Muestran en Mogarraz la problemática que afecta a la arquitectura tradicional

Dentro de la programación de las jornadas de arquitectura tradicional que se están desarrollando en La Alberca hasta hoy, en la tarde de ayer realizaron una visita a otros dos Conjuntos Histórico-Artísticos de la Sierra de Francia, como son Mogarraz y Miranda del Castañar.

En el primero de estos municipios, en Mogarraz, y de la mano del artista local Florencio Maíllo, recorrieron las calles de este pueblo, donde el pintor les habló de las problemáticas surgidas en los últimos años como consecuencia de diversos planes llevados a cabo.

El primero de ellos es la pérdida de color de la casa tradicional serrana en los últimos 40 años en relación a diferentes intervenciones que se han llevado a cabo y como influencia principalmente de un plan desarrollado en 1980 en La Alberca donde «se picaron fachadas para dejar vistas las tramoneras y rejuntar las piedras con cemento en los barrios del Castillo y La Puente, y que influyó en el resto de la Sierra dejando demasiada tramonera vista, picando fachadas que estaban enfoscadas con barros, que había esgrafiados, pintados...», señala Florencio Maíllo, quien puso en la tarde de ayer esta cuestión a debate y mostró algunos ejemplos y los asistentes manifestaron que «es algo que hay que atajar de cara al futuro y tenerlo muy en cuenta»; y también la reincorporación del color tanto en carpinterías como en maderas, «que no se sigan haciendo como hasta ahora, todas marrones», explicó Maíllo, quien añadió que todo eso es una «unificación que viene en las normativas, pero las normativas hay que reajustarlas y hay que recuperar el color, porque el color está en la tradición serrana, porque el serrano era barroco, era muy colorista como lo es el traje serrano, sus bordados y diversos elementos que tienen que ver con las costumbres y la cultura serrana».

Y la segunda cuestión a debate, planteada por Florencio Maíllo y que puso en tela de juicio fueron los conceptos neo-rústico y post-rústico. Para el artista se está construyendo un parque temático «inventando rusticidades con modelos que nos inventamos, haciendo paredes rugosas o incorporando sensación de que es una pared envejecida, o cuando en una casa se incorporan diferentes modelos constructivos mezclándolos como si fuera un catálogo: que haya piedra vista, tramonera, esgrafiado, entablado...». Ante esto, Florencio Maíllo aboga por tener en cuenta el concepto de paisaje asociado a los lugares, a las calles, para que haya una visión más de unidad y no de contrastes que es lo que se está haciendo últimamente.

La incorporación de elementos gráficos, de esgrafiados, es algo de lo que también habló; y de que hay que huir de que haya tanta pared enturronada y huir también de los chapeados en piedra porque «los muros tradicionales de piedra tienen otra concepción, por lo que hay que empezar a utilizar más los enrasados, los rejuntados, los esgrafiados... porque hay una gran diversidad que está en la casa tradicional, en las casas que aún no se han tocado».

Por su parte, en Miranda del Castañar tomó la palabra Román Bondía que es el coordinador del master de la Universidad de Salamanca, con el que se quiere crear una oficina técnica para asesorar en el futuro Ari o Arch con el que se quiere llevar a cabo una regeneración integral en la villa (no sólo arreglo de fachadas sino también responder a las necesidades de los vecinos).

Román Bondía, en la visita, estuvo comentando que es lo que se quiere desde el master para Miranda del Castañar, ya que «si lo hacemos bien se puede convertir en un ejemplo importante cara a la regeneración de un municipio como Miranda», explicó Florencio Maíllo.