Los estudiantes chinos, durante la fiesta campera celebrada en la finca El Vecino.

Salsa agridulce para el rabo de toro

La Pontificia aproxima la fiesta nacional a sus estudiantes chinos en una tienta con el diestro Pepe Luis Gallego en la finca El Vecino

PPLL

Jueves, 1 de enero 1970, 01:33

No hace falta ser chino para disfrutar de un menú repleto de la ardiente sopa de aleta de tiburón, los crujientes rollitos de primavera, el habitual arroz tres delicias, la ternera salpicada de verduras y el rebozado y calórico cerdo agridulce. De la misma forma, se puede ser chino y ser un enamorado de la fiesta nacional por excelencia de España. Un buen ejemplo de todo ello lo encarna la nutrida representación de estudiantes chinos de la Pontificia, quienes han podido tomar contacto de primera mano con la ancestral tradición que sobrevive al paso de los siglos en la piel de toro.

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El acercamiento al mundo taurino constituyó todo un agasajo para los estudiantes chinos de Harbing, Dawai, Changchun, Yilin Huang Qiao, Beijing y Nanjing, que estudian español este curso en la Upsa. La tarde campera se desarrolló en la finca El Vecino, de la ganadería Los Bayones, y sirvió para cerrar el presente curso de estos alumnos. Los estudiantes visitaron la dehesa y presenciaron una tienta a cargo del torero Pepe Luis Gallego. Y como toda buena jornada de tentadero que se precie, la muchachada oriental degustó las típicas patatas meneás.

Los alumnos asiáticos también se ejercitaron con el capote, demostrando en todo momento que el universo taurino levanta pasiones y arrastra seguidores, por encima de las fronteras y las culturas.

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