¡Quién lo diría!

Fue en mayo del año 2000 cuando la fuerte ilusión de un grupo de jóvenes por la música coral comenzó a tomar forma, y desde entonces hasta hoy han pasado diez años de andanzas, lo que les lleva ahora a celebrar durante los próximos días 14 y 15 de mayo en la capital palentina su décimo aniversario de existencia.

Se podría decir que son jóvenes pero que ya cuentan con una dilatada experiencia. Actualmente, sus componentes son 25 voces masculinas y femeninas, pero a lo largo de diez años han pasado más de un centenar, con 300 conciertos ofrecidos y casi cien localidades visitadas, entre las que se cuentan también las de ámbito internacional, como en el concierto ofrecido en Cerdeña en el año 2002 en el certamen coral internacional Etnochorus. «Estos logros no llegan por si solos, sino a través de todo el trabajo y el esfuerzo que hemos hecho durante diez años, y haciendo lo que más nos gusta, que es cantar», explica Jorge Colino, director de la Camerata Bella Desconocida.

Colino se muestra satisfecho de la trayectoria del grupo. «Estos diez años han sido muy gratificantes y queremos compartirlos con el público de Palencia, que es lugar donde más hemos cantado», agrega. Asimismo asegura que la Camerata mantiene su ilusión viva, aportando nuevos repertorios atractivos, cantando cosas que a la gente le gustan, investigando y estudiando los nuevos repertorios que al grupo le puedan atraer, realizando programas interesantes y compartiéndolo todo con otros grupos interesantes, según confiesa.

Y para grupos interesantes, los invitados este año por la Camerata al V Encuentro Coral de Primavera, que se celebra el sábado: el Coro Santa Cecilia de Valladolid y el Coro Rubagón de Barruelo de Santullán, a los que Colino identifica «como muy buenos amigos y con los que hemos vivido muy buenos momentos». Serán dos días de una renovada entrega al público palentino, con unos repertorios atractivos. «Uno de los objetivos principales de la Camerata Vocal siempre ha sido ofrecer algo bello y novedoso al público, trabajando para ello con mucho rigor y aplomo, e interpretando con originalidad desde una perspectiva personal, hermosa y cuidada. La ilusión, la fe en la música, la profesionalidad, la generosidad y el buen humor son algunos de los ingredientes que carecterizan al grupo», explica Jorge Colino.

Algunos de estos factores son los que se dejarán ver a buen seguro este viernes en su actuación en Caja Duero en el concierto extraordinario de sus diez años de vida. Esperemos que dentro de otros diez años se siga cumpliendo ese lema que reza en la primera página de su programa de actos: ¡Quién lo diría!