Fricción constante en la grada de animación del Real Valladolid
Los abonados que se mantuvieron en su ubicación en la zona se quejan de falta de visión por el ondear de banderas; el club admite que la solución «es difícil»
Los dos primeros partidos de la campaña en el estadio José Zorrilla han puesto a prueba la convivencia de los aficionados del Real Valladolid en ... la nueva grada de animación blanquivioleta. «No estamos viendo el fútbol», lamenta uno de los abonados de largo recorrido que ha mantenido su asiento en la zona. «Tenemos que enfrentarnos, entre comillas, con la gente que se pone delante, los aficionados de las peñas o ultras, como ellos se denominan también. No sé si en el primer partido [frente al Espanyol] llegué a ver más de cinco minutos seguidos», añade este seguidor del Pucela.
Los problemas se focalizan en el ondear continuo de banderas. La grada de animación se ha concebido como un foco de actividad constante para alentar al Real Valladolid donde está permitido presenciar los partidos de pie. Cualquier abonado de la zona sabe que, si permanece sentado en su asiento, no verá prácticamente nada de lo que suceda en el césped de Zorrilla. Sin embargo, los problemas de visión tampoco se solucionan si los seguidores 'de toda la vida' deciden levantarse. «Partimos de la base que ya hemos reconocido que tenemos que estar de pie. Y, aun así, no vemos los partidos. El club promocionó la grada de animación con la idea de que había que estar de pie, pero ni por ésas. De que lo que más nos quejamos es que ondean las banderas durante todo el partido con el propósito de que no lo veamos», apunta uno de los afectados.
El Real Valladolid no es ajeno a estas fricciones. «En club vimos los problemas los primeros cuando decidimos hacer este proyecto». apunta Jorge Santiago, director del Área Corporativa y nuevo portavoz institucional de la entidad. «Cualquier variación sobre un asiento va traer problemas. Lo primero que hicimos fue crear unas normas claras y se dio a los abonados la posibilidad de cambiar de localidad pagando durante tres años el mismo precio de la grada de animación. No se engañó a nadie», argumenta Jorge Santiago.
En el primer partido de esta temporada frente al Espanyol, se pudo ver a varios de los nuevos integrantes de la grada de animación de pie sobre los asientos, algo que está prohibido por la normativa. «Sí, es verdad que en el primer partido hubo aficionados sobre las butacas», admite el portavoz institucional del Real Valladolid. «En el segundo ya no sucedió. Tuvimos reuniones con los vigilantes, con las personas de la grada de animación y con la Federación de Peñas y se les dijo que las normas son las que son. Sí, puedes estar de pie delante, en el hormigón, pero no encima de los asientos». El problema es que el espacio disponible para permanecer de pie resulta muy estrecho, como señalan los abonados presentes en la zona, debido a la escasa distancia entre filas del estadio. «Hay que tener en cuenta que los asientos siguen siendo los mismos, de plástico rígido y que los pasillos apenas medirán 35 centímetros. Después del primer partido, mejoró un poco la cosa, en el sentido de que huvo más guardas de seguridad privada, pero poco más. Les pidieron que las banderas más grandes estuviesen más abajo y que debían hacer lo posible por convivir con nosotros. Sin embargo, sólo hicieron caso al principio y tenemos la sensación de que hay gente que se sitúan justo en las filas debajo de nosotros para que no veamos bien el partido», narra uno de los afectados.
«Las banderas con unas medidas reglamentarias están permitidas dentro del recinto. Yeso de que ondean las banderas para no dejarles ver es algo subjetivo. Ellos argumentarán que lo hacen para animar. El otro día me decían 'es que hay muchas banderas', pero si en Zorrilla hay 27.000 asientos podría haber 27.000 banderas, siempre que se cumpla con la normativa de tamaño», contesta Jorge Santiago, que añade que «siempre existe la posibilidad de cambiar» la ubicación del carné. «El problema ahora es que contamos con 24.000 abonados y hay menos asientos disponibles que cuando se les propuso cambiar a los que veíamos que podían tener problemas. No podemos dar el mejor asiento que haya en la tribuna porque ya estará ocupado, pero la oferta sigue abierta para los que estén libres. Después del primer partido hubo varios abonados, más de diez, que optaron por cambiarse a otra localidad porque entendían que allí no iban a estar a gusto».
Cambiar de asiento es algo que no contemplan muchos de los entre 150 y 200 abonados que han mantenidos sus ubicaciones anteriores dentro de la nueva zona de animación. «Yo no me arrepiento porque llevamos allí muchos años y no vemos solución en los demás sitios», apunta uno de los afectados. «Hay gente de 80 años y más con escasa movilidad a los que no puedes mandar a un graderío en Tribuna A o B. Esa gente tiene muy buena ubicación y, además dentro tres años el precio que tendrían que pagar será mayor. Lo que queremos es ver el fútbol, aunque sea de pie. Y hay gente que se ha movido a zonas aledañas que tampoco pueden ver bien algunas zonas del campo con la nueva grada de animación ».
El Real Valladolid admite que el asunto es «complicado y de difícil solución». «Seguro que ninguna decisión es buena al cien por cien, pero tenemos que evitar que la gente venga aquí pensando que el de delante está molestando o no deja ver. Como club queremos facilitar la mejor de las soluciones y que todos estén lo más cómodos posibles, pero la decisión del club ha sido crear este proyecto de animación. Lo queremos es que no haya problemas... o buscar las mejores soluciones», finaliza Jorge Santiago.
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