San Martín del Castañar: El castillo, sede de la Reserva de la Biosfera

Declarado Conjunto Histórico-Artístico el 12 de noviembre de 1982, San Martín del Castañar es uno de los municipios serranos más visitado gracias al gran patrimonio con el que cuenta en su término municipal.

El castillo, una fortaleza del siglo XV de la que quedan dos torres, la cerca de murallas que las envolvía y algunos vestigios de otras dependencias ya desaparecidas, perteneció al obispo de Salamanca y fue declarado Bien de Interés Cultural (BIC) en 1949.

En su interior se encuentra el cementerio municipal y desde hace unos años acoge el Centro de Interpretación y Recepción de Visitantes de la Reserva de la Biosfera de las Sierras de Béjar y Francia, a la que San Martín del Castañar pertenece. Un centro musealizado y que ofrece información histórica y patrimonial sobre la fortaleza que le presta sus muros; además de acoger la Sala de Arte Bolosea.

Junto al castillo y a sus pies, aprovechando el escarpe de la colina, se levanta la plaza de toros, de la que hay referencias desde mediados del siglo XVII.Es considerada la segunda plaza de toros más antigua de España, detrás de la de El Castañar, de Béjar, también en Salamanca.

Muy cerca del castillo se encuentra la iglesia dedicada a San Martín de Tours. Su conjunto es el resultado de distintas épocas y estilos, desde el siglo XIII al siglo XVIII, cuando se finaliza su construcción. Cuenta con una espadaña de finales del siglo XVI, que en 1981 fue declarada Bien de Interés Cultural.

En su interior alberga un gran número de obras de calidad como las armaduras mudéjares del siglo XVI que cubren la capilla de la epístola y la nave central, el retablo mayor del siglo XVII con el Cristo del Miserere procedente del ya desaparecido convento de Santa María de Gracia y esculturas y tablas pictóricas de gran valor.

Pero San Martín del Castañar tiene un patrimonio mucho más amplio que muestra su historia como el puente romano enlazado a la calzada romana que da acceso al parque municipal. Y un poco más arriba, continuando por la calzada romana está la ermita del Socorro o de San Sebastián y después la ermita del Humilladero.

Además, a lo largo de la calzada romana se hayan una serie de cruces de piedra, antiguamente utilizadas para la celebración del Vía Crucis.

A dos kilómetros del casco urbano están los yacimientos visigodos de La Legoriza, donde se descubrió una aldea datada en el siglo VII, que responde a un campamento minero donde se encuentran pruebas de actividad metalúrgica (escorias, pizarras 'contables' del mineral extraído...). Se han encontrado también restos de una empalizada que servía para guardar y proteger los caballos, y apartado de las casas, un sarcófago-horno que habría servido para la fundición del hierro.

En el entramado urbano también hay restos del Hospital de Peregrinos en cuyo muro se conserva un escudo que así lo acredita.