Educar con mayúsculas

Ir al colegio supone tener la posibilidad de aprender conocimientos de materias como matemáticas, historia, lengua o geografía. Los libros que van en las mochilas y carteras de los escolares recogen todos estos conceptos que serán básicos para su futura formación.

Pero en las aulas de los colegios no sólo se aprenden este tipo de materias sino otros muchos valores para convertir a los niños de hoy en día en buenas personas capaces de desenvolverse con soltura en una sociedad cada día más cambiante y conflictiva.

Bien lo saben en el colegio Cooperativa Alcázar, de la capital, que ha sido galardonado con el segundo premio a las buenas prácticas en convivencia escolar, convocado por la Junta de Castilla y León. Un galardón que reconoce que el centro ha desarrollado buenas prácticas en procesos tanto de prevención y resolución de conflictos como de promoción de conductas pro-sociales durante el pasado curso escolar 2009-2010.

Desde los niños más pequeños hasta los adolescentes han participado en actividades basadas en el valor de la igualdad, no sólo en cuestión de género sino también en integración de inmigrantes, enfermos o cualquier otro colectivo en riesgo de exclusión social.

Murales

Una de las actividades en la que se han implicado todos los alumnos ha sido en los murales. Los profesores del centro hicieron fotos a los chicos que colocaron por distintas partes del centro. Luego, los chavales buscaban su foto. Unos retratos en los que descubrían que «éramos todos iguales y nos lo pasábamos todos muy bien», explica Ernesto Palomo, un niño de 12 años que el año pasado estaba en sexto de Primaria.

Y es que de un modo ameno y divertido los profesores del centro han enseñado a sus alumnos a que «todos somos iguales y nos tenemos que tratar igual: da igual el color, el sexo o la nacionalidad», tal y como afirma María Segovia. Una niña del centro que tiene amigos procedentes de Honduras, Brasil, Colombia, Bulgaria y Marruecos

Otra de las iniciativas que llevaron a cabo los alumnos del colegio fueron los debates. Uno de ellos se produjo a raíz de un trabajo sobre la canciller alemana Angela Merkel. «Trabajamos sobre Angela Merkel porque en esos días apareció en prensa una noticia sobre la canciller alemana, donde hablaba del trabajo de la mujer para que pudiera estar en todos los papeles de la sociedad alemana», explica la alumna Alba Luengo.

Los bailes en fechas navideñas y en carnaval así como los conciertos fueron otras iniciativas en las que se implicaron los alumnos del centro. Uno de los conciertos tuvo lugar el 29 de enero del año pasado. Una actividad en la que participó tocando la guitarra Nora Casado, de 13 años, que el curso pasado se encontraba en primero de ESO. «Nos salió muy bien y nos lo pasamos muy bien. Con la guitarra tocamos el 'Killing me softly'. También otras canciones con la viola y el piano. Estuvimos enseñando un mes y medio. Me sentí muy arropada por los profesores», asegura.

Los profesores del centro también realizaron juegos educativos para que los niños aprendieran que es necesario el reparto de las tareas domésticas. Un taller en el que participó Abel Martín, de 14 años que actualmente cursa tercero de la ESO.

El año pasado sus profesores le bajaron a la cocina del centro donde «estuvimos fregando, pusimos la mesa y nos sentamos a hablar todos juntos. Algunos contamos chistes o leímos el periódico. Todos nos sentimos muy iguales», afirma el joven. Y éste chaval va más allá. « Hay que ayudar en casa por la igualdad, está visto que en esta sociedad la mujer no lo tiene que hacer todo porque los hombres también tenemos que ayudar. Yo he aprendido a fregar los cacharros».

Sorpresa por el galardón

Desde la Cooperativa Alcázar aseguran que cuando presentaron el trabajo nunca pensaron que fueran a ganar nada. Por eso su sorpresa fue mayúscula cuando les dijeron que habían logrado el segundo premio. «No nos lo creíamos. Pero bueno, es un reconocimiento a una labor que habíamos hecho durante todo el curso ya que en el proyecto que presentamos no nos habíamos inventado nada, sino que pusimos lo que se había hecho el año anterior», explica Federico Serrano, director de la Cooperativa Alcázar.

Tres personas fueron el alma del proyecto que se inició en septiembre del 2009. En concreto, la coordinadora de convivencia, la orientadora y una profesora de apoyo. Unos docentes que consiguieron implicar a todo el centro, desde los niños más pequeños y hasta los más mayores, además de a las familias de los chavales.

El premio obtenido por el centro alcanza los 3.600 euros, dinero para el que todavía no hay un uso concreto, aunque probablemente sea para adquirir «material escolar», tal y como señalan desde la dirección del centro.

Los 'Premios de buenas prácticas en convivencia en los centros educativos de Castilla y León' se convocan en tres modalidades diferentes.

En la primera pueden participar los centros educativos que impartan enseñanzas de segundo ciclo de educación Infantil y/o primaria. La segunda modalidad en la que los galardones se conceden a las buenas prácticas en convivencia en centros educativos públicos que impartan enseñanzas regladas correspondientes a Educación Secundaria Obligatoria, Bachillerato o Formación Profesional; y una tercera categoría destina a premiar las buenas prácticas en convivencia en centros educativos privados concertados.

La Junta pretende consolidar esta iniciativa, que se puso en marcha en el curso escolar 2008-2009, para convertirse en uno de los aspectos claves de las actuaciones incluidas en el Plan de Convivencia de Castilla y León.