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La imagen de José Juan Barba preside el acto de ayer, en el que intervinieron Roberto del Canto, Luis Torrego, Juan José Garcillán, Andrés Palacios, Sergio Iglesias y Roberto Resina (de derecha a izquierda).

Barba, uno de los nuestros

La comunidad del campus de la UVA dedica un emotivo homenaje al profesor José Juan Barba, fallecido en enero

césar blanco

Miércoles, 24 de febrero 2016, 11:19

Voces temblorosas, ojos vidriosos, suspiros buscando el aire del ágora... La tristeza de la evocación cruda y reciente logró rebosar en varias ocasiones el cariño y sentimiento que envolvieron cada elogio, alabanza y semblanza hacia la figura de José Juan Barba, profesor del departamento de Pedagogía de la Facultad de Educación del campus María Zambrano de Segovia, que falleció repentinamente a los 39 años de edad el pasado mes de enero. Palabras empapadas en sollozos contenidos. Un pesar compartido por decenas de compañeros, maestros, alumnos, colegas y amigos. El vicerrector, Juan José Garcillán, reconocía que pocas veces el ágora de la sede segoviana de la Universidad de Valladolid había vivido un acto como el de ayer, con esa carga de emotividad agradecida hacia «una persona con un prometedor futuro que el destino nos ha arrebatado», dijo el decano de la Facultad en la que trabajó Barba.

La pena se multiplica cuando la cercanía traspasa las lindes de lo profesional y toca el corazón de la intimidad, de las confidencias y el afecto. Y todos cuantos ayer acudieron al homenaje póstumo recordaron a la persona, al «maestro rural que dio clases en la universidad», como le definió Roberto del Canto, en representación del Personal de Administración y Servicios del campus. El abulense José Juan Barba ha dejado una profunda huella de profesionalidad y amistad en toda la comunidad académica del campus: desde los responsables de los centros hasta los alumnos a los que impartió clase y con los que trabajó.

La voz estudiantil en el acto de ayer fue la de Sergio Iglesias. Buscando adjetivos que perfilaran quién fue y qué significó el maestro y amigo para sus pupilos, el manantial de calificativos sufrió una incontinencia de virtudes y bondades que ornamentaron aún más su valor como investigador precoz, experto docente en Organización Escolar o impulsor de numerosos proyectos dedicados a la innovación educativa que trataron de acercar ámbitos de enseñanza como la universidad y la escuela. «Luchador», «innovador», «soñador», «cercano», «entusiasta», «inconformista», «necesario», «positivo», «observador», «trabajador», «justo»... Un retrato de Barba desde la mirada de los alumnos a los que en cada corrección que les hacía apostillaba un mensaje que insuflaba conocimiento y ánimo.

Una profunda huella

La familia del campus acogió a este maestro de Primaria en Ávila como «uno de los nuestros». Su implicación ha dejado otro legado que fue subrayado por Roberto Resina, representante de ese cuerpo de maestros en la localidad abulense de Cebreros: el proyecto de innovación docente que vinculaba la teoría y la práctica a través de la colaboración entre distintos niveles sobre la educación inclusiva. Dicho de otra manera, que los cambios que se produzcan en los colegios, sobre todo del ámbito rural, sirvan para llevar a una enseñanza integradora y atenta con la diversidad, expuso un emocionado Luis Torrego, quien habló en representación de los profesores con los que trabajó Barba.

Esa renovadora visión investigadora en la que aunaba juventud, experiencia e ilusión, echó a andar en el curso 2013-2014 y con el paso del tiempo ha crecido hasta alcanzar a una docena de centros educativos de la provincia y también de Ávila. Barba aportó «frescura» a la innovación pedagógica, ensalzó el decano de la Facultad de Educación a través de la fórmula «investigación-acción», lo que permite la modificación de la metodología y la organización de las escuelas, así como la formación que se imparte a los universitarios que cursan magisterio.

Otro legado de Barba es la fundación y publicación de la revista Qualitive Research in Education, recientemente incluida en los índices Thomson Reuters.

«Docente entregado, insufló un aire de esperanza porque creía firmemente en la labor del docente y en la capacidad de la escuela de cambiar la sociedad», concluyó Palacios, para quien ese espíritu del profesor homenajeado, que «permite hacer del mundo un lugar más amable y más justo», es el verdadera herencia de José Juan Barba a la comunidad del campus de la UVA.

Las ovaciones tras cada abrazo de palabras a la familia, presente en el acto, dieron testimonio sonoro de que se fue «uno de los nuestros».

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