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Vivimos en una cultura tradicionalmente monógama. Sin embargo, hay muchas personas que tienen una red afectiva muy amplia, que aman a varias personas a la ... vez y lo hacen de forma consensuada, consciente y ética. Ana Rubio Vaquero es una joven vallisoletana de 28 años que vive el amor de forma no convencional y que durante el confinamiento ha impulsado el nacimiento de Poliamor Valladolid, un colectivo que ha surgido con el objetivo de difundir y visibilizar este modelo de relación afectiva. En esta entrevista nos cuenta su experiencia personal y desmonta algunos mitos sobre este fenómeno creciente de emparejamiento.
–¿Qué es el poliamor?
–Es una manera de relacionarse de forma libre y sin posesión.
–¿Cómo surgió la idea de crear Poliamor Valladolid?
–Yo llevaba tiempo con la inquietud de formar un grupo de personas que compartiéramos inquietudes e intereses y durante el confinamiento abrí un perfil de Instagram. La primera actividad que organizamos fue una charla para conocernos, a la que asistieron 20 personas, lo cual me sorprendió bastante porque apenas lo habíamos publicitado. Eso significaba que había interés por el tema.
–¿Cuándo se dio cuenta de que era una persona poliamorosa?
–Lo descubrí poco a poco. Cuando estaba en otras relaciones, siempre me terminaba gustando otra persona y yo le daba muchas vueltas pensando que algo no estaba bien. Un día vi un vídeo sobre el poliamor y pensé que eso podía ser lo que me pasaba a mí, y que esa era mi manera de relacionarme. A partir de ahí tuve que trabajar mucho a nivel mental, porque pensaba que no iba a ser capaz de gestionar los celos y el tiempo. Llegó un momento en el que decidí salir de mi zona de confort y hasta hoy. Ahora mismo llevo ya tres años en una relación poliamorosa.
–¿Cómo es esa relación?
-Cuando empecé con mi chico, al principio nos daba miedo que el otro estuviera con otra persona, pero a fuerza de hablar mucho sobre nuestras inseguridades lo fuimos superando. Yo quería estar con una chica. Nunca había tenido una relación con alguien de mi mismo sexo y un día decidí abrir un perfil en Tinder a ver si conocía a alguien que fuera poliamorosa. Así encontré a mi actual novia, con la que llevo un año, y que a su vez ella tiene otra relación. Él, en cambio, solo está conmigo. La nuestra es una relación en 'V', no jerárquica. Yo estoy con los dos, y entre ellos no existe ningún vínculo sexoafectivo, aunque se llevan estupendamente. Ellos son entre si, metaamores. Así es como se llama a la pareja de tu pareja. Me encanta que entre mis dos parejas se lleven bien y haya una complicidad especial por el mero hecho de amar a la misma persona.
–¿Es difícil gestionar una relación de este tipo?
–Si digo que no, estaría mintiendo, pero con comunicación, paciencia y comprensión por todas las partes, al final todo acaba fluyendo. Si tienes tiempo es fácil. Todo es cuestión de organización.
–Poliamor, poligamia, intercambio de parejas, parejas abiertas. ... ¿Hablamos de lo mismo?
–No. Hay diferentes maneras de relacionarse. La poligamia iría más unida a términos religiosos o políticos. La mayoría de las personas polígamas suelen ser de otra religión... y hombres que tiene muchas mujeres, por lo tanto, es otra cosa totalmente diferente. Las relaciones abiertas las podríamos englobar dentro del poliamor, pero son más sexuales, con menos implicación afectiva, algo que me parece muy válido si la otra persona es consciente de ello.
–¿Cómo lo asumió la familia?
–A mis amigos se lo comenté hace tiempo, pero mi familia es más tradicional y me ha costado dar el paso de contárselo. Mi hermano vio algo publicado en redes sociales y en navidad hizo un comentario en casa. Eso me dio pie a contárselo a mis padres. Les expliqué lo que era el poliamor y para ellos fue un doble shock, porque les dije que era poliamorosa y a la vez salí del armario ante ellos al decirles que era bisexual. La reacción fue buena, pero aún lo están asimilando.
–¿Qué tipo de reacciones se ha encontrado cuando habla del poliamor?
–Reacciones de todo tipo. Desde gente de dice que sería incapaz, hasta otros que se interesan e incluso les encaja la idea. Yo entiendo esas reacciones, porque yo también he pasado por ellas. Al principio pensaba que tampoco podría relacionarme de manera poliamorosa, pero a medida que fui descubriendo esta forma de entender el amor, vi que era la manera de ser honesta con todas las personas y no sentirme mal porque me gustara alguien.
–¿Dónde quedan los celos en este tipo de relaciones?
–Los celos siempre están presentes. En estas relaciones y también en las monógamas. Pero en el poliamor los celos están autogestionados. Éstos tienen que ver con las inseguridades y, por eso, hay que analizar el problema, deconstruirlo y a partir de ahí trabajarlo y solucionarlo.
– ¿Qué papel juega el sexo en el poliamor?
–Todo depende la persona, del tipo de relación y de los acuerdos a los que se hayan llegado. Hay personas con más líbido y más sexuales que otras. No tiene que ver ser poliamoroso o no.
–¿Cree que la sociedad entiende y acepta el poliamor?
–A nivel general la sociedad no lo acepta. Para ser una persona poliamorosa tienes que tener un gran compromiso, porque están en juego los sentimientos de muchas personas, además de los tuyos.
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