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Francisca Rodríguez, en su caseta habilitada como habitación. El Norte
Coronavirus en Valladolid: «Lo que se trata aquí es de que mejoremos, no de ir a peor»

«Lo que se trata aquí es de que mejoremos, no de ir a peor»

La mujer de 71 años con coronavirus, trasladada desde el Clínico hasta el complejo de campaña, critica las condiciones allí para los enfermos

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Domingo, 5 de abril 2020, 08:09

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Francisca Rodríguez perdió el conocimiento el pasado 27 de marzo en un supermercado en la Plaza de la Danza, ubicada en el barrio de la Pilarica, cuando estaba haciendo la compra. «Pero fue por los vértigos y la tensión baja», indica esta mujer de 71 años, zamorana de Manganeses de la Polvorosa que vive en Valladolid. Acudió un médico del centro de salud próximo y fue trasladada al Hospital Clínico, donde le fue realizada la prueba del Covid-19 y dio resultado positivo. «De bajo riesgo, porque no tenía síntomas», añade Francisca, que no obstante fue ingresada.

Allí permaneció hasta el pasado viernes, cuando fue trasladada en ambulancia al hospital de campaña instalado en la Feria de Muestras, con cien casetas prefabricadas para los enfermos. «Cuando llegué no me podía creer, pensaba que era un sueño», asegura Francisca. «Esto es inhumano, no está habilitado para las personas. No es ni para perritos. Los baños están fuera y son compartidos, las duchas están a unos veinte metros, pero aquí cualquiera se ducha, porque con el frío que hace te puedes coger una pulmonía. Tengo un espacio de cinco metros cuadrados en la habitación, aunque limpia sí está. Yo soy una persona que prefiere perder sus derechos a discutir con nadie, pero voy a poner una reclamación donde sea. Solo tengo palabras de agradecimiento para los profesionales sanitarios, que son fabulosos, pero esto es una mala gestión de los mandamases. Han ofrecido hoteles, ¿pero dónde están?», se pregunta Francisca. «Lo que se trata aquí es de que los enfermos mejoren, no de que te traigan a ponerte peor, porque esto hunde a cualquiera», añade Francisca Rodríguez, que explica cómo hay «cuatro o cinco mesas fuera para salir de la habitación, pero aquí no sale nadie, están todos aterrados».

«Yo me voy hoy por la tarde -por ayer-, pero quedan aquí unas veinte personas», agrega la mujer de 71 años, que con el alta en la mano se confinará en una casa que tienen sus padres en el centro para evitar precisamente un posible contagio a sus mayores, pues su padre tiene 95 años y su madre, 91. «Aunque son fuertes, mi padre fue labrador toda la vida, trabajaba de sol a sol y mi madre le ayudaba en el campo», incide Francisca.

«Está mi hermana con ellos, pero es mejor que yo no tenga contacto con ellos, porque son vunerables», explica Francisca, que vivió hasta los 11 años en Manganeses de la Polvorosa y que vino luego a Valladolid a estudiar. Con 22 años se marchó a trabajar a Suiza en temas relacionados con la enfermería, y en 1975 regresó a Valladolid.

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