La Policía Local retira una pitón albina del toldo de un establecimiento de Palencia

La Policía Local de Palencia realizó ayer una de las intervenciones más inusuales de las que recuerdan los más longevos del cuartel. No todos los días un policía de Palencia tiene que actuar para retirar de la vía pública a una serpiente originaria del África tropical, y eso es lo que tuvieron que hacer los agentes después de recibir una llamada que alertaba de la presencia de un ofidio sobre un toldo de la calle Muñoz Bernal.

La llamada se realizó a las 13:13 horas y rápidamente la Policía recogió del servicio de Medio ambiente el instrumental necesario para retirar al animal: una barra con horquilla que fue manejada por uno de los agentes con una gran maestría. «Lo hizo con relativa facilidad uno de los policías que sabe un poco de animales. Si hubiera sido otro, a lo mejor sale corriendo», explica el subinspector Isidoro Fernández Pita, que ingresó en el cuerpo el 10 de noviembre de 1986, y no recuerda un hecho similar en toda su trayectoria.

El policía local de la Unidad de Medio Ambiente que atrapó al animal reconoce que fue la primera vez que se enfrentó a una situación como esta. «Estaba enrollada en el toldo. Pedimos una escalera, nos subimos, la fui soltando del toldo poco a poco, con mucho cuidado, y al principio me parecía una boa constrictor, así que no tuve miedo de que fuera venenosa y eso me ayudó a sacarla y la metí en una bolsa», explica el agente, que protagonizó una escena en torno a la que se armó un gran revuelo. «Causó bastante alarma social. Estábamos rodeados de gente», añade el policía.

La serpiente era una pitón regius albina de un metro y diez centímetros, una de las especies más utilizadas como mascotas. De hecho, el animal se escapó por la ventana de una vivienda de una calle cercana y la Policía ya ha dado con su dueño. Esta especie se caracteriza por ser especialmente tranquila, no es venenosa, y también recibe el nombre de pitón de bola ya que, a consecuencia de su timidez, suele enrollarse sobre sí misma metiendo la cabeza en el centro haciéndose una bola.

Una vez capturada, y sin conocer aún al propietario, los agentes se encontraron con el problema de que no existe un lugar adecuado para retirar este tipo de animales, de los que no se hace cargo la protectora de animales ni medio ambiente de la Junta de Castilla y León, por lo que finalmente decidieron llevar a la serpiente a la tienda de mascotas de la calle Cardenal Cisneros, donde permanece a la espera de que su dueño la vaya a recoger. «Estaba abocada a ser sacrificada. Así que estamos muy contentos de que haya aparecido el dueño», explicó el policía que ayer tuvo que llevar a cabo una intervención muy diferente a las que suele estar acostumbrado.