Millán Salcedo sigue en sus trece

Nada, no hay manera. Millán Salcedo está empeñado en mantenerse en su «línea habitual»; a la hora de hacer reír a los demás, sigue en 'sus trece'. Y, es que, su espectáculo, 'En mis Trece', conserva la esencia del mítico conjunto humorístico y, a su vez, sirve de agradecimiento a los grandes maestros. «Muchos cómicos creen que han inventado la forma de hacer humor, pero eso es algo que debemos a personas como Mari Carmen y su doña Rogelia o a Quique Camoiras», explicó Salcedo, que reconoce que su favorito es Gila, al que denomina 'el Dios Monólogo', pues solo necesitaba de un teléfono para provocar carcajadas.

A pesar de que el humorista ha dedicado gran parte de su vida a la televisión y al cine, su verdadera pasión es el teatro. «Me siento como pez en el agua. Es el lugar donde realmente siento que soy válido», comentó Salcedo. Además, destacó lo satisfactorio que resulta actuar frente al público: «Su reacción es inmediata. Si un chiste resulta gracioso, la gente se reirá y, si, por el contrario, no lo hace, me da la oportunidad de mejorar el espectáculo».

La pasión de Millán Salcedo por el teatro nació en el colegio, durante las funciones escolares, en una de las cuales, participó como solista del coro. En ello se encuentra que la razón de ser de esta obra: «El espectáculo nace de la necesidad imperiosa de subir a un escenario. Hacer humor es lo que me gusta, es una claraboya por donde se cuela la actualidad más inmediata», expuso el artista. En este punto, Salcedo quiso destacar que lo que él hace «es parodia, no imitación». Y es que, 'En mis Trece' no es una obra al uso, en ella no solo participa el protagonista, sino, también el piano, la música, las proyecciones y, sobre todo, el público. «El piano es la salpimentación de la ensalada que es el espectáculo y la música es un forma de respirar», dijo el humorista.

Dada la situación actual, en la que se ofrecen todo tipo de programas de 'humor', especialmente en televisión, Millán Salcedo insistió en la importancia de reírse con las personas y no de ellas. «Hay que reíse con la situación y nunca descalificar a nadie». El cómico señaló la desprotección a la que se ven sometidos, no solo los personajes públicos, sino todos aquellos que destacan en un campo concreto, y destacó el perligro que suponen las redes sociales en estos casos.

Por último, el artista prefiere ser definido por su público, pero nunca con morbo y siempre con respeto. Al final de su carrera, le gustaría ser recordado por sus bromas y chistes, en definitiva, como un ganso. «Me encanta que me digan: "pero, ¡qué ganso eres!», afirmó Salcedo. En cuanto a su repitafio, quiere que rece algo como esto: «Aquí yace alguien que se lo pasó de puta madre». Algo de lo que no cabe duda alguna.