes de rodadura variable que circulará por la nueva línea de alta velocidad. / RENFE
VALLADOLID

Adif prueba con éxito los nuevos AVE en el cambiador de anchos de Valdestillas

Los trabajos en la vía de alta velocidad de Madrid a Valladolid están casi finalizados y en breve comenzará a comprobarse la seguridad y las comunicaciones del recorrido

JULIO G. CALZADA

Viernes, 21 de septiembre 2007, 11:51

Han sido pocas las personas que han podido verlo, pero el primer tren de Alta Velocidad Española (AVE) ya ha pasado durante varias jornadas por las vías de ancho internacional que aún se instalan entre la estación madrileña de Chamartín y la vallisoletana de Campo Grande. Un modelo fabricado por la empresa española Talgo bajo licencia de la multinacional canadiense Bombardier, construido con ejes de rodadura desplazable para que pueda viajar por vías de ancho ibérico o por las nuevas, casi veinte centímetros más estrechas, ha completado recientemente las pruebas del cambiador de anchos recién terminado en la localidad de Valdestillas, al sur de la capital del Pisuerga. El resultado de la prueba ha sido calificado como todo un éxito. Eso sí, el tren ha pasado por las vías mucho más despacio que lo que tiene previsto cuando comience a circular cargado con viajeros. Fue un primer encuentro y tanto a los raíles les faltan muchos kilómetros de rodaje antes de que los técnicos los consideren seguros para que vuelen sobre ellos los trenes a casi 300 kilómetros por hora.

Las fechas para el remate de esta nueva línea férrea se cumplen desde hace algún tiempo con precisión y los trabajos se ajustan al calendario establecido. El ente Administrador de Infraestructuras Ferroviarias (Adif), ultima las obras de la vía que reducirá el tiempo de viaje a Madrid a 55 minutos frente a las dos horas y media que necesitan ahora los trenes por las vías convencionales para unir ambas ciudades.

En octubre finalizarán los trabajos y comenzarán las pruebas. Casi dos meses en los que los materiales tendrán que superar las comprobaciones de estabilidad, resistencia y seguridad. Solo después, con todos los controles superados, se autorizará a los maquinistas para que pisen el acelerador, en realidad un botón en la consola de mandos de la cabina de estos vehículos. De esta forma llegará a Valladolid antes de que finalice este año una nueva generación de transporte ferroviario de viajeros que mejora en tiempos al automóvil.

Paso abierto

Las pruebas se han llevado a cabo a comienzos de mes. Durante dos días, un tren AVE S-130, una variante del Talgo AVE-102 'pato' ha cruzado la meseta para comprobar en Valdestillas que el sistema previsto para que los coches pasen de vías más anchas a más estrechas y viceversa, funciona sin necesidad de parada.

Tan simple comprobación supone en la práctica que el abanico de vías que se dirigen hacía el Atlántico y el Cantábrico, hacia el Norte y el Noroeste español, están ya abiertas al paso de los nuevos convoyes de alta velocidad, aunque en esos recorridos por las antiguas vías de ancho ibérico, con curvas más cerradas y pendientes más empinadas, deban circular a velocidades menos rápidas, pero que podrán alcanzar, en algún caso, los 180 kilómetros por hora. Como recorrer una carretera antigua, pero con un coche último modelo. Cuando menos será más cómodo. Se reducirán los tiempos de viaje ya que los pasajeros procedentes de las líneas de La Coruña, Gijón, Santander e Irún acelerarán su llegada a Madrid porque, una vez en Valladolid, sus trenes entrarán en un tobogán, la nueva línea, que da acceso a Chamartín 55 minutos más tarde. Una hora y media menos de viaje para cualquier procedencia.

Los S-130 regresarán a la línea todavía en obras muy pronto. Serán los principales encargados del rodaje y la prueba sobre los raíles de acero tendidos en algún caso hace solo unos días. Con todo el material nuevo, tanto móvil como de infraestructura, es necesario que se computen muchos kilómetros en vacío antes de que se autorice la venta del primer billete y que se suba a la plataforma el primer cliente. Pruebas similares deben llevarse a cabo todavía en el cambiador instalado al comienzo del recorrido, en la estación madrileña de Chamartín y también en el situado al norte de la estación de Campo Grande. El instalado en Valdestillas tiene además la peculiaridad de que conecta la nueva línea con la actual, a través de Medina del Campo.

Contrarreloj

El proceso de comprobaciones ocupará los meses de octubre y noviembre y buena parte de diciembre, pero en el Adif se manifiestan confiados en la fecha del viaje inaugural, el 22 de diciembre, aunque la venta de billetes y la explotación comercial podría retrasarse después de ese acto de apertura formal. Los técnicos y los empleados de las empresas adjudicatarias de los distintos proyectos de esta instalación ferroviaria trabajan en la actualidad contrarreloj para que los primeros viajeros tengan plaza cuanto antes.

Mientras, Renfe ultima su oferta comercial anunciada por su presidente, José Salgueiro, quien adelantó que habrá quince trenes en cada sentido entre la capital de España y Valladolid. Parte de estos servicios se harán con trenes de alta velocidad del tipo 'lanzadera', similares a los utilizados en las líneas a Toledo y Ciudad Real, mientras que el resto serán S-130 que continuarán ruta hacia sus destinos en el norte.

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