El mural de la calle Mantería de Valladolid, entre los más bellos del mundo en 2020

Ese rostro de mujer que se asoma a una de las paredes medianeras de la calle Mantería, esa muchacha de labios morados y pelo azul, esa joven con senderos rojos sobre sus cerrados ojos ha conquistado a los expertos de la revista Widewalls, que han situado esta obra del artista onubense Manomatic como uno de los 55 mejores murales y piezas de arte urbano realizadas el año pasado en todo el mundo.

El lateral perdido de un edificio se ha convertido en una de las paredes más bellas del mundo en 2020. Ocupa el número 14 en una lista elaborada por una entidad internacional, con dominio en Suiza, que además es galería 'on line', casa de subastas, fondo documental sobre piezas contemporáneas, medio especializado en arte urbano.

El trabajo de esta pared vallisoletana comparte honores con obras que han encontrado su lienzo en espacios callejeros de París, Londres, Sydney, Los Ángeles, Lisboa, Nueva York. Y también con obras firmadas por referentes, como Banksy, 1Up crew, Nevercrew. La de Valladolid se sitúa así como una pieza cotizada, a la vista de todos, que hace un año se realizó en una de las calles más comerciales de la capital.

La obra se inscribe en el proyecto Distrito Vertical, con el que se persigue embellecer las paredes medianeras de la capital. La de 2020 fue la primera edición, con once obras finalizadas en calles como Costa Dorada (en Barrio España), Porvenir (Vadillos), Gabilondo, Arco de Ladrillo o Santa Lucía. Todas ellos, con el sello de importantes artistas, como subraya Juan Manuel Pardo, director del proyecto emprendido por el espacio cultural Andén 47, en colaboración el área de Cultura del Ayuntamiento de Valladolid. «Este reconocimiento, que esta obra esté considerada una de las más potentes de 2020, sitúa a la ciudad en los circuitos de muralismo», asegura Pardo, quien recuerda que en las intervenciones participan reconocidos artistas nacionales, como Taquen, Ampparito, Diego Vicente. O Manomatic, quien firma la obra seleccionada.

Nacido en 1982, inició su andadura en el graffiti a través de amigos y conocidos en Sevilla. «Empecé haciendo monigotes, personajes de mi invención, y poco a poco me he ido acercando al hiperrealismo», cuenta el autor de 'Khanya', el mural de la calle Mantería que forma parte de su colección 'Identity', un proyecto que también tiene exponentes en muros de Barcelona o Huelva y que se extiende a trabajos en bastidor, cuadros en un soporte más convencional y que formarán parte de una exposición en la que trabaja en la actualidad.

El hilo conductor de esta serie es indagar en la identidad de las sociedades, en el sustrato cultural común de una comunidad que se transmite de una generación a la siguiente. La mirada original se dirige a los pobladores del suroeste peninsular, con su inspiración principal en los grabados de un dolmen de Soto, un monumento del calcolítico (fechado entre los años 3.000 y 2.500 antes de nuestra era) que es vestigio de los moradores de aquella zona.

«Esas manifestaciones culturales y artísticas, sociales en muchos casos, son muestra también de lo que somos. Ahora estamos invadidos por las redes sociales, por Internet, por la extensión de un modelo uniforme –y pone como ejemplo los restaurantes de comida rápida–, pero si miramos hacia dentro, hacia lo que somos, no podemos perder de vista esa identidad de quienes estuvieron aquí antes que nosotros», cuenta Manomatic.

«La península, por sus condiciones estratégicas y por su riqueza natural, ha acogido y recibido a muchas culturas a lo largo de la Historia. Y muchas de sus obras se han perdido. Me interesa ese valor autóctono, buscar en las esencias culturales». Y cómo las aportaciones posteriores –desde un punto de vista integrador– han servido para enriquecerlas. Ese mensaje está aquí, en 'Khanya', en este rostro de mujer sobre una medianera de doce metros de alto y cuatro de ancho, que rinde homenaje a «la portadora de la luz, la cuidadora del fuego».

En su mayor parte, está realizado con spray pulverizado, aunque también vertido con brochas: «Le da más variedad plástica a la obra». «El artista español Manomatic, conocido por explorar la relación con el automatismo destructivo de nuestra vida cotidiana, la convención y la rutina, ha creado un nuevo mural que presenta un expresivo y sensual retrato de una chica», describe la obra el jurado que la ha seleccionado entre los murales más bellos del mundo de 2020.

«Ha sido un año muy complicado. Hicimos el mural en febrero, justo antes de la pandemia», explica Manomatic. El confinamiento posterior afectó, claro, a la organización de festivales artísticos en los que la calle es el lienzo. Si no se puede salir... Por eso este año ha sido más una temporada de trabajo en estudio, de indagación personal en la inspiración. «Nosotros no necesitamos de un público, de un control de aforos para ver nuestro trabajo, pero se han celebrado menos eventos. Y no se ha podido convivir con otros artistas», cuenta.

Distrito Vertical ha iniciado los trabajos para una nueva convocatoria en este 2021 con la búsqueda de comunidades de vecinos dispuestas a ceder sus medianeras (hay un compromiso de no modificar la obra en cuatro años) para que, una vez obtenidos los permisos, reconocidos artistas puedan plasmar ahí obras como las de esa chica de labios azules y ojos cerrados de la calle Mantería.

Además del de la calle Mantería en Valladolid, estas son algunas de las obras también incluidas en esa lista de los murales más bellos de este año pasado, seleccionados por Widewall.