David Tejerina se convierte en nuevo presidente de COAG por unanimidad

Amayuelas de Abajo acogió este sábado el noveno congreso provincial de COAG, en el que uno de los principales puntos fue la renovación de los cargos de la comisión ejecutiva. Pablo García, presidente hasta este sábado de la organización agraria, cedió el testigo a David Tejerina Calvo, un ganadero procedente de Villatoquite que encabezó la única candidatura presentada, apoyada por unanimidad por los cincuenta delegados participantes. El nuevo máximo representante de COAG asume el cargo por cuatro años y estará acompañado en la ejecutiva por otros nueve socios de la organización agraria. Todos ellos integran una directiva rejuvenecida, con una edad media de unos 40 años, dispuesta a defender a todos los agricultores y ganaderos de la provincia a los que representan.

Pablo García destacó este sábado, al término del congreso, la savia joven que aportarán a COAG los nuevos dirigentes y en su despedida reconoció que cerraba una etapa de dos mandatos que le había resultado «una experiencia inigualable, donde se han conseguido muchas de las propuestas que llevábamos desde que empezamos hace doce años, se ha ido poco a poco, con muchas dificultades, porque COAG no tiene padrino político», aseguró el ya expresidente. «A pesar de todo, me queda un sabor de boca muy positivo», agregó.

Además de la renovación de la comisión ejecutiva, en el congreso de este sábado se produjo un debate que Pablo García calificó como «muy productivo», al tratarse algunos temas de candente actualidad, como la Política Agraria Común (PAC), el nuevo acuerdo de la remolacha o la retirada de la cuota láctea. «Estos encuentros son muy positivos, porque cada participante aporta su visión de los temas que más nos preocupan y con ellas enriquece la idea que tiene el resto», destacó Pablo García.

Asimismo, en la reunión de este sábado se marcó la línea sindical que COAG Palencia seguirá en los próximos años. «Se centrará en el apoyo a la agricultura social, en no reconocer lo que nos imponen las grandes multinacionales, como las semillas certificadas, y en la negativa al fracking y a los cultivos transgénicos», concluyó García.