«Este es el '¡Hola!' de la Facultad de Medicina de Valladolid»: sus 620 años de historia en imágenes
Carlos Vaquero publica un libro donde recopila fotografías, grabados y documentos que dibujan las curiosidades e hitos de una institución académica fundada en 1404
«Esto es como el '¡Hola!', está lleno de fotos de personas famosas, de médicos importantes», dice Carlos Vaquero (profesor emérito de cirugía, jefe de servicio del Hospital Clínico durante 30 años), mientras pasa las páginas de su última criatura libresca. «Mira, Andrés de la Orden, Luis Mercado, Pedro Gómez Bosque, el doctor Bañuelos…».
Todos ellos, protagonistas en algún momento de la Facultad de Medicina de Valladolid, cuya historia recorre Vaquero en un viaje ilustrado por documentos, grabados y fotografías de los últimos seis siglos.
«He estado 55 años vinculado a esta institución. Ha sido como mi casa. Aquí hasta he pasado la noche en el despacho. He dormido aquí. Así que, escribir este libro es como investigar en la historia de mi familia», asegura Vaquero, quien ha buceado en los archivos, buscado en las hemerotecas, pescado en Internet en busca del material gráfico que le ayude a reconstruir un pasado de 620 años.
«Hay lagunas importantísimas», reconoce. «Desconocemos mucho sobre los años iniciales. El soporte documental de entonces es muy reducido. Algunos archivos se perdieron en el incendio de 1939 y hay una casi total ausencia de fotografías custodiadas desde el punto de vista institucional», reconoce. Así, las donaciones de particulares y amigos han sido claves para armar este libro que tendrá en los próximos meses una continuación. De momento, este es el '¡Hola!', el repaso en imágenes. Después, llegará el relato de la historia. «Yo no soy historiador ni escritor, soy un aficionado al que no le gustan esos libros que los coges y te duermes». Así que, este trabajo está lleno de curiosidades como para no echar una cabezadita.
La más antigua es el documento fundacional de los estudios médicos en la Universidad de Valladolid. Está fechado el 9 de junio de 1404, cuando a instancias del rey Enrique III de Castilla se concedió un privilegio real para la creación de la Cátedra de Phísica, «acepción que corresponde al equivalente de cirugía».
Una copia gigante de este legajo puede verse ampliada en el vestíbulo de la actual Facultad de Medicina, que lo esgrime para reivindicarse como la más antigua de España. La enseñanza original se impartía en el edificio histórico de la Universidad (con contenidos de los aforismos hipocráticos y textos de Galeno y Avicena), aunque las sucesivas reformas del inmueble han hecho que no quede ni rastro de aquella aula.
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Cuando en 1857 (después de un periodo sin estudios de Medicina en Valladolid) la facultad retomó su actividad, se exigió que hubiera clases prácticas y estas se llevaban a cabo en el Hospital de la Resurrección. Hasta entonces, durante los siglos XVI y XVII, «la enseñanza de los estudios médicos se soportaba únicamente en conocimientos teóricos y los prácticos se adquirían posteriormente bajo la tutela de una facultativo experimentado», cuenta Vaquero.
El 6 de octubre de 1886, de ese antiguo edificio junto al Campo Grande salieron los estudiantes de la facultad, en procesión, en dirección hacia la Universidad, donde se incorporaron los alumnos de Derecho. Juntos fueron hasta el Hospital de Prado de la Magdalena, precedidos de banderas y de la banda del hospicio. Ese día, se inauguraba la actual sede de la facultad, cerca del Hospital Provincial.
Pero volvamos a esas primeras décadas de los estudios de Medicina en Valladolid. No se conservan expedientes estudiantiles hasta el año 1546. Dos años después, se publica un texto hipocrático que era base para la formación de los futuros médicos (y cuya portada se recoge en este libro de Carlos Vaquero). En 1550, publica su obra Alfonso Rodríguez de Guevara, titular de la primera cátedra de anatomía de Valladolid (creada ese mismo año). Y en 1551, se publicó en la ciudad el primer libro de anatomía en castellano, obra de Bernardino Montaña de Monserrate, quien ejerció como médico en esta ciudad.
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Entre los nombres ilustres que aquí se formaron están Dionisio Daza Chacón (1510-1596), cirujano de Carlos V. Gaspar Bravo de Sobremonte Ramírez (1610-1683), quien ocupó las cátedras de filosofía, cirugía y método… y fue además médico de cámara de la Corona con Felipe IV y su hijo el príncipe Carlos. O Benigno Morales Arjona, catedrático de Ginecología, a quienes sus alumnos llamaban 'Don Maligno' por su rigidez como profesor.
La historia visual de la facultad tiene paradas importantes en 1594 (se crea la primera cátedra de cirugía, con Francisco Ruiz como titular) o 1731, con la fundación de la Real Academia de Medicina, la segunda más antigua del país. O se recuerda que en varios cursos del segundo tercio del siglo XVIII no hubo ni un solo matriculado.
Durante el siglo XIX, la facultad vallisoletana vivió altibajos, aperturas y cierres, por las sucesivas decisiones del Gobierno para reorganizar el mapa de titulaciones en España. Así, la facultad es clausurada de forma temporal en 1801, 1807 o después de la Guerra de la Independencia. «Desde 1809 a 1813 se siguen desarrollando estudios médicos en la Universidad de Valladolid, ya que la mayoría de los catedráticos había jurado fidelidad al nuevo rey José I. Una vez repuesto el rey Fernando VII, se vuelven a suspender, pero dos meses después los vuelve a autorizar, aunque sea una formación de segundo rango, ya que la facultad se utilizaba como trampolín para luego continuar los estudios en Madrid».
En 1845, la enseñanza de Medicina se traslada a Salamanca y en Valladolid apenas permanece la formación de cirujanos menores (equivalente a practicantes). Es en 1857, con Claudio Moyano como ministro de Fomento, cuando se restablecen los estudios médicos en la Universidad de Valladolid, con un nuevo plan de estudios. Desde entonces, la formación en Medicina se ha mantenido sin interrupción administrativa en la ciudad.
El catálogo de curiosidades del libro incluye la orla más antigua que se conserva. Es del año 1864, con 18 alumnos alrededor del decano Carlos Quijano. También está el expediente de Luisa Domingo García, considerada la primera mujer egresada en la Facultad de Medicina de Valladolid. Se matriculó en 1880 y se licenció seis años después. Antes hubo otra mujer matriculada (en 1878), pero no completó los estudios y solo llegó hasta cuarto curso.
Uno de los grandes tesoros fotográficos está fechado en el año 1900. En la bisagra entre los siglos XIX y XX, se tomaron numerosas fotografías de la Facultad de Medicina con las que se ha nutrido este libro. Y la otra gran aportación llega de las semanas previas al estallido de la Guerra Civil. En junio de 1936 se publicó una monografía de la Academia de Alumnos Internos, con una impresionante colección de fotos de todos los departamentos de la facultad.
«Hay que recordar que la facultad no la forman solamente sus profesores y alumnos. Son muy importantes, pero están también los administrativos, el personal de mantenimiento (y podemos acordarnos de Teodomiro, que hizo las sillas de la sala de juntas), el de fotocopias o limpieza, que es fundamental en un espacio dedicado a la medicina. Sin todos ellos, la facultad no funcionaría», explica Vaquero, que también escribirá un libro sobre el último medio siglo de la institución, con un detalle más pormenorizado de sus protagonistas. «A mí los libros me persiguen. Van más rápido que yo», cuenta Vaquero, un apasionado de la historia y de los archivos que ha reunido en un libro estos documentos gráficos que recorren los 620 años de la Facultad de Medicina en Valladolid.
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