David Prieto, en el banquillo de la Audiencia de Valladolid en mayo de 2022. Rodrigo Jiménez
Valladolid

Confirmada la pena de cárcel para el contable que se apropió de 300.000 euros

El TSJ ratifica la condena de la Audiencia Provincial de 21 meses de prisión sobre David Prieto por apropiación indebida

Álvaro Muñoz

Valladolid

Viernes, 10 de marzo 2023

El Tribunal Superior de Justicia de Castilla y León ha confirmado los 21 meses de prisión a David García Prieto por apropiarse de más de 300.000 euros del grupo empresarial (Evento Organización de Servicio Pleno, Factoría de Proyectos I+D, Castilla Tour and Tour y Gestión Integral) y de un delito continuado de falsedad en documento mercantil durante los años que estuvo como contable. Una sentencia que también ratifica la indemnización a las entidades del grupo por valor de 252.667 euros.

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De esta forma, el TSJ desestima el recurso de apelación interpuesto por la defensa del ya condenado, que alegó error en la valoración de la prueba y en consecuencia vulneración del principio de presunción de inocencia. «Es un proceso de valoración de la prueba totalmente lógico. Se llega a la conclusión de que nos encontramos evidentemente con un delito de apropiación indebida, realizada de forma continuada, por superar el importe defraudado ampliamente los 50.000 euros, ya que incorporó a su patrimonio una importante cantidad de dinero que era del grupo empresarial», recoge los fundamentos de derecho de la sentencia. Un fallo que destaca la condición de director financiero de David Prieto para «apropiarse de dinero entre el 1 de enero de 2008 y el 13 de febrero de 2017».

El excontable, que no reconoció los hechos, alegó que «cuando el grupo empresarial tenía problemas de liquidez, adelantaba el dinero de mis cuentas y una vez que se recuperaba, me lo volvía a ingresar. La sociedad aún me debe 13.000 euros», agregó en la primera sesión de la vista oral celebrada en mayo de 2022.

David Prieto, que tenía las claves electrónicas de todas las cuentas bancarias al ser amigo del empresario por aquel entonces, fue contratado en 2008 por el grupo para llevar las cuentas de las diferentes sociedades, momento en el que se registraron las primeras transferencias desde las cuentas de las empresas. «Con la crisis, a partir de agosto de 2012 y principio de 2013 había problemas de liquidez. Se consiguieron contratos con administraciones públicas que tardaban en pagar. En 2013, en plena crisis económica, había unos impagos de 350.000 euros», recalcó.

La boda del condenado

Entre los pagos que se efectuaron desde las cuentas del grupo empresarial en los años que David Prieto ejerció de contable destaca el pago de 30.000 euros a Bodegas Arzuaga para celebrar su boda. «Hice una transferencia desde una de las cuentas. Cuando me dieron los regalos de la boda en dinero, devolví en metálico esa cantidad», explicó el acusado. Ese hecho lo negó el administrador único, Jesús María Gómez Merino. «Entre las cosas que he conocido tras ser despedido es que pagué la boda de David. Nunca me devolvió ese dinero en metálico».

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Durante ese periodo, la crisis también afectó al grupo empresarial, que repercutió en un ajuste de las nóminas para afrontar la situación económica. «Las nóminas de los trabajadores siempre se pagaban porque se priorizó a los empleados. Además, la falta de tesorería se cubría con mis tarjetas y así poder pagar a los proveedores», añadió David Prieto, que también negó que recibiera el dinero efectivo de las entradas del Museo del Toro o de la Íscar Cup de 2016. «No he recibido dinero en metálico», continuó.

Precisamente, del Museo del Toro y de la competición deportiva, el contable se habría apropiado de 6.000 y 18.000 euros, respectivamente, así como de dos cheques al portador de 2.000 euros que David Prieto no reflejó en la contabilidad, incorporándolos a su patrimonio. «David no estaba autorizado en ninguna cuenta, pero no necesitábamos hacer ningún apoderamiento. De haber sabido esos movimientos, no lo hubiera permitido. Aquí, el único patrimonio con el que se ha avalado era el mío. Cuando faltaba liquidez, yo rescaté un fondo personal antes del 2010. No he necesitado que David financiara nada», agregó el administrador único, Jesús María Gómez Merino, que reconoció haber encontrado documentación «con una burda falsificación de mi firma».

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Asimismo, el TSJ también ha ratificado la absolución del contable de los delitos de falsificación de cuentas y de administración desleal.

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