:: TEXTO: YOLANDA VEIGA :: FOTOGRAFÍA: PATRICK DOVE (AP)
CONTRAPORTADA

La penitencia de Warren Jeffs

PPLL

Domingo, 5 de diciembre 2010, 01:57

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«A través de la raza negra el diablo ha podido traer siempre el mal a la tierra». Si solo fuesen comentarios racistas los que ensucian la biografía de Warren Jeffs -californiano, 55 años cumplidos ayer-... El líder de la 'Iglesia Fundamentalista de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días', una escisión de la mormona, está embadurnado hasta arriba: abusos sexuales, cómplice de violación, matrimonios forzados entre hombres y niñas, y poligamia. Dicen que tiene 60 esposas. En 2005, cuando vio que ponían cerco a sus desmanes, huyó y el FBI le colocó en el 'top ten' de los más buscados. Su cabeza llegó a valer 100.000 dólares, pero le arrestaron de casualidad un año después en un control de carretera. En el coche llevaba fajos de billetes, una quincena de móviles y una docena de gafas de sol. Le condenaron a diez años de cárcel, pero el juicio tuvo que repetirse por distintas irregularidades. Mientras aguarda a que la justicia dictamine, se deja las rodillas en carne viva rezando y se golpea la cabeza contra la pared como particular penitencia. En todo caso, peor es la que impuso él durante años a los fieles de su iglesia, que la heredó de su padre. El pupilo salió 'aventajado'. Warren Jeffs ordenaba casamientos, aleccionaba a sus fieles -entre 6.000 y 10.000- de Arizona, Texas y Utah con discursos fundamentalistas y llegó a abusar de algunos. El lunes, envejecido y con la mirada ausente, comparecía en el juzgado de Texas. Warren Jeffs ya no dispone, ahora le toca al juez.

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