SegoGravity logra en Burgos el primer premio al emprendimiento

El debut soñado. Imponerse a otros once equipos escolares de toda España en la clasificación de Emprendimiento Empresarial, y quedar en el segundo puesto absoluto de la tercera edición del Hiperbaric Challenge era algo que veían lejano los componentes del equipo SegoGravity cuando viajaron a Burgos este fin de semana. Sin embargo, es lo que han logrado con el proyecto que han desarrollado a lo largo de todo el curso. El equipo del colegio Maristas de Segovia, todos alumnos de primer curso de Bachillerato coordinados por Laura Fuentes, profesora de Tecnología Industrial, se han traído los dos trofeos, que ya están en las vitrinas del centro.

El pequeño bólido de cien kilos compitió el domingo en la en la categoría C3 del desafío convocado por la empresa Hiperbaric de Burgos; la prueba final, con todos los requisitos que establece la Federación Española de Deportes de Inercia, era un recorrido desde el castillo de la capital burgalesa hasta la plaza de Alonso Martínez. Pero este reto, con Jaime Bermejo al volante, fue solo una de las pruebas.

Los trece componentes de SegoGravity comentaron este lunes en el colegio Maristas a todos sus compañeros cómo les había ido en Burgos, el transcurso de la carrera en el sinuoso trazado y la defensa del proyecto que hizo el equipo de comunicación el sábado, que tuvo un peso muy importante para que el jurado ante el que lo expusieron en la sede de Hiperbaric les concediera el primer premio de Emprendimiento Empresarial, apartado en el que se impusieron a equipos más experimentados. El segoviano fue el único equipo del resto de Castilla y León, aparte de los de Burgos, y compitió con otros de toda España en este certamen que, entre todas las categorías, tuvo 57 coches de toda España.

El segundo puesto absoluto en el desafío (ganó el equipo Aranzadi Behera, de Guipúzcoa) no es menos importante. La directora del colegio, Eva Matarranz, comenta que ha sido «un reconocimiento muy merecido», porque si algo ha tenido el proyecto de SegoGravity es «regularidad constante», y el equipo directivo del centro está «muy satisfecho por el trabajo de todo el curso».

A Burgos se desplazó un grupo de unas treinta personas, entre componentes del equipo, familiares y colaboradores del proyecto. Todos quedaron impresionados por el ambiente que vieron a lo largo del recorrido, por la organización del Hiperbaric Challenge, el trabajo de los y el transcurso de la carrera, en la que no hubo incidentes a pesar de que estos pequeños coches, que descienden por la inercia que les da su propio peso impulsado por la fuerza de la gravedad, son de una tecnología sencilla. Este debut soñado impulsará, sin duda, otro proyecto el próximo curso.

El equipo Segogravity lo han formado los alumnos de primero de Bachillerato del colegio Maristas y ha estado dividido en cuatro grupos (técnico, económico, de diseño y de comunicación) y coordinado por la profesora de Tecnología Industrial del colegio Maristas de Segovia, Laura Fuentes, y el alumno Marcos Mateos.

Entre todos, con el patrocinio de una docena de empresas segovianas, del Ayuntamiento, la Diputación Provincial y la Federación Empresarial Segoviana, han diseñado y construido (con la ayuda experta de José Luis Horcajo en las instalaciones de la empresa Pentamotor) este coche de inercia para participar en la Hiperbaric Challenge que convoca la compañía burgalesa del mismo nombre, un referente en innovación tecnológica. El reto no era solo deportivo, sino sobre todo tecnológico y educativo.