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Ratifica que sus primas la explotaron en un prostíbulo para que pagara la deuda del viaje

Ratifica que sus primas la explotaron en un prostíbulo para que pagara la deuda del viaje

Asegura que estuvo empadronada en Mojados donde nunca residió ya que se alojó durante cinco meses en el club 'Vaji'

El Norte

Valladolid

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Lunes, 27 de noviembre 2017, 13:55

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La joven de origen dominicano que en 2015 denunció a sus dos primas por traerla engañada desde su país de origen y una vez en España obligarla a prostituirse en un club de carretera en Tordesillas (Valladolid) hasta que pagara la deuda del viaje, ha ratificado hoy, punto por punto, su testimonio incriminatorio en el que ha referido, además, el continuo control sufrido y las amenazas de muerte de las que fue víctima para que no contara nada de su situación.

La denunciante, en el marco del juicio que a partir del miércoles sentará en el banquillo de la Audiencia de Valladolid a sus primas Marcia y Cirila L.P, la primera de ambas expuesta a una pena de once años y tres meses y la segunda a ocho años por delitos de trata de seres humanos con fines de explotación sexual, ha testificado este lunes, como prueba anticipada, para relatar la pesadilla vivida a primeros de 2015 cuando se propuso dejar su país de origen, República Dominicana, con el fin de labrarse un nuevo futuro en España y huir al mismo tiempo de los malos tratos de su pareja.

Asegura que para ello contó inicialmente con la colaboraciónn de su prima Marcia, quien la puso en contacto con dos hombres, Ramón y Raúl, y fueron éstos los que la proporcionaron distinta documentación que más tarde presentaría en la Embajada de España tras ser aleccionada sobre lo que tenía que decir: que su viaje era tan solo por ocho días a España para participar en un congreso en Madrid y en la condición de turista-estudiante de Economía.

"¡Todo era falso, pero nunca me dijeron que venía a España a ejercer la prostitución. Si lo hubiera sabido, jamás habría venido porque en mi país, aunque con poco dinero, me ganaba la vida y tenía allí a mi hijo y resto de mi familia!", ha advertido la testigo, quien ha prestado declaración en todo momento oculta tras una mampara-en su día fue testigo protegido--y acompañada por una abogada perteneciente a la asociación Proyecto Esperanza de la Comunidad de Madrid.

A su llegada a Madrid, tras viajar desde Punta Cana y hacer escalas en Hamburgo (Alemania) y Zúrich (Suiza), la denunciante, en declaraciones recogidas por Europa Press, relata que fue trasladada hasta un piso de la localidad de Mojados (Valladolid) ocupado por su prima Marcia y fue entonces cuando ésta y su harmana Cirila, también conocida como 'Malú', que ejercía la prostitución en el club 'Vaji' de Tordesillas, la pusieron al corriente de su nuevo destino: prostituirse en dicho lupanal hasta que satisfaciera los más de 8.000 euros de deuda contraídos por el viaje.

"Le pregunté si podía trabajar de otra cosa, pero ella me dijo que no porque carecía de papeles. Me amenazó para que no contará nada y me recordó que si acudía a la policía sería deportada", sostiene la víctima, que a partir de entonces, según mantiene, se vio obligada durante casi medio año a vender su cuerpo en el referido club, en todo momento bajo el continuo control de su otra prima 'Malú', trajaborada además del mismo establecimiento, cuyo trabajo principal era el de hacerle la vida "imposible".

Durante su testimonio, pronunciado en algún momento con voz trémula, lo que ha llevado al magistrado presidente de la sala ha pedirle que se tranquilizara, la joven ha explicado que se hallaba en padronada en Mojados pero asegura que jámas vivió en el piso de su prima Marcia, ya que permanentemente estuvo alojada en el club, compartiendo habitación con Cirila', al tiempo que ha insistido en que las amenazas de muerte sobre ella y su familia fueron una costante para que siguiera prostituyéndose hasta condonar la deuda contraída.

Ante ello, la mujer mantiene que llegó a pagar un total de 8.150 euros a su prima Marcia, sin contar los otros 3.150 que abonó en tres viajes efectuados a la estación de autobuses de Méndez Álvaro, en Madrid, siguiendo las instrucciones recibidas por teléfono de un hombre que le amenazó con matar a su madre y su hijo si no se plegaba a sus exisgencias.

La joven no acudió antes a la policía ante el clima de miedo que soportaba y el férreo control sufrido y explica que tampoco ninguna otra mujer del club estaba dispuesta a ayudarle, ya que "allí nadie te echa una mano porque no quieren meterse en problemas", hasta que un día una joven colombiana le aconsejó que se pusiera en contacto con un tal Carlos, perteneciente al Servicio de Extranjería, y así lo hizo.

Tras la denuncia, prestada el 5 de noviembre de 2015, la testigo refiere incluso el encuentro que tuvo con Marcia en la estación de autobuses de Valladolid y las nuevas amenazas de ésta para que le firmara un papel cuyo contenido desconoce porque no lo llegó a firmar. "Logré subirme el autobús y comprobé entonces que me seguía en un coche para averiguar mi nuevo domicilio", recuerda la víctima, quien apunta que en un momento dado logró apearse del bus y dar esquinazo a su perseguidora.

Aunque las dos acusadas tendrán oportunidad de explicarse este próximo miércoles desde el banquillo de la Audiencia de Valladolid, una de ellas, Marcia, minutos antes de que comenzara la testifical de su prima, se ha acercado a los periodistas para mantener su inocencia y asegurar que la denunciante nunca ha estado privada de libertad una vez en España y que se ha prostituido de forma totalmente voluntaria.

De hecho, Marcia insiste en que su prima ha ejercido también la prostitución en clubes de Aranda de Duero y Puerto de Santa María, al tiempo que atribuye la denuncia contra ella y su hermana Cirila al intento de la joven de prolongar su estancia en España.

Marcia sostiene que la denunciante decidió inventarse esta historia cuando una noche, estando de fiesta en Madrid, fue interceptada por la policía y los agentes comprobaron que tenía el visado caducado.

"Nos denunció porque sabía que con ello, al entrar en el programa de víctimas protegidas, podría renovar papeles y seguir en España", añade la acusada, quien también lamenta que la muerte de la abuela de las dos acusadas y su prima está relacionada con el presente proceso. "¡Se ha muerto del disgusto. Mi prima es una desagradecida, con todo lo que hemos hecho por ella",

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