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El lado más solidario de Hontanares de Eresma
Cientos de personas participan en la segunda edición del 'Hontafenixx Rural Fest'
Eduardo Criado Martín pertenece al grupo Desfase Rural. Junto al resto de miembros de la formación, acostumbra a realizar colaboraciones solidarias con asociaciones sin ánimo de lucro que carecen de recursos para poder llevar a cabo sus proyectos. Hasta que un día pensó que su lado solidario podía ir un paso más allá. Y así creó el 'Hontafenixx Rural Fest', un evento que ayer celebró su segunda edición en Hontanares de Eresma y que tiene varios objetivos.
El primero y fundamental es recaudar fondos para alguna asociación sin ánimo de lucro que carece de las subvenciones públicas suficientes para poder desarrollar su labor. No hay una asociación concreta a la que destinar cada año los fondos recaudados. En 2022 fue en beneficio de la fundación Menudos Corazones (una asociación de ayuda a niños con problemas de corazón) y en esta ocasión la elegida ha sido AFTEA (la Asociación de Familias de Personas con Trastorno de Espectro del Autismo). El año pasado lograron recaudar alrededor de 2.600 euros y este año esperan sobrepasar la barrera de los 3.000. Toda ayuda es poca.
Pero obtener fondos no es la única meta del festival. También dar a conocer los proyectos y objetivos de la propia asociación. Se trata de una labor de concienciación que persigue que poco a poco la sociedad sepa las necesidades de una parte de la población (en este caso, de las personas con TEA).
A todo ello se le une la opción de pasarlo bien y crear comunidad. El carácter solidario de 'Hontafenixx Rural Fest' se completa con su intención de crear comunidad entre los vecinos de Hontanares de Eresma, el municipio donde se celebra el evento con una gran afluencia de vecinos tanto del pueblo como de otros próximos. Con diferentes actividades, aprovechan para pasar una jornada juntos en una localidad que ha experimentado un gran aumento de población durante los últimos años.
Actividades
Para lograr todos los objetivos del festival se preparó un programa de actividades que empezó a las doce del mediodía y se alargó hasta bien entrada la madrugada. Más de trece horas de festival con actividades de todos los estilos y para todos los públicos. Como ejemplo, la pequeña feria de artesanía con cerca de una decena de puestos en la que pequeños y mayores pudieron encontrar todo tipo de productos. Al mismo tiempo, el frontón municipal era el escenario de los primeros talleres de la jornada, en los que hubo opción de aprender a hacer malabares, pintar, hacer y jugar con chapas o hasta una batucada. Y todo mientras la música no dejaba sonar gracias a un DJ.
Una demostración de corte jamón fue el aperitivo perfecto para una tarde que continuó con una paella en el frontón. Sin apenas tiempo para el descanso, espectáculos de magia, nuevas actuaciones o juegos infantiles de agua impidieron el aburrimiento en Hontanares de Eresma. Con la caída del sol continuaron las actuaciones musicales con varios conciertos, para que un DJ pusiera la nota final a un evento festivo y solidario que ya mira a su tercera edición.
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