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v. a.
Martes, 20 de enero 2015, 11:25
Un niño de Mali que acudió con un catarro a una revisión médica al centro de salud de Covaresa provocó ayer una involuntaria alerta sanitaria. Los médicos del centro pensaron que estaban ante un posible caso de ébola y, por precaución, cerraron el ambulatorio y anunciaron que se suspendían las consultas, con la consiguiente sorpresa y desconcierto de los pacientes que se encontraban ya dentro o que pretendían acceder. El consejero de Sanidad, Antonio Saez, aseguró ayer que se trató de una «alarma excesiva» . En realidad, el niño no cumplía ninguno de los criterios que exigen la adopción de medidas preventivas ante la posibilidad de contagio. Y así lo confirmaron los epidemiólogos que se trasladaron al centro para analizar el caso.
Por todo ello, Saez confirmó que la Junta «no ha activado ningún procedimiento de alerta, en ningún caso», aunque dijo que los sanitarios del centro de salud adoptaron algunas medidas «precautorias» antes de que los expertos hubieran analizado el caso.
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