Rágama protege su tradición urbanística
Arquitectura ·
Desde el Ayuntamiento de la localidad salmantina se ha presentado la candidatura al concurso internacional Richard H. Driehaus Competitionredacción / word
SALAMANCA
Lunes, 22 de febrero 2021, 12:46
El Ayuntamiento de Rágama ha presentado su candidatura al concurso Richard H. Driehaus Competition, una iniciativa internacional que pretende promover la práctica de una arquitectura y un urbanismo que preserven y den continuidad a las tradiciones locales.
La propuesta, enmarcada en el pequeño municipio de Rágama y bajo el nombre 'Territorio Mudéjar', «opta a ser el arquetipo de intervención en los pequeños pueblos castellanos provenientes de una tradición del ladrillo, la madera y la arquitectura en tierra, en los que se han denostado estas prácticas en favor de nuevos sistemas y tipologías foráneas y carentes de identidad por un afán desarrollista. Del mismo modo, en el aspecto urbano, la adopción de tipologías suburbanas sin criterios de coherencia con la trama preexistente así como una urbanización propia de otras escalas o bien carente de todo criterio en relación al entorno», asegura el alcalde de la localidad, Jose Luis Moyano Galiano, que ha redactado la propuesta enviada al concurso hace ya unas semanas.
La propuesta del Ayuntamiento de Rágama asegura que «para dar respuesta a estos retos, contamos con un espacio urbano complejo y con una gran diversidad de elementos a contemplar, con edificios singulares como la iglesia románico-mudéjar y el Ayuntamiento, pero también la trama de caserío de ladrillo alternado con grandes vacíos urbanos en forma de corrales, para los que se debe encontrar una solución de aprovechamiento residencial adaptada a los nuevos tiempos pero que sirva de modelo ejemplarizante de vivienda que dignifique la tradición del entorno».
Por ello, y según afirma el alcalde en el documento enviado al concurso Richard H. Driehaus Competition «la propuesta pretende dignificar una tradición constructiva denostada en el imaginario colectivo, asociada al subdesarrollo tecnológico de otras épocas, que a diferencia de otras regiones, en nuestro entorno no se ha sabido poner en valor en la actualidad. A su vez en el aspecto urbano pretende ser ejemplo de tratamiento de un espacio consciente de su escala, de los usos propios del medio rural y de su relación con lo edificado, desde el realismo de la humildad de una propuesta en un pequeño municipio».
En definitiva, señala el escrito, «la propuesta ragameña pretende ser el modelo ejemplarizante para los numerosos pueblos castellanos, que sin destacar en sus grandes arquitecturas singulares, deben aspirar a conservar y potenciar su tradición constructiva y estructura tradicional, dignificándola y adaptándola a los nuevos tiempos».