Modo oscuro
«Solo de la casa sacamos dos camiones de botellas, sillas, colchones... y no sé cuantos más de escombros en la parcela», recuerda el actual propietario, desde hace un año y medio, de la amplia parcela de la desconocida finca de Los Quemadillos, un amplio picón de diez hectáreas situado en el límite exacto entre Valladolid y Simancas, dentro de la capital, que alberga en su interior un más desconocido aún pedacito de la historia de la ciudad.
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