
S. ESCRIBANO
Viernes, 16 de julio 2010, 12:32
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«Envidia, y no es envidia sana. Es envidia». Eso es, en palabras del consejero de la Presidencia y portavoz de la Junta, José Antonio de Santiago-Juárez López, lo que se siente en la Junta después de escuchar a José Luis Rodríguez Zapatero plantear, durante 25 minutos en su intervención en el debate de la nación, «atajos para eludir la sentencia del Tribunal Constitucional sobre el Estatuto de Autonomía de Cataluña», y oír al presidente de la nación defender que «cumple» con la comunidad catalana sus compromisos en infraestructuras y financiación autonómica. «Pues aquí no cumple», criticó el portavoz del Gobierno de Castilla y León, que volvió a censurar el silenció del Ministerio de Fomento sobre cómo va a afectar a la comunidad el recorte anunciado de 6.200 millones en infraestructuras. De Santiago-Juárez lamentó la defensa que hace Zapatero del desarrollo estatutario en Cataluña, cuando «aquí nos niegan el pan y la sal y son incapaces de empezar a avanzar en la transferencia de la gestión de la Cuenca del Duero, aspiración que recoge nuestro Estatuto y que cuenta con un amplio respaldo político y social, de organizaciones agrarias, empresariales y sindicales».
El portavoz de la Junta elevó el tono de la crítica por el agravio comparativo que sufre Castilla y León, cuatro días antes (el lunes, 19) de que una delegación autonómica y otra del Gobierno central se sienten en un despacho de la sede de la Junta para abordar las obras extraordinarias que financiarán ambas administraciones para revitalizar comarcas deprimidas con cargo al Plan de Convergencia Interior. Y a cuatro días también (el mismo lunes, 19) de que el Ejecutivo de Zapatero declinara celebrar otro encuentro con la Junta para relanzar el traspaso del Duero, argumentando que esta misma jornada había quedado con representantes lusos para abordar los matices del tratado internacional firmado entre España y Portugal sobre el río que pasa a tierras del país vecino desde Castilla y León.
El avance en la transferencia del Duero no tendrá lugar el lunes, pero en el encuentro que sí está fijado en agenda, el del Plan de Convergencia Interior, responsables autonómicos y estatales valorarán qué proyectos -y quién los paga- se acometerán para «dinamizar económica y demográficamente» las zonas más pobres de Castilla y León.
Cita institucional el lunes
José Antonio de Santiago avanzó que la carpeta de la Junta incluye iniciativas, en su mayoría medioambientales y de infraestructuras, por importe de los 150 millones comprometidos por Herrera para este año. Desde el Gobierno autonómico confían en que los enviados de Zapatero lleguen con proyectos por similar valor, en respuesta al acuerdo alcanzado entre los dos presidentes en vísperas de que Castilla y León se abstuviera y no votara en contra del nuevo modelo de financiación autonómica. El acuerdo fijaba una inversión de 450 millones por cada una de las administraciones, divididos en tres años.
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Añoranza de Villalba
El portavoz reiteró también sus críticas hacia los dirigentes del PSOE de Castilla y León, con quienes durante «siete meses» se ha intentado pactar las obras adicionales para las comarcas protegidas sin éxito. De Santiago cargó con el fracaso del acuerdo a los socialistas. «Ha sido imposible. Nos dimos cuenta de que lo que querían era alargar el proceso 'sine die' en algo que no puede esperar un día más, porque estamos en julio», apuntó el consejero de Herrera.
A este pacto nonato, José Antonio de Santiago incorporó las perspectivas que presenta la negociación planteada por la Junta al PSOE para fijar las prioridades presupuestarias. El consejero aseguró que los socialistas no han pedido aún al Ejecutivo autonómico la información económica que anunciaron iban a solicitar el lunes pasado para trabajar en el acuerdo, ni han hecho llegar a la Junta propuesta alguna. «Nosotros hemos demostrado que somos capaces de llegar a acuerdo sociales y también políticos. La pasada legislatura con el Estatuto, el Reglamento de las Cortes, la Estrategia contra la Despoblación, la financiación europea y la financiación autonómica. Alguien debe preguntarse si es parte del problema. Revisen quién estaba por parte del PSOE y quién no», planteó José Antonio de Santiago. Respuesta: estaba Ángel Villalba y no estaba Óscar López. Al primero, que pasó a mejor vida en la política autonómica tras dos derrotas electorales con Herrera y a la 'reserva activa' con el cargo de máximo responsable de Feve, le llegan ahora los halagos desde la Junta que se convierten en crítica acerada hacia su sucesor y candidato socialista en mayo de 2011. Dios nos libre del día de las alabanzas, también en las lides políticas
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