Manu Tenorio: «Ismael es un ejemplo a seguir porque lucha sin parar por su vida»

Lleva dos semanas hablando con todos los medios de comunicación, por lo que el agotamiento se refleja en su rostro. Ha pasado por televisiones, radios, revistas, portales de Internet y periódicos. Ayer, por fin, pudo descansar y ver cumplido uno de sus sueños. «Nunca me había podido imaginar que Manu Tenorio pudiera estar en mi pueblo», comenta Ismael Alonso, el joven serradeño de 19 años y fan del cantante sevillano, al que conoció en un ingreso hospitalario en La Paz y que anoche actuó a beneficio de Menudos Corazones.

Horas antes del concierto del sevillano en el campo de fútbol, Ismael hacía las funciones de guardaespaldas y mantenía a raya a sus vecinos. «Ahora no se le puede molestar, por favor, que tiene que ensayar», aseveraba Ismael con su camiseta negra donde un gran corazón rojo de la Fundación Menudos Corazones daba pistas sobre el motivo del recital estrella de las fiestas patronales de Serrada.

El día se le antojo «largo y pesado» porque «quien espera desespera». Tras dar muchas vueltas en la cama y disfrutar de uno de los encierros de las fiestas de su pueblo «es que los toros pasan justo por el balcón de mi casa y no me tengo ni que mover para verlos» despertó alrededor de la una de la tarde. «He estado todo el día nerviosito perdido; para mí es muy importante que el pueblo responda bien y acudan al concierto porque es por una muy buena causa, como recaudar fondos para Menudos Corazones y para la Asociación We can be heores», explicó Ismael, quien sujetaba con fuerza una bolsa de plástico en la que se asomaba una pequeña guitarra de coleccionista.

Tras intercambiar «mil y un whatsapp» con amigos y familiares, Ismael decidió ir calentando motores y puso a todo volumen la canción que horas más tarde tatarearía. «Mi canción favorita de Manu es Se me eriza la piel .Su letra y su sentimiento me llega a lo más profundo», relató el joven, quien lleva diez meses a la espera de un trasplante de corazón.

El punto de encuentro de muchos de los vecinos de Serrada durante los meses previos a la celebración del concierto fue la tienda de comestibles que la familia de Ismael regenta desde hace años. «Hemos vendido 700 entradas y los 200 discos que Manu donó, por lo que hemos recaudado 2.000 euros, mil para cada asociación por la que se celebra el concierto», comentó Ismael mientras que su orgullosa madre, Ana Alonso, le entrecortaba para aconsejarle que se pusiera la chaqueta: «Está un poco delicado y este aire no es bueno.» Al igual que Ismael, el rostro de su madre era de pura felicidad porque «para nosotros supone mucho que Manu Tenorio esté en Serrada en un concierto benéfico».

Ana nunca pudo imaginar que las ansias de su hijo por ver a su ídolo pudieran movilizar a todo un pueblo. «Le gusta de siempre, desde Operación Triunfo, y cuando se conocieron en La Paz fue algo excepcional, pero para esto de hoy no hay palabras, es un sueño cumplido y con lo que tiene encima Ismael es muy de agradecer».

Cuando las agujas del reloj marcaron las ocho y media de la tarde Ismael pudo abrazar de nuevo a Manu Tenorio. «Fíjate la que ha liado este jovencito y en la que estamos metidos», bromeaba el cantante mientras le colocaba el sombrero que el joven lucía con motivo de las fiestas.

Ismael nació con una cardiopatía congénita y su corazón está en el lado derecho. A lo largo de su corta vida ha pasado cuatro veces por los quirófanos. La primera fue a los tres días de nacer. La segunda, en febrero de 1996. Las velas de su sexto cumpleaños las sopló en la Unidad de Cuidados Intensivos de La Paz y a los nueve volvió a Madrid para ser nuevamente intervenido.

«Ismael es un tío sencillo y un encanto de persona, pero la lectura más profunda que hago de todo esto es que es un ejemplo a seguir porque desde que vio el primer rayo de luz ha estado luchando por su vida», reflexionó con admiración Manu Tenorio.

Hace dos años, durante un ingreso de Ismael en La Paz, coincidió con el cantante, quien por motivos personales se encontraba en el mismo área hospitalario. De aquel encuentro surgió una amistad que a pesar de la distancia y de los compromisos laborales del andaluz se mantiene, hasta tal punto que cuando Ismael tiene revisiones el artista se desplaza hasta el hospital para preocuparse en primera persona sobre su estado.

«Yo soy muy pesado y le agobio a mensajes, pero es que para mí es un gran amigo», reconoció Ismael con la ternura de un niño. Nunca olvidará el gesto de Manu Tenorio, quien además de preocuparse por las revisiones y pruebas médicas, también le regaña porque «es un estudiante regular, es un poco vago y eso no puede ser».

El próximo mes de septiembre Ismael iniciará segundo de Bachillerato en el Instituto Alejandría de Tordesillas. Será entonces cuando se inicie su cuenta a tras para conseguir un nuevo corazón, pero hasta el momento, como dijo Tenorio: «Ismael será y es todo un ejemplo y siempre estaré a su lado».