Estudiantes de Valladolid destapan las sustancias tóxicas de los cigarrillos

Marta Lozano coge el algodón con la puntita de los dedos, los restos químicos del tabaco ahí impregnados, como si fueran una alfombra de alquitrán incrustada en los pulmones. «Y mira, mira qué mal huele», dice Marta mientras arruga un poco la nariz. Ahí, en ese algodón que se ha vuelto marrón después de apenas un par de caladas, está buena parte del trabajo con el que cuatro estudiantes del colegio de Lourdes han obtenido el primer premio del concurso de investigación convocado por la Asociación de Químicos de Castilla y León. Marta, con el algodón entre los dedos, es una de ellas.

El equipo lo completan Alfonso Martín, Luis Pisonero y Patricia Ruiz, alumnos de cuarto de Secundaria, quienes tutelados por el profesor Fernando Iglesias han elaborado un estudio químico del tabaco para analizar las sustancias nocivas que contiene un cigarrillo... y con esos resultados concienciar a sus compañeros sobre los efectos nocivos del fumar.

La estadística dice que a su edad (15 y 16 años) el 47,2% de los jóvenes ya ha dado más de una calada. Que el 12,8% de los chicos fuma a diario. Que el porcentaje sube hasta el 23,5% entre las chicas. Los cuatro ganadores del certamen se hallan al otro lado de los porcentajes. Ninguno de ellos fuma... y este trabajo les ha confirmado en su intención de no hacerlo nunca. Basta con mirar el algodón, con fijarse en las conclusiones de su trabajo.

Su investigación constaba de dos partes. «En un primer momento hicimos una destilación seca del tabaco», explica Alfonso Martín. El objetivo era estudiar los componentes con los que se elabora un pitillo. Para ello, idearon un mecanismo que les permitiera consumir los cigarros sin quemarlos. Metieron diez (sin filtro)en un tubo sin oxígeno que calentaron durante más de dos horas y después utilizaron hielo para licuar los componentes. Midieron el PH y comprobaron que entre las más de 4.000 sustancias que tiene un cigarro destacan la nicotina (con efectos estimulantes y adictivos), el alquitrán (principal componente cancerígeno), gases irritantes, amoniaco, acetona... Al consumir los cigarros pudieron obtener una pesada por contraste y comprobaron que el tabaco rubio es más perjudicial que el negro. «No solo tiene más sustancias nocivas, sino que además estas se adhieren mejor a los pulmones», concluye Patricia Ruiz.

«Nos ha sorprendido ver que entre los componentes del tabaco hay ácido acético, que es lo que se usa en los esmaltes de uña, ácido cianhídrico (empleado en las cámaras de gas)o incluso muchos productos que se usan para los tintes de pelo», concluyen.

Para la segunda parte del experimento construyeron una máquina de fumar. «Si con la primera prueba quisimos ver los componentes del cigarrillo, el objetivo en esta era analizar cómo les afecta al fumador», indica Luis Pisonero. Usaron un tubo de ensayo, corcho, una jeringuilla para insuflar aire y otros elementos para fabricar este simulador de fumadores. Con un algodón seco y limpio en su interior pudieron ver cómo iba cambiando de color a medida que se daba una calada tras otra y los restos del cigarrillo se impregnaban ahí. «El algodón hace las veces de los pulmones y así podemos ver en qué medida afecta fumarse un cigarrillo». Dicen que el resultado es tan demoledor que, después de mostrárselo a los compañeros de clase, algunos ya han dejado de fumar. «El filtro elimina casi la mitad, pero aún así llega muchísimo a los pulmones».

Esta investigación del colegio de Lourdes ha vencido la primera convocatoria de un concurso al que se han presentado 22 trabajos elaborados por 84 estudiantes de cuarto de Secundaria y primero de Bachillerato. El premio del certamen que pretende «acercar la Química y su vertiente investigadora a los más jóvenes» es una estancia de ocho días en el Campus de Profundización Científica que se organiza en Soria. Otros trabajos analizaron la química de los alimentos, el uso de reacciones endotérmicas como antinflamatorio o las propiedades de la arcilla.